{"id":13860,"date":"2009-07-22T00:00:00","date_gmt":"2009-07-22T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=13860"},"modified":"2012-04-13T20:57:40","modified_gmt":"2012-04-14T02:57:40","slug":"elbrus_la_tercera_de_mis_siete_cimas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2009\/elbrus_la_tercera_de_mis_siete_cimas\/","title":{"rendered":"Elbrus: la tercera de mis Siete Cimas"},"content":{"rendered":"<p><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p><strong>Preludio<\/strong><\/p>\n<p>Rusia es un lugar muy particular. Es uno de los protagonistas m&aacute;s  importantes de la historia de la humanidad del siglo XX. Influenci&oacute; de gran  manera el rumbo del destino de varios pa&iacute;ses y la filosof&iacute;a e ideales de muchos  seres humanos. Cuando se visita Rusia, a&uacute;n se puede tener la experiencia de lo  que dej&oacute; el r&eacute;gimen comunista de la Uni&oacute;n Sovi&eacute;tica que dur&oacute; m&aacute;s de siete d&eacute;cadas y  que termin&oacute; hace s&oacute;lo 18 a&ntilde;os.<\/p>\n<p>Como turista, Rusia me parece un pa&iacute;s que tiene demasiadas reglas. Las  personas me parecen poco flexibles y con tan pocos a&ntilde;os de turismo extranjero,  la cultura de servicio al cliente, satisfacci&oacute;n del cliente y sonre&iacute;r son a&uacute;n  conceptos lejanos a su realidad actual. Encontr&eacute; muy pocas personas que supieran  hablar ingl&eacute;s y a las pocas que lo hablan se les entiende poco por el fuerte  acento local. No dudo que buena parte de las personas sean de buen coraz&oacute;n y  estoy segura que si supiera hablar ruso, hubiera podido conocer m&aacute;s gente y  haber hecho nuevas amistades.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('andrea-elbrus2', 'jpg',537,366)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>El Elbrus, la monta&ntilde;a m&aacute;s alta de Europa<br \/>\n  Haz click en la imagen para agrandarla<\/em><\/p>\n<p>Un paseo por Mosc&uacute; resulta muy emocionante: llegar a la Plaza Roja y ver la  maravillosa arquitectura de la catedral que tiene un dejo de Disneylandia con  tantos colores, texturas y formas incre&iacute;bles y alegres. Dentro del Kremlin, los  muros que rodean el lugar en donde la Uni&oacute;n Sovi&eacute;tica ten&iacute;a  su sede bajo el r&eacute;gimen comunista y que antes proteg&iacute;a a la nobleza y a la  iglesia.<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n<p><strong>Rumbo a la monta&ntilde;a<\/strong><\/p>\n<p>Despu&eacute;s de esa probadita de la historia de Rusia nos embarcamos Manoel  Morgado y yo hacia la Cordillera del C&aacute;ucaso, donde se encuentra nuestro gran  objetivo: el Monte Elbrus, el punto m&aacute;s alto de Europa, mi tercera cumbre de  las siete m&aacute;s altas de cada continente.<\/p>\n<p>Me sorprend&iacute; al ver la belleza natural a mi alrededor. No esperaba ver  tanta vegetaci&oacute;n, tantas flores de todos colores, tanto verde, tantos &aacute;rboles.  Por un momento pienso que estoy metida en alguna escena de las postales suizas,  con caba&ntilde;as de madera, picos nevados y vacas en los valles verdes. Cuando veo m&aacute;s  al frente los incontables edificios de apartamentos grises y tristes alrededor  de un lugar de minas de donde se extra&iacute;an metales, me recuerdo d&oacute;nde estoy.<\/p>\n<p>Los primeros cuatro d&iacute;as en la regi&oacute;n del C&aacute;ucaso nos dedicamos a la  aclimataci&oacute;n previa a la futura escalada. Cada d&iacute;a vamos a un valle diferente  que nos lleve a unos cuantos cientos de metros m&aacute;s arriba que el d&iacute;a  precedente.