{"id":14122,"date":"2010-05-12T00:00:00","date_gmt":"2010-05-12T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14122"},"modified":"2012-03-27T18:07:34","modified_gmt":"2012-03-28T00:07:34","slug":"una_dura_travesia_por_peninsula_mitre_tierra_del_fuego_argentina","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2010\/una_dura_travesia_por_peninsula_mitre_tierra_del_fuego_argentina\/","title":{"rendered":"Una dura traves\u00eda por Pen\u00ednsula Mitre, Tierra del Fuego, Argentina"},"content":{"rendered":"<p><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p>Fui invitada a  documentar en video esta tierra tan inh&oacute;spita. Acept&eacute; sin dudarlo. Dej&eacute; a un  lado todos los comentarios negativos que empezaron a caer sobre m&iacute; y el  proyecto. &iquest;Estar 40 d&iacute;as durmiendo en una carpa, sin ba&ntilde;arse? &iquest;Tomar agua de turba  en todo ese tiempo? &iquest;Cruzar el r&iacute;o L&oacute;pez (que se adue&ntilde;&oacute; ya de muchas vidas) y  todos los otros r&iacute;os y los acantilados?<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-09', 'jpg',820,576)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Perla Bollo y Sergio Anselmino en la Pen&iacute;nsula Mitre.<br \/>\n  Fotos, cortes&iacute;a de Perla Bollo.<br \/>\n  Click para agrandar.<\/em><\/p>\n<p><strong>G&eacute;nesis de una aventura y el plan<\/strong> <\/p>\n<p>Quedaban tres  meses para la fecha prevista. Partir&iacute;amos desde Estancia Moat hasta Cabo San  Pablo, siempre por la costa. Sergio Anselmino ya hab&iacute;a caminado desde la ciudad  de Ushuaia hasta R&iacute;o Grande, en el Atl&aacute;ntico, durante 45 d&iacute;as. Solo. Con ese  viaje Document&oacute; toda la pen&iacute;nsula en m&aacute;s de 3,500 fotograf&iacute;as y luego se  encarg&oacute; de mostrarlas a toda la provincia de Tierra del Fuego. Present&oacute; una  muestra fotogr&aacute;fica con m&aacute;s de 400 im&aacute;genes a la que llam&oacute; <em>La Tierra del  Fuego desconocida<\/em>.<\/p>\n<p>Despu&eacute;s de  trabajar durante 6 a&ntilde;os en un lento y exigente proyecto pudo cumplir un sue&ntilde;o m&aacute;s:  public&oacute; dos libros de la fauna existente en la provincia, con todas sus  fotograf&iacute;as y sus textos cre&oacute; <em>Fauna del Canal Beagle<\/em> y <em>Fauna de  Tierra del Fuego<\/em>, que luego fueron declarados de Inter&eacute;s Educativo-cultural  por el Ministerio de Educaci&oacute;n de la Provincia, entre otros.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-23', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p>As&iacute;, la idea de documentar f&iacute;lmica y  fotogr&aacute;ficamente la Pen&iacute;nsula Mitre estaba principalmente destinada a tratar de  contribuir con material al proyecto que impulsa la creaci&oacute;n del &Aacute;rea Natural  Protegida Pen&iacute;nsula Mitre.<\/p>\n<p>Comenzamos el  plan de entrenamiento psicof&iacute;sico. Lloviera, nevara, hubiese viento o no tuvi&eacute;ramos  ganas, durante dos meses corrimos una hora diaria. A un mes de la partida  dejamos de correr y Sergio sugiri&oacute; que, al igual que &eacute;l, tratara de aumentar de  peso lo m&aacute;s posible.<\/p>\n<p>Ubicado en el  extremo m&aacute;s sur de Argentina, pens&eacute; que el Faro San Pi&oacute; y su imponente paisaje  de acantilados, rompientes y los incre&iacute;bles vientos, ser&iacute;a el lugar m&aacute;s lindo  que conocer&iacute;a en esta traves&iacute;a. &iexcl;Qu&eacute; equivocada estaba!<\/p>\n<p>Llegamos a la  Bah&iacute;a Sloggett. Sergio me contaba algo de su historia: en cierta manera, el oro  hab&iacute;a logrado poblar esa bah&iacute;a; una gigante draga aur&iacute;fera que todav&iacute;a pelea  con el viento y la humedad es lo &uacute;nico que queda de esa etapa. Sergio no me  hab&iacute;a hablado mucho del r&iacute;o L&oacute;pez y cuando estuvimos viendo su fuerte correntada  me explic&oacute; que esa desembocadura era muy profunda, que trabajaba con la marea y  cuando &eacute;sta sub&iacute;a el r&iacute;o aumentaba en aproximadamente seis metros su anchura.