{"id":12683,"date":"2007-04-11T00:00:00","date_gmt":"2007-04-11T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12683"},"modified":"2007-04-11T00:00:00","modified_gmt":"2007-04-11T00:00:00","slug":"hipotermia_en_canones_y_barrancos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2007\/hipotermia_en_canones_y_barrancos\/","title":{"rendered":"Hipotermia en cañones y barrancos"},"content":{"rendered":"
B. Según el tiempo de exposición.<\/strong><\/p>\n Aguda<\/strong>. Corresponde a un cambio repentino de temperatura, sería el caso de alguien que, por ejemplo, queda atascado en un rapel con caudal abundante de agua fría durante varios minutos (si el agua está a 5ºC y teniendo en cuenta el desgaste físico, la humedad interna del neopreno y el posible frío acumulado, en pocos minutos podemos entrar en hipotermia).<\/p>\n <\/p>\n Subaguda<\/strong>. Es la más típica que se puede asociar a la práctica del barranquismo y se asocia muchas veces al agotamiento y a la falta de reservas energéticas, es decir, comida. Esto hace referencia a la típica frase de “comer antes de tener hambre y beber antes de tener sed”. Sobre todo si realizáis descensos en invernal, debéis considerar que vuestro organismo debe responder adecuadamente al gasto energético (calorías quemadas) asociado al ejercicio, pero también al gasto energético debido al mantenimiento de vuestra temperatura corporal. No somos organismos nuestra temperatura por exposición al sol, sino que el control de temperatura responde a un complejísimo sistema de señales a nivel cerebral y periférico. Así que no debemos convertirnos en verdugos de nuestro cuerpo, tenemos que cuidarlo y mimarlo. Nadie es más fuerte por aguantar más comiendo menos. El problema en la aparición de esta hipotermia es que aparece de manera lenta, y generalmente nos percatamos cuando ya es un poco tarde, o más bien se percatan nuestros compañeros.<\/p>\n <\/p>\n Crónica<\/strong>. Es un estado prolongado en el tiempo y se asocia a patologías que repercuten en el correcto funcionamiento de los mecanismos de regulación de la temperatura corporal.<\/p>\n <\/p>\n Si evaluamos ambas clasificaciones, probablemente estaremos de acuerdo en que la mejor valoración de un estado de hipotermia sea una ponderación entre ambas clasificaciones. Con ello me refiero a que una hipotermia subaguda puede ser leve o grave, y, por tanto, por más subaguda que sea, no debemos considerarla igual, es decir, no nos quedemos con lo que dicen los libros. Creo que lo mejor es intentar razonar las cosas, y para ello es necesario tener unos mínimos conocimientos para saber, en cada momento, qué tipo de repercusión tiene nuestra actuación o por qué una actuación es adecuada o no (tema aspirina, por ejemplo). Aún así, es fácil equivocarse, puesto que nadie tiene todos los conocimientos y aunque alguien crea tenerlos, ni mucho menos es perfecto, así que, ante la duda, haremos únicamente lo que conozcamos (nunca experimentaremos con un compañero), y actuaremos como si la hipotermia fuera grave. Con ello tampoco quiero decir que debamos caer en la histeria colectiva, porque eso no ayuda mucho, aunque es cierto que cuando los problemas acuden, no es fácil mantener la calma y la cabeza clara.<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n CAUSAS DE LA HIPOTERMIA<\/strong><\/p>\n Sin duda, el agente indispensable para que sobrevenga la hipotermia es el frío (la intensidad del mismo y el tiempo de exposición); sin embargo, otras situaciones ambientales, como el viento o el grado de humedad, agravan notablemente la sensación de frío (debemos saber que el efecto del agua multiplica por 32 la aparición de la hipotermia, la humedad por 14 y el viento por 10). Otros factores que también favorecen la hipotermia y sobre los cuales sí podemos incidir son:<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/ul>\n <\/div>\n <\/p>\n Tratamiento<\/strong><\/p>\n Naturalmente, el tratamiento dependerá del grado de afectación de los signos vitales del individuo. Ahora bien, hay una parte inicial común que debe realizarse tanto en hipotermias severas como graves, que se encuentran dentro de nuestras posibilidades.