{"id":14099,"date":"2010-04-21T00:00:00","date_gmt":"2010-04-21T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14099"},"modified":"2012-03-27T18:31:17","modified_gmt":"2012-03-28T00:31:17","slug":"expedicion_al_monte_damavand","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2010\/expedicion_al_monte_damavand\/","title":{"rendered":"Expedici\u00f3n al Monte Damavand"},"content":{"rendered":"<p><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p>Con 5,671 metros sobre nivel del mar, es el monte m&aacute;s alto de Oriente  Medio y el volc&aacute;n m&aacute;s alto de toda Asia. Est&aacute; situado en la cordillera de los  montes Elbruz, a 89 kil&oacute;metros de Teher&aacute;n en el distrito de Larijan. Es la d&eacute;cimo  segunda cumbre m&aacute;s prominente del mundo. Llegar a la cumbre del Damavand, la monta&ntilde;a m&aacute;s alta de Ir&aacute;n, no es  s&oacute;lo una expedici&oacute;n alpinista, sino tambi&eacute;n un reto a la soledad e  incertidumbre.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-1', 'jpg',660,445)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>El monte Damavand<\/em><\/p>\n<p>Todo empez&oacute; al salir de Guatemala el 8 de abril lleno de ilusiones e  incertidumbres de lo que me deparar&iacute;a un pol&eacute;mico pa&iacute;s como Ir&aacute;n, al que por m&aacute;s  de un a&ntilde;o no pude entrar para escalar el famoso volc&aacute;n. Las razones: pol&iacute;ticas principalmente.  Pero eso qued&oacute; atr&aacute;s, finalmente los permisos y contactos estaban ya hechos  gracias a una gran persona iran&iacute;.<\/p>\n<p>Baj&eacute; del avi&oacute;n a Teher&aacute;n, capital de Ir&aacute;n, pasada la medianoche del 10  de abril de 2010. Al salir del aeropuerto, me reun&iacute; con mi contacto local  Ardeshir Soltani, quien me hab&iacute;a ayudado enormemente para poder conseguir el  consabido permiso de ingreso al pa&iacute;s y de escalar el Damavand, una excelente  persona con gran carisma, orgulloso de sus ra&iacute;ces persas y de su monta&ntilde;a.<\/p>\n<p>Recorrimos 35 kil&oacute;metros hasta la ciudad, de m&aacute;s de 15 millones de  habitantes, y la atravesamos. Despu&eacute;s, 90 kil&oacute;metros m&aacute;s por la carretera que  va al Mar Caspio (hacia el Norte). Era curioso bajar en un pueblecito  polvoriento ambientado por algunas peque&ntilde;as tiendas muy iluminadas, en mitad de  la nada. Nadie habla otro idioma que no sea el farsi, ni hab&iacute;a rastro de  monta&ntilde;istas ni pistas que me dijeran que est&aacute;bamos en el lugar apropiado. Por  supuesto, ning&uacute;n extranjero. Me consuela la impresionante vista de las monta&ntilde;as  circundantes, a&uacute;n lejos pero tentadoras que lucen hermosas bajo la luz de la  luna.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-2', 'jpg',660,445)<\/script> <\/p>\n<blockquote>\n<p align=\"center\"><em>Restos de la estatua de bronce destruida que esta en la cima del Monte Damavand<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n<p>Cerca del amanecer paramos a desayunar cabezas de carnero en la regi&oacute;n  de Reyneh, &uacute;ltimo sitio habitado en el acceso a la cara Sur del Monte Damavand,  al que se llega desde el pueblo de Polur. Los iran&iacute;es son agradables y  hospitalarios y hacen grandes esfuerzos para hacerse entender en ingl&eacute;s, lo que  en aquel mundo &ldquo;farsi parlante&rdquo; se agradece enormemente.