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-17', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p>El r&iacute;o L&oacute;pez  era el peaje para ingresar a la Pen&iacute;nsula Mitre. Luego de dos intentos fallidos  de cruzarlo, Sergio cruz&oacute; a nado y luego cruz&oacute; las dos mochilas atadas con la  cuerda. Despu&eacute;s de prender un gran fuego se acerc&oacute; a la costa y me grit&oacute; las ya  repetidas y exigentes recomendaciones sobre el shock que me iba a provocar el  agua helada durante esos aproximados 30 metros que nos separaban. Estaba atada  a la cuerda que Sergio sosten&iacute;a en la otra orilla del r&iacute;o y eso me daba  seguridad.<\/p>\n<p>Ese fuego que  Sergio hab&iacute;a encendido fue el lugar donde tembl&eacute; como nunca. Pero sab&iacute;amos que  en abril el clima es calmo con respecto a lluvias y vientos pero lo que m&aacute;s nos  preocupaba era la comida. La armada argentina accedi&oacute; con amabilidad y  responsabilidad cuando les solicitamos que nos llevaran una caja con alimentos,  medicinas y equipo fotogr&aacute;fico. As&iacute; nos reabastecer&iacute;amos y seguir&iacute;amos sin  problema hasta Cabo San Pablo.<\/p>\n<p>Adolfo Imbert,  quien realiza las &uacute;nicas traves&iacute;as a caballo por la pen&iacute;nsula, part&iacute;a hacia  all&iacute; en una fecha cercana a la nuestra. &Eacute;l, tambi&eacute;n muy amablemente, agreg&oacute; a  sus alforjas el peso extra que luego dej&oacute; en Policarpo. Un velero que iba a  realizar una traves&iacute;a a una zona cercana a Bah&iacute;a Aguirre se ofreci&oacute; a llevar alimentos  para reabastecernos cuando lleg&aacute;ramos ah&iacute;. As&iacute;, pocos d&iacute;as de salir, el  problema de la comida estaba m&aacute;s que solucionado.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-18', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p><strong>Adentr&aacute;ndose en lo desconocido<\/strong><\/p>\n<p>Mart&iacute;n Lawrence  nos llev&oacute; hasta Estancia Moat. Los nervios que me ven&iacute;an atormentando desde  hac&iacute;a tres meses se quedaron ah&iacute;. El 16 de abril a las 15.30 horas cargamos las  mochilas y empezamos a caminar. Ese d&iacute;a fue m&aacute;s oscuro que los anteriores y el  viento tambi&eacute;n fue diferente: muy fr&iacute;o, no respetaba una direcci&oacute;n.<\/p>\n<p>El 21 de abril  dej&aacute;bamos atr&aacute;s Bah&iacute;a Sloggett y tambi&eacute;n el buen clima. Antes del atardecer, la  nieve y los vientos ya se hab&iacute;an encargado de blanquear el interior del bosque  donde hab&iacute;amos decidido dormir. Al d&iacute;a siguiente todo se encontraba cubierto por  una capa de 15 cent&iacute;metros de nieve. Ahora estaba aun m&aacute;s oscuro que el d&iacute;a  anterior. El mar muy agitado formaba una espuma que era arrastrada por el viento  hasta casi 300 metros de la costa.<\/p>\n<p>Nos pusimos la  ropa mojada del d&iacute;a anterior y comenzamos a caminar. El viento tra&iacute;a nieve y en  ocasiones granizo. El agua sobre la turba cubr&iacute;a nuestros pies. En dos  ocasiones prendimos un peque&ntilde;o fuego para hacer circular la sangre en nuestros  helados pies. Nos cost&oacute; mucho trabajo.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-19', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p>A la tercera  noche me dol&iacute;an los pies y se los mostr&eacute; a Sergio: ten&iacute;an un color oscuro y el  dolor aumentaba. Esa noche fue terrible: no pudimos dormir ni un momento. Sergio  apenas me habl&oacute; para recordarme que tomara otro antiinflamatorio. No, no estaba  enojado; sus pensamientos estaban fijos en qu&eacute; decisi&oacute;n ten&iacute;amos que tomar.<\/p>\n<p>A las 10 de la  ma&ntilde;ana el viento sacudi&oacute; la carpa con r&aacute;fagas fuert&iacute;simas como lo hab&iacute;a hecho  toda la noche. No necesit&aacute;bamos abrir la puerta para adivinar qu&eacute; d&iacute;a exist&iacute;a  afuera. Las gotas ca&iacute;an del techo de la carpa, la bolsa de dormir estaba empapada  y apenas se pod&iacute;a ver por la luz gris oscura que pasaba por las paredes. Todo  segu&iacute;a igual.