<\/p>\n<p>Estoy con cuatro amigos de Brasil que esta vez son clientes, que ya  viajaron con nosotros anteriormente. Ellos, como nosotros, est&aacute;n aturdidos y  frustrados por sentirnos tan lejanos, donde nos es muy dif&iacute;cil, si no imposible,  comunicarnos con otra gente. Estamos intentando subir una monta&ntilde;a donde no  sabemos muy bien qu&eacute; esperar. Pero siempre hay una primera vez y por lo general  es la m&aacute;s dif&iacute;cil. A nuestros amigos les toc&oacute; a nuestros clientes: los  conejillos de indias de esta expedici&oacute;n.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('andrea-elbrus5', 'jpg',656,500)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Fotograf&iacute;a, cortes&iacute;a de Jaime Vi&ntilde;als<\/em><\/p>\n<p>Manoel y yo estamos m&aacute;s acostumbrados a situaciones nuevas donde hay que descubrir  todo. Por eso resolvemos las complicaciones que vamos encontrando en el camino:  un cuarto que tiene una cama matrimonial en vez de dos individuales, un almuerzo  que no es suficiente para la larga caminata que tenemos por la frente, un cuarto  sin aire acondicionado, un chofer de taxi que maneja como loco, un t&eacute; con ocho  cucharadas de az&uacute;car&#8230;<\/p>\n<p>V&iacute;ctor, un ruso muy r&uacute;stico, nos acompa&ntilde;a y nos ayuda pero su ingl&eacute;s se  reduce a tres frases &nbsp;que repite en hilera:  &ldquo;I don&rsquo;t know, understand? No problem!&rdquo; Un gran optimista, especialmente en las  dos ocasiones en donde la polic&iacute;a nos par&oacute; y nos pregunt&oacute; por un registro del  cual nunca tuvimos conocimiento. Despu&eacute;s de la segunda &ldquo;mordida&rdquo;, V&iacute;ctor segu&iacute;a  dici&eacute;ndonos &ldquo;No problem&rdquo;. As&iacute; estamos a la merced de la generosidad o del abuso  de esta gente. No podemos explicarnos, ni defendernos ni informarnos y nos  preguntamos si en la monta&ntilde;a ser&aacute; diferente.<\/p>\n<p>Tomamos tres telef&eacute;ricos para llegar al campo base del Elbrus (3,700 metros).  No pod&iacute;a creer lo que ve&iacute;a: motos y camiones para nieve, m&aacute;s telef&eacute;ricos y  cientos de j&oacute;venes de las ciudades con su patineta de nieve, una competencia de  esqu&iacute; y un evento de una bebida energizante local con m&uacute;sica moderna a todo  volumen. Me parece imposible estar en la monta&ntilde;a. Sin duda una experiencia muy  diferente.<\/p>\n<p>En el campo base hay unos <em>containers<\/em> en forma de barriles en donde caben de seis a doce personas. Son m&aacute;s c&aacute;lidos y c&oacute;modos  que una carpa, aunque hay poca privacidad. Nos instalamos y planeamos los pr&oacute;ximos  cuatro d&iacute;as: nos aclimatar&iacute;amos mejor.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('andrea-elbrus4', 'jpg',820,620)<\/script> <\/p>\n<p>El primer d&iacute;a en la monta&ntilde;a lo vemos desanimados en su aclimataci&oacute;n: subir  y bajar. Y quiz&aacute; es la raz&oacute;n de su estado de &aacute;nimo: se sube la monta&ntilde;a en  tramos peque&ntilde;os para bajarla por el mismo lugar, como estar escalando la monta&ntilde;a  sin llegar nunca a la   cumbre. Algunos est&aacute;n preocupados con su condici&oacute;n f&iacute;sica y se  preguntan si esas caminatas son realmente importantes o tal vez sea mejor  guardar las energ&iacute;as para el d&iacute;a de cumbre.