<\/p>\n<p>Para el &eacute;xito de la escalada, en el invierno que reci&eacute;n finalizaba, es indispensable  el equipo b&aacute;sico de una ruta invernal, ya que la nieve est&aacute; en todos lados y el  fr&iacute;o llega a ser de 35&ordm; C bajo cero. El d&iacute;a de cumbre hay que superar cerca de  2,000 metros de desnivel acumulado en muy pocos kil&oacute;metros. La mayor&iacute;a de los  iran&iacute;es que lo intentan bajan frustrados por la dureza, el fr&iacute;o y el mal de  altura.<\/p>\n<p>En Polur no hay hotel, pero la rec&oacute;ndita estatua dorada de un  monta&ntilde;ista se&ntilde;alando en direcci&oacute;n al Monte Damavand nos indica que estamos en  el lugar apropiado. A las afueras del pueblo hay un &iexcl;albergue de la federaci&oacute;n monta&ntilde;ista  iran&iacute;, con agua caliente, cocina, roc&oacute;dromo, tenis de mesa y habitaciones &ldquo;decentes&rdquo;.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-7', 'jpg',660,500)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Jaime Vi&ntilde;als durante el ascenso a la cumbre del Monte Damavand<\/em><\/p>\n<p>All&iacute; nos quedamos a descansar y dormir el resto del d&iacute;a domingo.  Mientras esper&aacute;bamos la llegada de mi compa&ntilde;ero de escalada, el monta&ntilde;ista  iran&iacute; Majid Doroodgar, con experiencia y gran conocedor de la regi&oacute;n. En el  refugio se disfruta de una tremenda soledad, que a partir de ah&iacute; ser&aacute; constante.<\/p>\n<p>Majid lleg&oacute; al finalizar la tarde y fuimos a Polur para comprar lo que  pudi&eacute;ramos necesitar: pan sin levadura (s&iacute;, talcomo el de la Biblia), galletas,  alguna latas de sardinas&#8230; Incluso probamos las &ldquo;maxigomino&rdquo; que parecen  alfombras de carro pero que son estupendas como alimento energ&eacute;tico. En el  pueblo hay lugares que ofrecen arroz, t&eacute; y kebab de cordero, cordero en trozos,  cordero en salchicha, y varias otras formas de presentaci&oacute;n de lo mismo: cordero.  Tambi&eacute;n hab&iacute;a un yogurt artesanal, a veces con ajo y perejil, que se mezcla con  el arroz. Para mi sorpresa en Polur hay grandes contenedores en los que cae  agua y en su interior, truchas. Una de ellas estaba rica.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-8', 'jpg',660,500)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Ascenso al Damavand<\/em><\/p>\n<p>Muy temprano en la madrugada del lunes 12 de abril nos despedimos de  Ardeshir Soltani y Ali, el guardi&aacute;n del refugio. Caminamos todo el d&iacute;a, unos 25  kil&oacute;metros. Bordeamos cortados precipicios espectaculares, nos frotamos las  manos con la vista de la monta&ntilde;a y descubrimos familias de n&oacute;madas que vienen a  que sus ovejas pasten en los verdes prados. Se alimentan de pan, leche y queso  y viven en tiendas de lona marr&oacute;n id&eacute;nticas a las que se utilizan en otras  partes del mundo, como en el Sahara o las estepas andinas. Al final llegamos a un  refugio a 2,975 metros donde hay una mezquita de c&uacute;pula dorada.<\/p>\n<p>Al d&iacute;a siguiente empezamos a caminar tras una roca de donde parec&iacute;a  salir una vereda en direcci&oacute;n a la monta&ntilde;a. El camino discurr&iacute;a sobre una impresionante  lengua de lava negra, pero pr&aacute;cticamente todo cubierto de nieve floja a cuyos  pies se extienden los pocos verdiales que quedan a esas alturas. Justo enfrente,  la cumbre se impon&iacute;a todo el tiempo. A veces mandaba una fuerte ventisca con  fr&iacute;o congelante y desgarrador&#8230; Calma&#8230; ya veremos si se pasa.