<\/p>\n<p>Sergio pidi&oacute;  que le mostrara mis pies. Los vio con calma y luego se&ntilde;al&oacute; el mapa: est&aacute;bamos  casi entrando en la Punta Kinnaird. Me explic&oacute; (tratando de no transmitir  preocupaci&oacute;n) que hab&iacute;a dos posibilidades. La primera era continuar hacia Puerto  Espa&ntilde;ol, donde tendr&iacute;amos una salamandra, un techo y la comida que el velero  nos hab&iacute;a dejado en ese punto. Estar&iacute;amos en un d&iacute;a y medio. La segunda era pedir  auxilio a alg&uacute;n barco desde donde nos encontr&aacute;bamos para que nos sacaran de  ah&iacute;. Pero no vendr&iacute;an a buscarnos hasta que no terminara la tormenta. Decidimos  continuar.<\/p>\n<p><em>[Una salamadra es una estufa, se puede hacer de hierro o tambi&eacute;n se puede improvisar utilizando en tacho al cual se le hace una boca de entrada para la le&ntilde;a y otra boca para colocarle el tiraje por donde sale el humo.]<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-07', 'jpg',820,555)<\/script> <\/p>\n<p>A las 11:30  horas comenzamos a caminar pero tuvimos que buscar un lugar para armar la carpa  a las 15:30. El viento, el fr&iacute;o y la nieve no nos dejaron seguir. 17 horas despu&eacute;s,  nos levantamos entumecidos y casi psicol&oacute;gicamente derrotados. Dejamos atr&aacute;s la  punta Kinnaird y entramos a Bah&iacute;a Aguirre.<\/p>\n<p>Sin exagerar,  creo que la humedad y el agua que exist&iacute;an en nuestras mochilas duplicaban su  peso. Ya no sent&iacute;a los pies. Pasamos otra noche apenas a dos kil&oacute;metros de la  Cueva Gardiner y al otro d&iacute;a, con una alegr&iacute;a inexplicable, nos sumerg&iacute;amos hasta  casi la altura del pecho en el r&iacute;o Bompland. Doscientos metros cubiertos por 30  cent&iacute;metros de nieve nos separaban de la tan anhelada Estancia Puerto Espa&ntilde;ol.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-06', 'jpg',820,556)<\/script> <\/p>\n<p><strong>Un regocijo al alma<\/strong><\/p>\n<p>&iquest;C&oacute;mo se puede  ser tan feliz abriendo s&oacute;lo una puerta? Mis l&aacute;grimas se mezclaron con la nieve.  Una vez prendida la salamandra, Sergio fue en busca de la comida que nos hab&iacute;a  dejado el velero. A su regreso, su cara dec&iacute;a que algo no estaba bien. Nunca  antes lo hab&iacute;a visto as&iacute;. Me dijo que las cajas con la comida no estaban. No lo  pude creer. Luego nos enterar&iacute;amos que el terrible clima que hab&iacute;amos  atravesado hab&iacute;a sido mucho m&aacute;s benigno con nosotros que con el velero que nos  iba a dejar el abastecimiento.<\/p>\n<p>Una r&aacute;faga de  viento m&aacute;s agresiva que las dem&aacute;s golpeando fuertemente la pared nos hizo  recordar lo que hab&iacute;a sido el mar los d&iacute;as anteriores. Nuestra moral parec&iacute;a  acabarse hasta que encontramos un peque&ntilde;o armario con algunos kilos de fideos,  arroz, harina, az&uacute;car y caf&eacute;. Pese a que todo estaba muy vencido, estas  provisiones m&aacute;s el calor de la salamandra y lo confortable del lugar lograron  que nos repusi&eacute;ramos del cansancio. Mis pies comenzaron a mejorar bajo el  efecto de los antiinflamatorios, el reposo y masajes.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-03', 'jpg',820,556)<\/script> <\/p>\n<p><strong>Desafiando a la naturaleza<\/strong><\/p>\n<p>La nieve se fue  al igual que las oscuras nubes. Est&aacute;bamos listos para continuar la traves&iacute;a y  dejar la apacible estancia atr&aacute;s. Descender a las catorce cuevas que Sergio  descubri&oacute; en su traves&iacute;a en solitario no fue nada f&aacute;cil, pero vali&oacute; la pena.  Entramos a casi todas. Cada una tiene un ambiente, color y aire diferente pero  la que alcanza los 160 metros de profundidad es algo &uacute;nico. Su silencio, su  total oscuridad y la energ&iacute;a que existe en su interior son inenarrables.