<\/p>\n <\/p>\n La primera más obvia es retirar cuanto antes a la persona de la acción del frío<\/strong>. Es vital que esta maniobra sea progresiva. Si podemos disponer de una fuente de calor (por ejemplo, una hoguera), no debemos acercar al afectado hasta que adquiera un buen color de cara. Lo mejor es acercarlo progresivamente a la fuente de calor. Debemos olvidar también arroparlo de forma desmesurada. Así pues, la opción de la fuente de calor intensa es la última que deberemos aplicar. Únicamente cuando veamos cambios en la recuperación podemos hacer eso, mientras tanto, las fuentes de calor son un peligro importante.<\/p>\n <\/p>\n Quitarle el neopreno mojado o húmedo<\/strong>. Lo mejor es asegurarse y quitarle toda la ropa, no sea que nuestra sensación de humedad no sea la correcta, y ponerle ropas secas (de ahí la importancia de llevar siempre algo de ropa seca en el bote o en alguna saca estanca), procurando igualmente que nada le apriete y condicione una buena circulación. Recordad que la circulación, sobre todo en extremidades, está comprometida, y que, llevada a un extremo, una falta de circulación prolongada puede provocar la pérdida de algún miembro como dedos, pies, manos, etcétera. Mientras buscáis un posible lugar de abrigo, y esperáis la llegada de los cuerpos de rescate (si su intervenciones necesaria), nos serán de gran utilidad las mantas térmicas (esas aluminizadas que todos tenemos que llevar en el bote estanco). También es importante, a la hora de recalentar, procurar hacerlo con material impermeable, de ese modo evitamos la pérdida de calor corporal por evaporación, así que, las mantas térmicas serán una buena opción como primera capa para cubrir al paciente.<\/p>\n <\/p>\n Favorecer la circulación<\/strong>. Dar masajes, evitar que esté de pie o hacerle caminar, puesto que agrava el cansancio, y frotarle suavemente las manos y la cara.<\/p>\n <\/p>\n Proporcionarle líquidos<\/strong>, a poder ser azucarados, para darle energía y, a la vez, corregir la volemia. Estos líquidos no deben ser muy calientes, pero tampoco fríos (hoy en día existen bebidas autocalentables). Nunca dar alcohol. Evitar darle de comer, al menos en los estados iniciales, sobre todo comidas pesadas, puesto que ello exige más sangre a nivel abdominal y debemos recordar que la hipotermia compromete seriamente la circulación.<\/p>\n <\/p>\n Hablarle y obligarle a hablar para evitar que pierda la conciencia<\/strong>.<\/p>\n <\/p>\n No dejarle solo para que esté tranquilo. Le controlaremos el pulso y la respiración con frecuencia, y no daremos por sentado que la hipotermia ha desaparecido aún cuando nuestro compañero nos diga que se siente mejor.<\/p>\n <\/p>\n No dar ningún tipo de medicación<\/strong>.<\/p>\n <\/p>\n Practicar la reanimación cardiopulmonar<\/strong> si ha entrado en paro cardiaco.<\/p>\n <\/p>\n Evacuar a un hospital tan pronto como sea posible.<\/p>\n <\/p>\n Y nunca, absolutamente nunca, menospreciemos en nuestros compañeros los síntomas de cansancio, frío, agotamiento, etcétera.