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-3', 'jpg',660,445)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Vista del cr&aacute;ter del Monte Damavand desde su cima<\/em><\/p>\n<p>El refugio vivac est&aacute; enfrente de nosotros y se ve casi todo el tiempo,  incluso de noche, porque los iran&iacute;es, que en la monta&ntilde;a no conocen el reloj,  son capaces de empezar a andar a las 6 de la tarde despu&eacute;s de todo un d&iacute;a de  vagancia. Despu&eacute;s de seis horas llegamos al refugio (3,980 metros), que estaba  en condiciones habitables. Cabr&aacute;n unas 30 personas y hay agua a unos 100 metros,  por una vereda que se dirige hacia el glaciar.<\/p>\n<p>Esa vereda, que pasa detr&aacute;s del refugio, es por donde debe subirse a la  cumbre. La ruta va por una arista entre dos glaciares y mantiene un desnivel  muy considerable (de 3,980 a 5,671 metros). El martes nos dedicamos a descansar  y a aclimatarnos, recorremos y exploramos los alrededores de roca, nieve y  hielo, con hermosas vistas de los valles debajo de nosotros. Durante la noche, las  luces de Teher&aacute;n llegaron hasta nosotros.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-4', 'jpg',660,445)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Paisaje en la cumbre del Monte Damavand (14 de abril de 2010)<\/em><\/p>\n<p>Mi&eacute;rcoles 14 de abril, d&iacute;a de cumbre. A las cinco de la ma&ntilde;ana, justo  antes del amanecer, comenzamos a subir. Dos horas despu&eacute;s parec&iacute;a que ya se  tocaba la cumbre con la mano, se palpaba, se respiraba, pero &iexcl;no era cierto!:  era un espejismo. Seguimos&#8230; un paso, otro paso. &ldquo;Dame agua&rdquo;, &ldquo;&iquest;d&oacute;nde est&aacute; mi  guante?&rdquo;, &ldquo;Apresur&eacute;monos que viene otra fuerte ventisca.&rdquo;<\/p>\n<p>Disfrutamos del ascenso, del paisaje, de la compa&ntilde;&iacute;a, de la soledad y tambi&eacute;n  del antip&aacute;tico viento que se colaba por todos lados. Siete horas tardamos en  llegar a la cumbre. El fr&iacute;o hizo mella, la altura se dej&oacute; notar y un eructo de  azufre nos recibi&oacute; en la cumbre. &iexcl;Qu&eacute; cumbre m&aacute;s bonita! Es un c&iacute;rculo perfecto  y blanco, su cr&aacute;ter se da aires de gran volc&aacute;n y su gran fumarola es un gui&ntilde;o  al fr&iacute;o.<\/p>\n<p>Llenos de felicidad tomamos fotos por doquier: del cr&aacute;ter circundante  de la cumbre, de los restos de una estatua de bronce destruida tiempo atr&aacute;s,  del hielo mezclado con el azufre del volc&aacute;n, de la pata semienterrada de un  carnero justo al lado del monumento&hellip; y m&aacute;s. Pero la ventisca no nos dej&oacute;  disfrutar de la vista por mucho tiempo, as&iacute; que &iexcl;para abajo lo m&aacute;s r&aacute;pido  posible para no ser atrapados por la tormenta!<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-5', 'jpg',445,660)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Jaime Vi&ntilde;als en la cumbre del Monte Damavand (14 de abril de 2010)<\/em><\/p>\n<p>Nos dejamos caer por la gran pala de nieve al suroeste del cr&aacute;ter.  Hasta mitad de largu&iacute;sima ladera estaba totalmente congelada: qu&eacute; tensi&oacute;n en lo  alto del impresionante tobog&aacute;n, no permite un descuido. La bajada se hace dura:  cuatro horas sin pausa. Puse el piloto autom&aacute;tico pero los &uacute;ltimos tramos,  nieve floja y profunda, hielo, roca, tierra&#8230; se hicieron interminables. Llegamos  al refugio pasadas las seis de la tarde. A esa hora las nubes no dejaban ver  m&aacute;s all&aacute; de los 4,500 metros.<\/p>\n<p>Sue&ntilde;o, dolor de piernas, dedos entumecidos, sed, polvo&#8230; Quiero beber  algo&hellip; La tarde fue cayendo. Qued&eacute; marcado por esta solitaria experiencia: una  gran monta&ntilde;a, un trocito de Persia, un hito en la historia y la leyenda. Agradecer&eacute;  siempre al Monte Damavand la deferencia de haberme dejado alcanzar, tocar y  gozar su cumbre.