<\/p>\n<p>Saliendo del Cabo  Hall caminamos teniendo como paisaje los espectaculares montes Atocha, Pir&aacute;mide  y Campana. El ingreso a Bah&iacute;a Valent&iacute;n nos tuvo durante horas apenas sostenidos  en dif&iacute;ciles acantilados. El esfuerzo fue recompensado cuando logramos alcanzar  la playa de varios kil&oacute;metros de largo de una arena fina y dorada.<\/p>\n<p>Alcanzar la  Bah&iacute;a Buen Suceso se hab&iacute;a convertido en una necesidad: casi no nos quedaba  comida. Desde ese momento entend&iacute; por qu&eacute; como parte del plan de entrenamiento  estaba el aumentar de peso porque ya hab&iacute;amos perdido varios kilos. Nueve  c&oacute;ndores volaron a seis metros sobre mi cabeza en una de las cumbres cercana a  Bah&iacute;a Valent&iacute;n, los Montes Negros.<\/p>\n<p>Cinco eran j&oacute;venes  y cuatro adultos. Es lo &uacute;nico que puedo decir. Creo que no podr&eacute; describir  nunca el sonido de sus enormes alas al cortar el aire puro, sus miradas  directamente a nuestros ojos y lo peque&ntilde;o que se siente uno ante esas  espectaculares aves.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-12', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<\/div>\n<p><!--nextpage--><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p><strong>Descubriendo  sensaciones<\/strong><\/p>\n<p>Desde la Ensenada  Patagones vi por primera vez la Isla de los Estados, que aparec&iacute;a y desaparec&iacute;a  como un espejismo entre las azules nubes que se mezclaban con el mar. Son pocas  las veces que esta Reserva Natural se encuentra despejada de las bajas nubes del  mar austral. Ser&iacute;a muy afortunada si un d&iacute;a por la ma&ntilde;ana pudiera verla pintada  de rosas y dorados durante largos minutos por los tibios rayos del sol.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-13', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p>Pasamos d&iacute;as y  noches. Una nube de estrellas cubri&oacute; nuestro campamento a 800 metros de altura.  El silencio en algunos momentos me hizo dudar de mi propia existencia. Sent&iacute; la  fuerza y el fr&iacute;o del mar sobre mi espalda y no me caus&oacute; temor sino respeto.  Cre&iacute; que nunca tomar&iacute;a agua de turba y fue lo &uacute;nico que beb&iacute; durante 29 d&iacute;as.  Compart&iacute; y sent&iacute; la libertad de los guanacos, zorros, c&oacute;ndores y aves marinas  en su maravilloso y salvaje h&aacute;bitat.<\/p>\n<p>En estos d&iacute;as, el fuego cerca de nuestra carpa no s&oacute;lo entibi&oacute; la  comida, sino tambi&eacute;n mi alma, haci&eacute;ndome sentir lo importante y necesaria que  es la naturaleza para el ser humano. Minutos despu&eacute;s de que Sergio me mostr&oacute; la  silueta del faro Buen Suceso iluminado por los &uacute;ltimos rayos de luz, una r&aacute;faga  de viento me tir&oacute; al suelo. Sergio se dio vuelta y me vio tirada en esa cumbre  pedregosa y no me dijo nada. No quer&iacute;a hacer sentir m&aacute;s importante a ese  viento, que durante semanas no hab&iacute;a dejado de querer lograr que le sinti&eacute;ramos  miedo. A &eacute;l tambi&eacute;n lo hab&iacute;a sacudido.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-25', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p><strong>Ocaso de una aventura<\/strong><\/p>\n<p>Caminamos las &uacute;ltimas tres horas completamente de noche antes de  saludar a las dos personas que salieron a recibirnos. Hac&iacute;a 26 d&iacute;as que no  ve&iacute;amos gente. Los tres d&iacute;as que estuvimos en el destacamento de la Armada Argentina  en Bah&iacute;a Buen Suceso fueron de total amabilidad, respeto y buena comida. Nos  comunicamos con nuestras familias: est&aacute;bamos bien y que seguir&iacute;amos camino a Cabo  San Pablo.<\/p>\n<p>Sentada frente al ventanal que da a la playa, sostuve el mapa h&uacute;medo  que nos hab&iacute;a acompa&ntilde;ado todo el viaje. No pod&iacute;a creer que hab&iacute;a llegado hasta  ah&iacute;. Hab&iacute;amos atravesado todos los r&iacute;os, bosques y acantilados que se  encontraban a lo largo de toda esa costa. Sergio se&ntilde;al&oacute; lo que nos faltaba era  mucho m&aacute;s accesible que la que ya hab&iacute;amos caminado. Ya no exist&iacute;an&nbsp; acantilados y ca&ntilde;adones y la costa libre se  volv&iacute;a r&aacute;pida y segura. En una semana y media terminar&iacute;amos nuestra traves&iacute;a.