{"id":13312,"date":"2008-03-24T00:00:00","date_gmt":"2008-03-24T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=13312"},"modified":"2012-05-28T14:59:13","modified_gmt":"2012-05-28T20:59:13","slug":"escalar_en_rocodromos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2008\/escalar_en_rocodromos\/","title":{"rendered":"Escalar en roc\u00f3dromos"},"content":{"rendered":"
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John Long. Escalar en rocódromos<\/em>. Ediciones Desnivel, Madrid. Tercera edición, 2006. 80 páginas. ISBN: 978-8487-746697.<\/p>\n\n\n
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Los expertos en el tema sólo están de acuerdo en esto: la escalada en muro artificial no es hermana gemela de la escalada en roca; son más bien como primas segundas. En mi opinión, ambas deben aprenderse por separado.<\/em><\/p>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/table>\n

\"\" La escalada dejó de ser hace muchos años sólo una actividad que se realizaba en paredes naturales. “Los muros artificiales de escalada como tal, cubiertos y al aire libre, surgieron en Inglaterra, Alemania y Norteamérica a finales de los años sesenta” (p. VI).<\/p>\n

Pero fue hasta la década de 1980 que comenzaron a ser populares. Ahora, la escalada en muros artificiales es quizá más común que la que se lleva a cabo en roca natural y es común ver a niños pequeños que la practican con entera libertad y sin miedo.<\/p>\n

Los muros, como toda la escalada, tienen sus reglas y para poder usarlos plenamente y sin peligros, John Long escribió este pequeño libro, en busca de que la escalada sea óptima: “la mejor manera de hacer una escalada significa subir con el menor esfuerzo posible.” (p. 31)<\/p>\n\n\n