{"id":13272,"date":"2008-02-20T00:00:00","date_gmt":"2008-02-20T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=13272"},"modified":"2008-02-20T00:00:00","modified_gmt":"2008-02-20T00:00:00","slug":"al_polo_norte_en_la_noche_polar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2008\/al_polo_norte_en_la_noche_polar\/","title":{"rendered":"Al Polo Norte en la noche polar"},"content":{"rendered":"
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Una fotografía sateliatal cerca del Cabo Arktichesky Cape el 17 de diciembre del 2007. Los campos negros son aguas abiertas; los grises son hielo de diferentes espesores. Se nota que el Cabo Arktichesky está rodeado por agua. Imposible empezar ese día.<\/font><\/div>\n

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Sólo dos regiones en el mundo tienen la noche más larga: los Polos. La Antártida es un continente rodeado de mares y el Ártico es un mar congelado rodeado de continentes. Ir al Polo Sur es un reto para muchos pues se esfuerzan en romper tiempos de recorrido hasta la base que está justo en el paralelo 90º.<\/p>\n

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Pero eso mismo no puede hacerse en el Polo Norte, donde la superficie congelada está sujeta a fuertes presiones que la mueven, la quiebran la rompen y la levantan con una fuerza tremenda. La banquisa es un terreno muy cambiable que puede ir desde ser perfectamente lisa y donde se pueden recorrer decenas o centenas de kilómetros en un día hasta ser un mar abierto, lo que nadie quisiera encontrarse.<\/p>\n

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Por eso, el equipo que debe llevarse al Polo Norte es mucho más variado que si el objetivo fuera el Polo Sur, como trajes secos, por ejemplo, para nadar en los espacios abiertos. Como quiera que sea, ir a uno de los Polos sigue siendo una proeza si se realiza por los propios medios. Pero hacerlo durante la noche, esos largos meses donde el sol no aparece en el horizonte, resalta más el logro.<\/p>\n

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Matvey Shparo (32 años) y Boris Smolin (46) decidieron ir al Polo Norte, pero no esperaron a que las temperaturas bajaran, sino que comenzaron a caminar del Cabo Arktichesky el 22 de diciembre (día en que inicia oficialmente el invierno) con dirección siempre norte, hasta llegar al Polo.<\/p>\n

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Comenzamos esta expedición para demostrar que los rusos aún tenemos capacidad para grandes hechos.<\/em><\/p>\n

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Su primer problema: temperaturas más bajas de lo previsto. Se cansaban más rápido, descansaban menos, consumían más combustible del esperado… Los vientos hacían derivar la banquisa hacia otra dirección e incluso contraria, así que aunque caminaran hacia el norte durante todo un día, el resultado era que apenas se habían movido o se movían hacia el sur.<\/p>\n

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Lo más triste es que a pesar de nuestros violentos intentos de movernos hacia el norte, nuestro nuevo campamento estaba 6 km más al sur que nuestro campamento de ayer.<\/em><\/p>\n

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Ruta seguida por Matvey Shparo y Boris Smolin desde el Cabo Arktichesky, el 22 de diciembre del 2007 hasta el 20 de febrero del 2008, casi en el paralelo 87 Norte.<\/p>\n

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Durante el día es demasiado delgado y el viento demasiado frío para detenerse 10 minutos para comer algo. Pero a pesar del cansancio, las noches no son garantía de que uno pueda dormir pues la banquisa puede romperse debajo de uno y caer al mar.<\/p>\n

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Nuestra rutina diaria consiste en 10 horas para dormir, luego a levantarse, 20 horas de viaje, cena y a dormir. Durante el descanso necesitamos cocinar la comida, limpiar la ropa de nieve, escribir en el diario y reparar el equipo. Vivimos como con un piloto automático. Todo se ha unido a un solo e interminable día y sólo gracias a nuestro teléfono sabemos qué día de la semana es, aunque no es realmente de importancia para nosotros.<\/em><\/p>\n

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A pesar de esa rutina de 20 horas de viaje y días de 30 horas, el avance puede ser muy lento: en 20 días sólo cubrieron 200 kilómetros. En comparación, Hannah McKeod hizo su viaje hasta el Polo sur en 39 días, 10 horas y 33 minutos en el 2006.<\/em><\/p>\n

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A través de Internet le preguntaron a Mat cómo compararía en dificultad su viaje con otros. Su respuesta fue clara:<\/p>\n

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Todo mundo sabe que ahora cualquier persona puede escalar la cumbre del Monte Everest si paga 50 mil dólares estadounidenses y podrá decir después “He conquistado la cumbre más alta del mundo”. Estoy plenamente seguro de que aquí no hay clientes ni tampoco un solo guía que pueda llevar a los turistas al Polo norte en invierno. Aquí todo es diferente. La zona de la muerte del Everest se presenta en los últimos 500-700 metros cerca de la cumbre. En nuestra expedición, cada día es como si fuera el día del asalto a la cima, aunque todo se realiza a nivel del mar.<\/em><\/p>\n

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Un reto así es difícil de planear y, de hecho, ellos opinan que “es imposible estar preparado ante una expedición de esta magnitud”. Así que con el intenso frío y el rápido consumo de su combustible, tuvieron que ceder a uno de sus objetivos: terminar el viaje sin apoyo externo. Recibieron suministros desde fuera: comida y combustible para poder continuar. Para ellos, fue maná del cielo.<\/p>\n

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Pero les esperaba algo más: una de las estufas falló definitivamente.<\/p>\n