<\/p>\n<p>Mi pie ya no  estaba tan inflamado pero todav&iacute;a sent&iacute;a dolor e insensibilidad en algunos  lugares. La necrosis se hab&iacute;a quedado instalada en los dedos gordos de mis pies  sin avanzar pero sin disminuir. Sergio me invit&oacute; a caminar por las cercan&iacute;as  del destacamento, acci&oacute;n que no realizamos desde que hab&iacute;amos llegado. Despu&eacute;s  de 45 minutos de caminar apenas pod&iacute;a subir los escalones para ingresar al  destacamento. Mi pie izquierdo inflamado como antes nunca lo hab&iacute;a visto, era  el responsable de mi terrible dolor. &iquest;Por qu&eacute; ahora? &iquest;La calefacci&oacute;n o el agua caliente  me hab&iacute;an hecho mal? Ahora qu&eacute; importaba, apenas pod&iacute;a apoyar el pie. La  noticia afect&oacute; en lo m&aacute;s profundo a Sergio.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-10', 'jpg',820,632)<\/script> <\/p>\n<p>Sergio decidi&oacute; que  lo apropiado era no arriesgarnos a seguir. Todav&iacute;a faltaba una semana y media y  no cruzar&iacute;amos un lugar habitado. Se comunic&oacute; con el buque Alf&eacute;rez Sobral de la  Armada Argentina para saber si exist&iacute;a alguna posibilidad de que cuando ellos  terminaran su trabajo y estuvieran por regresar a Ushuaia me embarcaran aunque sea  a m&iacute;. Me pareci&oacute; bien y aunque me encontraba muy triste (yo no quer&iacute;a renunciar  a lo que hab&iacute;amos empezado juntos) sab&iacute;a que Sergio ten&iacute;a raz&oacute;n, no pod&iacute;amos  dejar de prevenir teniendo esta posibilidad. El buque hab&iacute;a fondeado la noche  anterior frente al destacamento. No era una ni una emergencia ni una urgencia.<\/p>\n<p>Al otro d&iacute;a  sub&iacute;a al buque. El diagn&oacute;stico del enfermero del barco a minutos de haber  subido al mismo confirmaba que hab&iacute;amos tomado la mejor decisi&oacute;n. La atenci&oacute;n  en el Alf&eacute;rez Sobral fue desde el principio y hasta el final excelente, nos  sentimos como en casa. El comandante Fernando Gabriel Gamero, una persona muy  amable, sensata y gentil, nos mostr&oacute; los registros del terrible clima que hab&iacute;a  golpeado la costa y mis pies. A las 23 horas una ambulancia de la Armada pedida  por el comandante del Alf&eacute;rez Sobral me esper&oacute; en el puerto cuando  desembarcamos.<\/p>\n<p>As&iacute; finaliz&oacute;  uno de los viajes m&aacute;s dif&iacute;ciles pero m&aacute;s maravillosos que he realizado. <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-04', 'jpg',820,556)<\/script> <\/p>\n<p><strong>La puerta abierta<\/strong><\/p>\n<p>No dudar&iacute;a en  aceptar otro viaje igual. No dudo de que voy a recorrer la otra costa de la Pen&iacute;nsula  Mitre. Creo que debe ser protegida sin demora. Tenemos que ser conscientes de  la urgencia que existe en el planeta de salvar los pocos lugares naturales que  quedan y sobre la importancia que estos significan para el ser humano. Trece  horas de filmaci&oacute;n y m&aacute;s de tres mil fotograf&iacute;as completan el diario de este  viaje. Apenas una peque&ntilde;a parte de todo lo que vivimos. Quiero agradecer  especialmente a Sergio por invitarme a&nbsp;  realizar esta traves&iacute;a y por transmitirme tranquilidad, confianza y  seguridad en todo momento. Siempre demostr&oacute; una adaptaci&oacute;n al medio natural que  s&oacute;lo logran aquellos que aman y conocen realmente la naturaleza. A todas las  personas que compartieron y colaboraron en este viaje, todos ellos  incondicionalmente y a nuestras familias que nos apoyaron en todo momento. <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-22', 'jpg',820,550)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><iframe