{"id":12703,"date":"2007-05-04T00:00:00","date_gmt":"2007-05-04T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12703"},"modified":"2007-05-04T00:00:00","modified_gmt":"2007-05-04T00:00:00","slug":"como_escuchar_a_tu_cuerpo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2007\/como_escuchar_a_tu_cuerpo\/","title":{"rendered":"Cómo escuchar a tu cuerpo"},"content":{"rendered":"
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Como la mayoría de actividades nuevas, aprender a escuchar tu cuerpo requiere experiencia y práctica; sin embargo, una vez que aprendas a entender lo que tu cuerpo te está diciendo, llegará a ser cada vez más fácil. Después de todo, nadie conoce tu cuerpo mejor que tú.<\/p>\n

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Tu cuerpo se comunica contigo de varias maneras en el momento en el que una articulación o músculo tienen problemas. Los medios más frecuentes que usa tu cuerpo para decirte que algo va mal son: dolor, hinchazón, rigidez, ruidos e inestabilidad.<\/p>\n

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\"\"DOLOR<\/p>\n

Piensa en el dolor simplemente como la manera que tiene tu cuerpo de decirte que está surgiendo una lesión o irritación. El dolor puede venir de muchas fuentes. Puede ser debido a una acumulación de sustancias químicas (como ácido láctico), que estimula ciertas terminaciones nerviosas en los músculos. El dolor puede ser debido a causas mecánicas, como la degeneración normal del cuerpo, o puede estar causado por la inflamación o irritación de alguna superficie articular. Dejando de lado la causa, hay básicamente tres tipos de dolor: vago, localizado y retardado.<\/p>\n

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INFLAMACIÓN<\/p>\n

La inflamación es la acumulación de fluidos alrededor o dentro de una articulación o de un músculo. Es el primer método que tiene el cuerpo para curarse y se conoce también como proceso inflamatorio. El cuerpo intenta llevar productos sanguíneos fluidos para luchar contra la lesión y limpiar el área lesionada. A veces la hinchazón y el proceso de inflamación causan más problemas que la lesión inicial; sin embargo, ten en cuenta que un poco de hinchazón es necesario para que tenga lugar la curación. A efectos prácticos, considera que un poco de hinchazón podría estar bien, mientras que demasiada no es buena y debería eliminarse con antiinflamatorios.<\/p>\n

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\"\"RIGIDEZ<\/p>\n

La rigidez puede originarse en el interior de una articulación y puede ser debida a la hinchazón, a un cartílago dañado o a una protusión ósea (osteofito) intraarticular en caso de artritis. Este agarrotamiento también puede estar causado por factores externos a la articulación; unos tendones inflamados o tirantes son fuentes frecuentes de rigidez. En general, la rigidez sin dolor local en una articulación es probablemente el resultado de un daño o inflamación muscular y no implica un problema serio. La rigidez asociada con dolor local, sin embargo, implica una situación más grave.<\/p>\n

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RUIDO<\/p>\n

Los ruidos, crepitaciones o chasquidos en una articulación pueden crear confusión en corredores, ciclistas, senderistas y escaladores. Es muy importante estar atento a los ruidos e interpretarlos correctamente. Si el ruido o el chasquido están asociados con dolor local, generalmente indican un problema potencial. El ruido puede causarlo una rugosidad entre superficies articulares, como ocurre en la condromalacia, o la irritación de la articulación en la osteoartritis o en un menisco roto; sin embargo, en la cadera o en la rodilla, el ruido puede deberse al simple deslizamiento de un tendón sano al pasar sobre la protuberancia normal del hueso.<\/p>\n

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Como regla general, modera aquellas actividades que provoquen ruido articular. Aunque en un principio no se relacionen con dolor, los chasquidos persistentes y la irritación pueden llevar a la formación de rugosidades y finalmente a tendinitis. Si la articulación produce un ruido pero no dolor, rigidez ni hinchazón, generalmente basta con mantenerse atento al ruido sin necesidad de hacer mayores cambios en la actividad deportiva; en todo caso, la moderación es la clave.<\/p>\n

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INESTABILIDAD<\/p>\n

Las articulaciones se mantienen sujetas con músculos y ligamentos. Algunas articulaciones, como los hombros y las rodillas, son inherentemente inestables. Otras articulaciones, como las caderas, son mucho más estables. La inestabilidad articular o que se vaya<\/em> una articulación puede ser el resultado de dos problemas diferentes. Uno tiene que ver con la articulación de la rodilla o los ligamentos que hay alrededor y dentro de dicha articulación, por ejemplo el ligamento cruzado anterior. Los otros problemas pueden tener factores relacionados con los músculos que rodean la articulación; por ejemplo, la debilidad en los músculos del muslo puede causar que la rodilla ceda<\/em>.<\/p>\n

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La inestabilidad y el hecho de que una articulación ceda, pueden ser problemas graves y no se deberían ignorar, especialmente por los alpinistas. La inestabilidad, aunque no conlleve dolor, debería ser valorada cuidadosamente por un profesional de la salud. Al principio la inestabilidad debería tratarse simplemente restringiendo aquellas actividades que la causan, desarrollando los músculos que rodean la articulación, y elevando y tratando cuidadosamente los factores articulares, como pueden ser un ligamento desgarrado o un fragmento suelto dentro de la articulación.<\/p>\n

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Tomado de: Dr. Gary N. Guten (coordinador). Lesiones en deportes de aire libre<\/em>. Ediciones Desnivel, Madrid, 2007. 352 páginas. ISBN: 978-84-9829-057-8. Páginas 18-19 <\/p>\n

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Saber escuchar lo que el cuerpo dice pareciera ser algo natural, pero que se ha perdido poco a poco hasta no saber qué es lo que tenemos que escuchar realmente del cuerpo cuando algo va mal. Este es un breve esquema de cómo escuchar a tu cuerpo para detectar si algo anda mal.<\/p>\n<\/td>\n

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