<\/p>\n<p>Una buena o mala aclimataci&oacute;n juega un papel fundamental en la monta&ntilde;a. Es dif&iacute;cil  saber cu&aacute;ndo cada persona est&aacute; lista para intentar la cumbre o seguir subiendo  porque cada uno tiene tiempos diferentes para adaptarse. Al menos el 30% de las  personas tiene alg&uacute;n s&iacute;ntoma de altitud: dolor de cabeza,&nbsp; cansancio, falta de apetito, n&aacute;usea, insomnio  y en los peores casos v&oacute;mitos y mareos.<\/p>\n<p>Despu&eacute;s tres d&iacute;as, me veo y siento muy cerca y muy lejos de mi objetivo.  Alguien se siente d&eacute;bil, otro no tiene las botas necesarias para intentar la  cumbre y su confianza desvanece, otro no duerme bien y el otro tiene una fea tos.  Decidimos que intentar&iacute;amos la cumbre al d&iacute;a siguiente, el d&iacute;a de descanso para  los clientes. Apostar&iacute;amos todo en esa ocasi&oacute;n porque sab&iacute;amos que el d&iacute;a en  que ir&iacute;amos con los clientes uno de nosotros tendr&iacute;a que bajar si alguno de  ellos desiste.<\/p>\n<p><strong>El techo de Europa<\/strong><\/p>\n<p>A la ma&ntilde;ana siguiente salimos en el primer cami&oacute;n de nieve hasta el punto  de partida para la escalada, a 4,600 metros. Ah&iacute; me siento fr&iacute;a y sin energ&iacute;as.  Me pongo toda la ropa que traigo, incluyendo m&aacute;scara y gorro corta viento. Manoel  sale al frente y logra mantener un paso r&aacute;pido y constante, subiendo a cinco  metros por minuto. Con ese ritmo demoraremos s&oacute;lo tres horas y media para  llegar a la cumbre. Imposible. El tiempo normal para grupos organizados es de 8 a 10 horas. Intento seguir el  ritmo pero me siento fatigada y con mucho calor. Me detengo y quito ropa e  intento alcanzar a Manoel. La primera secci&oacute;n de la escalada es bastante  inclinada. En realidad, no sabemos el camino, me recuerdo que salimos sin  preguntar cu&aacute;l de las dos cumbre es la m&aacute;s alta.<\/p>\n<\/div>\n<p><!--nextpage--><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p>El Elbrus es un volc&aacute;n aislado y no cuenta con la protecci&oacute;n de las otras  monta&ntilde;as contra los fuertes vientos, nevascas y tormentas inesperadas. Una compa&ntilde;&iacute;a  de monta&ntilde;a puso se&ntilde;ales con banderitas rojas. Podemos ubicarnos, especialmente  cuando llegan nubes densas. Estamos a m&aacute;s de 5,000 metros y la altitud comienza  a hacerse sentir. Manoel y yo disminuimos el ritmo. Intento pegarme a &eacute;l porque  la visibilidad se reduce a cada instante. A&uacute;n faltan m&aacute;s de 600 metros en  vertical. No s&eacute; qu&eacute; esperar del camino.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('andrea-elbrus3', 'jpg',520,395)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Haz click en las fotograf&iacute;as para agrandarlas<\/em><\/p>\n<p>Antes de salir acordamos que regresaremos a m&aacute;s tardar a las 4 de la tarde,  sea donde sea que nos encontremos. Hago unos c&aacute;lculos r&aacute;pidos, salimos a las  10:45 AM, tenemos un poco m&aacute;s de 6 horas para subir desde 4,600 metros y llegar  a la cumbre a 5,642 metros y bajar hasta nuestro campo a 3,700 metros. Dudo si  llegaremos a tiempo.<\/p>\n<p>Al llegar a la divisi&oacute;n de las dos cumbres (5,250 metros) encontramos a las  &uacute;ltimas dos personas que bajan de la cumbre, una pareja rusa. &iquest;Cu&aacute;l es la  cumbre oeste? Lenguaje corporal, se&ntilde;as y palabras&hellip; pero no saben a lo que me  refiero. Nos hacen se&ntilde;as para decirnos algo como &ldquo;es muy tarde para seguir  subiendo&rdquo;. Les agradecemos en ruso &ldquo;<em>spasivo<\/em>&rdquo;  pero no, no queremos perder nuestra &uacute;nica oportunidad de cumbre.