loading=\"lazy\" width=\"480\" scrolling=\"no\" height=\"350\" frameborder=\"0\" marginheight=\"0\" marginwidth=\"0\" src=\"http:\/\/maps.google.com\/maps?f=q&amp;source=s_q&amp;hl=es&amp;geocode=&amp;q=Bah%C3%ADa+Sloggett&amp;sll=-55.004401,-67.107239&amp;sspn=1.121562,3.44696&amp;ie=UTF8&amp;hq=Bah%C3%ADa+Sloggett&amp;hnear=&amp;t=h&amp;ll=-54.482805,-68.15918&amp;spn=4.468822,10.546875&amp;z=6&amp;output=embed\"><\/iframe>\n<\/p>\n<p align=\"center\"><small><a href=\"http:\/\/maps.google.com\/maps?f=q&amp;source=embed&amp;hl=es&amp;geocode=&amp;q=Bah%C3%ADa+Sloggett&amp;sll=-55.004401,-67.107239&amp;sspn=1.121562,3.44696&amp;ie=UTF8&amp;hq=Bah%C3%ADa+Sloggett&amp;hnear=&amp;t=h&amp;ll=-54.482805,-68.15918&amp;spn=4.468822,10.546875&amp;z=6\" style=\"color: rgb(0, 0, 255); text-align: center;\">Ver mapa m&aacute;s grande<\/a><\/small><\/p>\n<p><strong>Agradecimientos<\/strong><br \/>\n  A Mart&iacute;n  Lawrence, Haydee Mernier, Adolfo   Imbert, Gabriel y Alejandro, Farmacia Andina, Carlos Burlando  y Jos&eacute; Luis Diario que desde el mar se encargaron de avisar a nuestras familias  que nos encontr&aacute;bamos bien en esas latitudes. A la armada argentina por todo su  apoyo y compromiso. A la dotaci&oacute;n destinada al destacamento Buen Suceso, C&eacute;sar  Paredes, Luis Ant&uacute;nez, Jes&uacute;s Romero,Walter N&uacute;&ntilde;ez, y  Pablo Villalba que nos trataron como su familia. A toda la tripulaci&oacute;n del  Alf&eacute;rez Sobral y principalmente al se&ntilde;or comandante Fernando Gabriel Gamero.<\/p>\n<p><!--nextpage--><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-15', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-16', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<\/div>\n<p><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-14', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-05', 'jpg',820,556)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-08', 'jpg',820,561)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-11', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-01', 'jpg',820,620)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-20', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-02', 'jpg',820,556)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-24', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('mitre-26', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<div align=\"right\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"15\" height=\"14\" alt=\"\" src=\"\/images\/upload\/puma.gif\" \/><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<table width=\"100%\" cellspacing=\"2\" cellpadding=\"2\" border=\"0\" summary=\"\">\n<tbody>\n<tr>\n<td width=\"329\">\n<p align=\"justify\">En donde termina el continente americano, dos exploradores se adentraron para recorrer la pen&iacute;nsula Mitre, en territorio argentino. Su recorrido tuvo que suspenderse debido a las congelaciones en los pies de la autora.<\/p>\n<\/td>\n<td width=\"129\">\n<div align=\"center\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"110\" height=\"100\" align=\"center\" alt=\"\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/k_mitre.jpg\" \/><\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p> <a href=\"https:\/\/montanismo.org\/2010\/una_dura_travesia_por_peninsula_mitre_tierra_del_fuego_argentina\/\"><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1335,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1007],"tags":[10058],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-3FM","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14122"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1335"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=14122"}],"version-history":[{"count":4,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14122\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":18015,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14122\/revisions\/18015"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=14122"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=14122"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=14122"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}