<\/p>\n <\/div>\n <\/p>\n Clínicamente se define la hipotermia cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35º C. Ahora bien, tenemos que tener presente que no es lo mismo tener sensación de frío y temblores que estar en una situación de hipotermia. Todos esos síntomas que nos sobrevienen en las situaciones de frío son mecanismos termorreguladores normales del organismo, pero a veces no son suficientes para recuperar la pérdida de temperatura en la hipotermia. Así pues, cuando la temperatura corporal desciende a 32º C, estos mecanismos, puesto que tampoco son útiles, desaparecen. Nos estamos refiriendo a:<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/ul>\n <\/p>\n Todos estos mecanismos están controlados o vehiculizados por sustancias de naturaleza diversas, proteínas, enzimas [también son proteínas], etcétera, que no son funcionales<\/em> a bajas temperaturas, de ahí que, en temperaturas inferiores a 33-32º C, estos mecanismos empiezan a fallar. Pensad también que, en deportes, la frecuencia cardiaca y respiratoria se incrementa, no únicamente por el frío, sino también por el ejercicio que se está haciendo, con lo cual ejercicio+frío no es la combinación más óptima.<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n Clasificación de la hipotermia<\/strong>: La hipotermia se puede clasificar según la temperatura a la cual llegue el organismo, o bien según el tiempo de exposición a ambientes fríos.<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n A. Según la temperatura corporal<\/strong><\/p>\n Leve<\/strong>. Cuando la temperatura corporal oscila entre los 32 y los 35º C. La leve es plenamente recuperable, obviamente si se retira al individuo del ambiente frío y con un buen tratamiento.<\/p>\n <\/p>\n Moderada<\/strong>. Cuando la temperatura corporal oscila entre los 32º C y los 28º C. Lo más destacable es la desaparición de los temblores, la posible dilatación de la pupila y que la actividad muscular decrece hasta llegar a ser casi nula.<\/p>\n <\/p>\n Grave<\/strong>. Cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 28º C. Puede comprometer la vida del organismo. Grosso modo, se dice que por debajo de los 28º C uno está especialmente torpe, divaga, etcétera, y que si baja mucho más de 28º C sobreviene el paro cardiaco.<\/p>\n <\/div>\n <\/p>\n <\/p>\n Sintomatología<\/strong><\/p>\n La sintomatología difiera y se agrava en función del grado de la hipotermia (y aquí vamos a hacer una clasificación un tanto distinta a la que podemos encontrar en los libros, puesto que la desaparición de los síntomas propios de hipotermias leves y la aparición de síntomas graves es progresiva):<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/ul>\n <\/p>\n <\/ol>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/ul>\n <\/ul>\n <\/p>\n <\/div>\n <\/p>\n ESQUEMA DE ACTUACIÓN<\/strong><\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/tr>\n <\/tbody>\n <\/table>\n <\/p>\n Lo que nunca debemos hace<\/strong>r<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/ul>\n <\/p>\n <\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n <\/p>\n
<\/p>\n Síntomas<\/strong><\/td>\n Actuación<\/strong><\/td>\n <\/p>\n Palidez<\/td>\n Aflojar cinturones, arneses, cuerdas, guantes, chaquetas, pantalones…<\/td>\n <\/p>\n Temblores y escalofríos<\/td>\n Cambiar la ropa fría y húmeda por ropas secas<\/td>\n <\/p>\n Pulso y respiración acelerados<\/td>\n Cubrir con material impermeable, si se dispone de él<\/td>\n <\/p>\n Apatía, desconcierto, obnubilación y cansancio<\/td>\n Recalentamiento progresivo con ayuda de mantas y ropas<\/td>\n <\/p>\n Lentitud y pérdida de reflejos<\/td>\n Masajes en extremidades<\/td>\n <\/p>\n Pérdida o desaparición de la sensibilidad (sobre todo en extremidades)<\/td>\n Dar líquidos azucarados temperados (no muy calientes)<\/td>\n <\/p>\n Arritmia cardiaca<\/td>\n Si está consciente, hablarle y hacerle hablar<\/td>\n <\/p>\n Coma<\/td>\n Si está consciente, colocarlo en posición de seguridad (más o menos de costado)<\/td>\n <\/p>\n Paro cardiaco y respiratorio<\/td>\n Reanimación cardiopulmonar. Traslado a un centro asistencial.<\/td>\n <\/p>\n