<\/p>\n<p>Aunque los riesgos me asusten me gusta sentirme en la aventura, tomando  riesgos, no tener un gu&iacute;a diciendo qu&eacute; hacer o donde ir, como en la reciente expedici&oacute;n  al Mckinley. Pero al Mckinley s&eacute; c&oacute;mo lidiar con temperaturas extremas, viento  fuerte y poca visibilidad. Todo va a estar bien. Pasos m&aacute;s lentos y respiraci&oacute;n  m&aacute;s r&aacute;pida y fuerte. Nos concentramos en las se&ntilde;ales rojas que desaparecen en  la bruma. Seguiremos caminando hasta que haya se&ntilde;ales, no importa si llevan a  la cumbre este u oeste.<\/p>\n<p>En este punto, que las se&ntilde;ales nos lleven a cualquier lugar ya es ganancia.  Llegamos a una parte plana a 5,500 metros. Son las 14:45 de la tarde y nos  puede llevar otra hora para subir los &uacute;ltimos 142 metros. Caminamos 15 minutos m&aacute;s  y vislumbro unas familiares banderitas de colores de Nepal que las personas por  tradici&oacute;n ponen en las cumbres de los picos de los Himalayas. La cumbre. Cualquiera  que fuera, era una cumbre. Son las 15:00 y lo logramos.<\/p>\n<p>&iexcl;Lo logramos!<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('andrea-elbrus1', 'jpg',820,620)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Andrea Cardona en la cumbre del Elbrus<\/em><\/p>\n<p>Viento y fr&iacute;o, nubes m&aacute;s densas. Fotos con cada bandera. Es la mitad de la monta&ntilde;a  y para completarla debemos bajar hasta el campo base, casi dos mil metros. Al  empezar el descenso, empieza a nevar. En unos instantes nuestros huellas se  cubrieron completamente de nieve resbaladiza. Manoel va por enfrente de m&iacute;, r&aacute;pidamente,  y me insta a bajar r&aacute;pido. Pero no puedo. No conf&iacute;o en mis pies y por un  momento no se qu&eacute; hacer. Recuerdo lo importante que es saber bajar r&aacute;pido.<\/p>\n<p>Me digo: &ldquo;Si caigo, ojal&aacute; que no duela&rdquo;, y empiezo a correr hacia abajo. Diez  minutos despu&eacute;s, la nevasca ces&oacute; pero seguimos bajando r&aacute;pido porque nos esperan  seis kil&oacute;metros para llegar a nuestro acogedor <em>container<\/em> de metal. Sue&ntilde;o con comer una deliciosa cena rusa  cocinada por F&aacute;tima, nuestra gord&iacute;sima cocinera que se encari&ntilde;&oacute; conmigo y me  llama de &ldquo;princesa&rdquo;.<\/p>\n<p>Llegamos a las seis de la tarde. Un tiempo record. Tardamos 4:15 horas para  subir y dos para bajar. La salida hacia la cumbre con los clientes est&aacute;  programada para las tres de ma&ntilde;ana del d&iacute;a siguiente. Despertador, a la una. Me  acuesto a las ocho pero no puedo relajarme como suelo hacer despu&eacute;s de una  cumbre. S&eacute; que tengo que ser fuerte y prepararme para subir de nuevo.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('andrea-elbrus6', 'jpg',620,465)<\/script> <\/p>\n<p><strong>Segundo ascenso<\/strong><\/p>\n<p>La salida de madrugada es incre&iacute;blemente fr&iacute;a y con mucho viento y por ir  el doble de despacio respecto a ayer. Mi cuerpo empieza a enfriarse. Muevo en continuaci&oacute;n  los dedos de pies y manos. Me duelen por el fr&iacute;o, pero mientras duelan est&aacute;n  vivos. Subo con Luiz, muy simp&aacute;tico y le cuesta mucho subir. Se siente exhausto  desde el comienzo. Pierde un cramp&oacute;n y le hago una peque&ntilde;a plataforma con el  m&iacute;o para que coloque su bota desnuda y no resbale. As&iacute; respiro m&aacute;s r&aacute;pido y paro  repetidas veces para recuperar el aliento. <\/p>\n<p>Luiz me detiene. Su mano se est&aacute; congelando. Le doy masaje para devolverle  la circulaci&oacute;n y la m&iacute;a se entibia con el movimiento. Luiz me dice que ya no  quiere seguir. No me mira a los ojos. Le pido que caminemos hasta el lugar  donde encontremos sol. All&iacute; podr&aacute; descansar sin riesgo mientras yo subo a la  cumbre con Antonio, el de mejor condici&oacute;n f&iacute;sica del grupo.