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Generalmente me gusta cuando hay un margen de seguridad. Es bueno tener dos estufas, dos GPS, dos estaciones de radio y un teléfono de reserva. Pero cuando algo falla comienza a preocuparme que la expedición llegue a un estadio crítico. Era grandioso tener dos estufas porque podíamos calentar la tienda al doble y porque había un margen de seguridad y ahora no lo tenemos. De hecho, tenemos que reparar todo nuestro equipo: esquíes, bastones, tienda y linternas. Todo.<\/em><\/p>\n

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A pesar de todo, los dos viajeros de la noche polar continuaron y algo nuevo ha sucedido: han visto atisbos del sol: apenas una línea que apenas se distingue de entre la noche polar. El 20 de febrero, estaban en 86° 56.693 N, 72° 57.359 E, lo que los coloca a tres grados del Polo Norte, es decir, bastante más al norte de la latitud que alcanzara Nansen (86º13.6’ N).<\/em><\/p>\n

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Hay una sensación constante de que un oso polar está en algún sitio cerca de ti, especialmente durante el mal tiempo. También hay una sensación constante de que mañana amanecerá y que veremos que ayer no alcanzamos un buen sitio para acampar, que estaba muy cerca. Pero son sensaciones, no alucinaciones.<\/em><\/p>\n

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La expedición no ha terminado pero ya los grandes exploradores polares les han enviado cartas de reconocimiento por viajar en la noche al Polo Norte.  Børge Ousland, Will Steger, Ranulph Fiennes, Jean-Louis Etienne y Vladimir Chukov siguen la pista de la expedición.<\/p>\n

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\"BorgeMatvey Shparo y Boris han comenzado la expedición más difícil que quepa imaginar, esquiando al Polo Norte en la oscuridad total. Pocos pueden entender el atrevimiento y reto de este viaje. Sólo llegar al casquete de hielo desde el Cabo A<\/em>rktichesky es un obstáculo grande y aún quedan aproximadamente mil kilómetros para llegar al Polo Norte. Necesitan esquiar sobre un hielo delgado y movedizo, cruzar a nado las aguas abiertas y observar permanentemente por si hay osos merodeando. Siempre oscuro, siempre frío y siempre encarando el peligro de que el hielo de rompa debajo de ellos.<\/em><\/p>\n

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Mike Horn y yo hicimos un viaje similar en el 2006, comenzando en el Cabo Arktichesky el 22 de enero. En esta expedición estuvo oscuro el primer mes y entonces, gradualmente vino la luz. Después de más de seis mil kilómetros en esquís en el Océano Ártico, puedo decir honestamente que esta expedición fue una de de las más difíciles que hice jamás. Matvey y Boris harán su expedición en completa oscuridad del principio al final. Tengo un gran respeto por este reto y lo sigo cada día. No obstante, espero que los dos exploradores tengan éxito y que reciban el reconocimiento que merecen por esta sorprendente aventura.<\/em><\/p>\n

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Matvey y Boris tienen mi gran admiración.<\/em><\/p>\n

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Børge Ousland<\/p>\n

Explorador Polar<\/p>\n

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La victoria está en ese único paso, ese único paso a la vez. No dejen que el distante horizonte los desanime. Muévanse cuando pudan moverse, descansen cuando no puedan moverse. La luz del Año Nuevo pronto estará ahí, concéntrense en ello, está llegando. Lo lograrán.<\/em><\/p>\n

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Will Steger<\/p>\n

Explorador Polar<\/p>\n

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\"\" Casi 30 años han pasado para inspirar a la humanidad a atreverse  a intentar una expedición sin apoyo externo al Polo en la época de diciembre a febrero en condiciones de absoluta oscuridad. Mis jóvenes colegas, su resultado será un nuevo récord mundial… Es importante que en el centenario del Primer Intento al Polo Norte, estén demostrando capacidades nuevas y modernas del ser humano. Tengan cuidado. Les deseo un gran éxito.<\/em><\/p>\n

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Sir Ranulph Fiennes<\/p>\n

Explorador Polar<\/p>\n

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Me parece  increíble poder empujar un trineo muy pesado a través del frío y la noche en el hielo muy quebrado del Océano Ártico. Estoy impresionado por su rendimiento. Les deseo que encuentren en su mente y su cuerpo la fortaleza para completar este muy ambicioso y excitante objetivo. Son muy valientes.<\/em><\/p>\n

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Dr. Jean-Louis Etienne<\/em><\/p>\n

Explorador Polar<\/em><\/p>\n

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\"VladimirNo hay sentido que pueda describir las condiciones de pesadilla bajo las cuales ustedes viajan al Polo, como es imposible imaginar todo esto si nunca has estado ahí. Les deseo paciencia y autocontrol, lo mismo que fortaleza. No sólo fortaleza física. Sé por mi experiencia qué tan importante es cuando hay alguien en el continente que está dispuesto a compartir contigo parte de tu viaje. Hay montones de tal gente, apoyándolos y nosotros estamos entre ellos. Mis queridos compañeros, ¡les deseo toda la fortaleza y éxito! No tiene sentido desearles buen camino pues no hay tal cosa en el Océano Ártico.<\/em><\/p>\n

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Polar Explorer<\/em><\/p>\n

Leader of the Arctic Polar Center<\/em><\/p>\n

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Al Polo Norte se dirige una pareja de rusos a pie y en un viaje sin apoyo externo. Es la primera ocasión que se intenta hacer todo el viaje al Polo en los meses de completa oscuridad. La expedición es, por su dureza, centro de atención de los exploradores polares más destacados y se espera que logren una nueva mundial. <\/p>\n<\/td>\n

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