{"id":14065,"date":"2010-03-16T00:00:00","date_gmt":"2010-03-16T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14065"},"modified":"2012-09-18T01:00:43","modified_gmt":"2012-09-18T07:00:43","slug":"el_rio","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2010\/el_rio\/","title":{"rendered":"El r\u00edo"},"content":{"rendered":"
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Wade Davis. El río. Exploraciones y descubrimientos en la selva amazónica<\/em>. Banco de la República \/ El Áncora Editores, Bogotá. 2001. 639 páginas. ISBN: 958-36-0076-8<\/p>\n

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\n Para un lector a quien le gustan los relatos de viajes, un libro con un nombre como este sugiere desde el descubrimiento del Amazonas hasta la época moderna pasando por todos aquellos que han buscado en esa extensa región de América del Sur la leyenda de El Dorado hecha realidad: un lugar lleno de oro que perdió a cientos de viajeros.<\/p>\n

Pero el libro no es eso precisamente, sino la historia de la exploración etnobotánica del Amazonas, vista en tres generaciones: la del propio autor, su mentor (Richard Evans Schultes) y el mentor de éste. Por supuesto, con este giro drástico, uno puede quedar desencantado de entrada y dejar la lectura.<\/p>\n

Sin embargo, Wade Davis logra algo más importante que sólo un bosquejo histórico de las exploraciones de una superficie más amplia que los Estados Unidos: logra dar una idea de lo que es el Amazonas desde cualquier ángulo. No se tratan sólo de sus visitas o las de Schultes, sino de proporcionar al lector con la información necesaria para que sepa por qué el botánico va ahí.<\/p>\n

¿A buscar la planta de la coca o el uso de los hongos en Oaxaca? A principios del siglo pasado era un enigma, igual que muchas plantas alucinógenas. Schultes encontró el significado de la planta para la gente que la usaba y con ello comenzó la etnobotánica.<\/p>\n

“…el naturalista, interesado en las plantas y los animales, cosas ambas que preocupan de cerca a los indios, generalmente es aceptado con exceso de atención a sus deseos. Estos líderes son caballeros, y todo lo que se requiere para sacar a la luz su suave virilidad es una virilidad de recíproca cortesía. Hasta que el desagradable barniz de la cultura occidental introduce la codicia, la impostura y la exploración, que tan a menudo van a la par de costumbres extrañas para estos hombres de la selva, conservan esas características que las sociedades civilizadas modernas sólo pueden envidiar.” (Richard Schultes, citado en p. 265-266)<\/p>\n

La historia de Schultes y de las propias exploraciones pueden ser muy interesantes, pero sin el marco histórico, social y cultural con que las rodea Wade Davis, pasarían a ser un punto más en el mundo de relatos de exploración. Davis le da un nuevo sentido a la palabra “exploración” cuando une lo que pasó hace 500 años con lo que está haciendo ahora o con sus planes a futuro… sólo buscando una planta, sea entre los indios que ingieren peyote en Estados Unidos o los hongos en Oaxaca o la coca en América del Sur.<\/p>\n

Un ejemplo increíble de ello es la breve historia del caucho que narra en las páginas 277-285. Sencilla, desde el nombre con que los indios conocían a la planta del caucho, pasando por los usos indistintos y accidentales que le llegaban a dar los europeos hasta su explotación a gran escala debido a la segunda guerra mundial.<\/p>\n\n\n\n