<\/p>\n<p>Cuando llegamos al sol, menciono que s&oacute;lo faltan 200 metros de los 10 d&iacute;as  de expedici&oacute;n y los varios vuelos y gastos para llegar hasta Rusia. Le pongo  todo en una perspectiva m&aacute;s amplia y le ofrezco mi cramp&oacute;n para seguir  subiendo. Luiz escucha, se sienta, come, se hidrata y piensa lo que quiere  hacer. Al final decide seguir. S&eacute; que esa &uacute;ltima parte ser&aacute; lent&iacute;sima, pero  estoy dispuesta a llevarlo a la   cumbre. Es la primera monta&ntilde;a nevada para este hombre y s&eacute;  que est&aacute; siendo una prueba dur&iacute;sima.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('andrea-elbrus7', 'jpg',820,620)<\/script> <\/p>\n<p>La experiencia con este grupo me hacer recordar que yo era&nbsp; as&iacute; hace s&oacute;lo tres a&ntilde;os. Pienso en todo lo  que avanc&eacute;, pero a&uacute;n estoy suficientemente cerca a su realidad para poder  comprender c&oacute;mo se sienten y ser alguna ayuda moral tambi&eacute;n.<\/p>\n<p>A las 11:20 de la ma&ntilde;ana, despu&eacute;s de siete horas y media, le tomaba fotos en  la cumbre m&aacute;s alta de Europa. Yo estaba pisando esa misma cumbre por segunda  vez en menos de 24 horas. Me di cuenta que Manoel y yo s&iacute; hab&iacute;amos ido a la  cumbre correcta. El tiempo est&aacute; un poco mejor que el d&iacute;a anterior y tengo unos  instantes de cielo despejado para contemplar el estupendo paisaje que vive  eternamente alrededor de la monta&ntilde;a reina del lugar: el Monte Elbrus.<\/p>\n<\/div>\n<div align=\"right\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"15\" height=\"14\" src=\"\/images\/upload\/puma.gif\" alt=\"\" \/><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<table width=\"100%\" cellspacing=\"2\" cellpadding=\"2\" border=\"0\" summary=\"\">\n<tbody>\n<tr>\n<td width=\"329\">\n<p align=\"justify\">Andrea Cardona y Manoel Morgado (Guatemala y Brasil, respectivamente) est&aacute;n buscando lograr las <em>Siete Cimas<\/em>. Este es el relato de Andrea de su reciente ascenso al Elbrus, la monta&ntilde;a m&aacute;s alta de Europa, enviado a <em>montanismo.org<\/em> desde Rusia.<\/p>\n<\/td>\n<td width=\"129\">\n<div align=\"center\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"110\" height=\"100\" align=\"center\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/k_andrea-elbrus.jpg\" alt=\"\" \/><\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p> <a href=\"https:\/\/montanismo.org\/2009\/elbrus_la_tercera_de_mis_siete_cimas\/\"><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1326,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1015],"tags":[],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-3By","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/13860"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1326"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=13860"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/13860\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":18329,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/13860\/revisions\/18329"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=13860"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=13860"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=13860"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}