<\/p>\n<p>Con esta cima ya llevo 27 de las 50 cumbres m&aacute;s Prominentes del Mundo,  lo cual no ser&iacute;a posible sin el apoyo de mis patrocinadores Rayovac y The North  Face. Gracias tambi&eacute;n a Ardeshir Soltani y Majid Doroodgar por su apoyo,  amistad y hermandad de monta&ntilde;a durante mi estancia en Ir&aacute;n.<\/p>\n<p>&iexcl;Gracias!<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('damavand-6', 'jpg',660,445)<\/script> <\/p>\n<blockquote>\n<p align=\"center\"><em>Majid Doroodgar y Jaime Vi&ntilde;als hermanando naciones en la cumbre del Monte Damavand<\/em><\/p>\n<\/blockquote><\/div>\n<p align=\"center\"><iframe loading=\"lazy\" width=\"425\" scrolling=\"no\" height=\"350\" frameborder=\"0\" src=\"http:\/\/maps.google.com\/maps\/ms?source=s_q&amp;hl=es&amp;geocode=&amp;ie=UTF8&amp;hq=%D9%82%D9%84%D9%87+%D8%AF%D9%85%D8%A7%D9%88%D9%86%D8%AF&amp;hnear=Damavand,+Ir%C3%A1n&amp;t=k&amp;msa=0&amp;ll=35.953414,52.111512&amp;spn=0.006158,0.008347&amp;msid=117544304426770811669.000484f33bba2b9cace2f&amp;output=embed\" marginwidth=\"0\" marginheight=\"0\"><\/iframe>\n<\/p>\n<p align=\"center\"><small><a style=\"color: rgb(0, 0, 255); text-align: center;\" href=\"http:\/\/maps.google.com\/maps\/ms?source=embed&amp;hl=es&amp;geocode=&amp;ie=UTF8&amp;hq=%D9%82%D9%84%D9%87+%D8%AF%D9%85%D8%A7%D9%88%D9%86%D8%AF&amp;hnear=Damavand,+Ir%C3%A1n&amp;t=k&amp;msa=0&amp;ll=35.953414,52.111512&amp;spn=0.006158,0.008347&amp;msid=117544304426770811669.000484f33bba2b9cace2f\">Ver Monte Damavand en un mapa m&aacute;s grande<\/a><\/small><\/p>\n<div align=\"right\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"15\" height=\"14\" alt=\"\" src=\"\/images\/upload\/puma.gif\" \/><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<table width=\"100%\" cellspacing=\"2\" cellpadding=\"2\" border=\"0\" summary=\"\">\n<tbody>\n<tr>\n<td width=\"329\">\n<p align=\"justify\">El Damavand, en Ir&aacute;n, es la d&eacute;cimo segunda cumbre m&aacute;s prominente del mundo. El monta&ntilde;ista guatemalteco Jaime Vi&ntilde;als tuvo que esperar mucho tiempo para que le dieran permiso de acercarse a esa monta&ntilde;a pero finalmente la subi&oacute; y con ello logr&oacute; su cumnbre 27 de las 50 m&aacute;s prominentes del mundo.<\/p>\n<\/td>\n<td width=\"129\">\n<div align=\"center\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"110\" height=\"100\" align=\"center\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/k_damavand2010.jpg\" alt=\"\" \/><\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p> <a href=\"https:\/\/montanismo.org\/2010\/expedicion_al_monte_damavand\/\"><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1267,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1007],"tags":[10055],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-3Fp","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14099"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1267"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=14099"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14099\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":18034,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14099\/revisions\/18034"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=14099"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=14099"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=14099"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}