{"id":12669,"date":"2007-03-15T00:00:00","date_gmt":"2007-03-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12669"},"modified":"2007-03-14T00:00:00","modified_gmt":"2007-03-14T00:00:00","slug":"el_patagonico_cerro_mocho","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2007\/el_patagonico_cerro_mocho\/","title":{"rendered":"El patagónico Cerro Mocho"},"content":{"rendered":"
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La Patagonia se encuentra en la provincia argentina de Santa Cruz. Para llegar ahí, se llega primero a la ciudad de Calafate y luego se toma transporte vía terrestre al Chaltén. <\/p>\n

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Arribé a Calafate cerca de las nueve de la noche, con un clima bastante malo. Ya me estaba esperando en el aeropuerto la persona que me llevaría al Chaltén, donde se hospedan la mayoría de los escaladores y gente que hace trekking en la montaña. Al Chaltén llegamos a medianoche, directamente a las cabañas "Cerro Torre". Estaba lloviendo constantemente.<\/p>\n

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El Chaltén se encuentra ubicado al pie de la cordillera de los Andes, en la sección del Lago Viedma del "Parque Nacional los Glaciares", en el oeste de la provincia de Santa Cruz. A una distancia de 500 km de Río Gallegos y a 360 metros sobre el nivel del mar. El Chaltén es un pueblo pequeño en constante expansión.<\/p>\n

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\"Grupo<\/p>\n

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2 de febrero<\/strong><\/p>\n

Me reuní con los hermanos Iker y Eneko Pou y demás escaladores vascos en casa de Capi un escalador argentino que había escalado con ellos el Fitz Roy a principios de enero.<\/p>\n

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El tiempo no era bueno. En los próximos cinco días se predecía mal tiempo, lluvias y hasta vientos de 60 kilómetros por hora, situación que hace imposible escalar en Patagonia. Pero en el Chaltén se tiene la opción de escalar en búlder o deportiva en la zona del Calamar. Sólo así relajábamos la tensión y el estrés de no poder acercarnos a la montaña.<\/p>\n

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Preguntábamos por el clima y nos dijeron de una ventana de buen tiempo para los días seis o siete de febrero. Eneko, Salva y yo preparamos el material necesario y la comida para tres o cuatro días y salimos el día 7 de febrero. No se veía bueno el día y saliendo del pueblo nos encontramos a Juan Vallejo que nos advirtió que esperáramos para el día siguiente.<\/p>\n

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Así que el ocho de febrero, temprano por la mañana, iniciamos la caminata hacia el campamento Niponinos<\/em>, que quiere decir “Ni polacos ni noruegos”. Del Chaltén a Niponinos<\/em> se cubre una distancia de  17   kilómetros  aproximadamente y se pasa por ríos, se pasa por tirolesas, bosque, senderos, aristas, cascadas, morrenas y el glaciar del Cerro Torre.<\/p>\n

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\"El<\/p>\n

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Durante la caminata en el glaciar, cruzando una grieta, nuestro compañero Salva resbaló y se rompió una costilla. Aun así llegamos los tres al campamento Niponinos<\/em>. Ya se encontraban ahí la mayoría de los escaladores listos para intentar escalar.<\/p>\n

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Si el tiempo lo permitía, Iker y capi intentarían la aguja desmochada del lado del cordón del Fitz Roy. Nosotros intentaríamos del lado del cordón del Cerro Torre la ascensión del Cerro Mocho (1,953 metros) por la ruta Benitiers<\/em>, con una dificultad de 6b (5.10c) obligatorio, ED-A1, 14 largos (500 metros).<\/p>\n

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9 de febrero<\/strong><\/p>\n

A las cinco de la mañana nos desayunamos. Eneko y yo hicimos los últimos preparativos y empezamos la caminata hacia la rampa de nieve del Cerro Mocho. Llegamos a la rampa y no había huella alguna. Iniciamos con la nieve casi hasta las rodillas, lo que dificultó nuestra llegada a la repisa donde se inicia la escalada. Ahí nos quitamos piolets, crampones y todo el equipo para hielo y nos colocamos los pies de gato, las cintas, los friends , etc. Un cambio de mundo.<\/p>\n

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A las nueve de la mañana comenzamos la escalada. Una travesía con partes un poco sueltas y con los guantes puestos empecé a escalar en libre el quinto largo. Cabe mencionar que empezamos del quinto largo ya que los primeros cuatro estaban bajo la nieve. En el sexto largo (fácil: V+) sentí mucho frío y me fue incómodo escalar con los dedos fríos. Después vienen los largos más difíciles: un diedro de 6b (5.10c) y un 6c (5.11ª, según el topo). Este último decidí  ascender por la cuerda para mayor rapidez ya que la ventana de buen clima no terminaba por abrirse del todo.<\/p>\n

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Terminando estos largos se continúa por una cuarta clase bastante expuesta que conecta a la torre final que nos llevaría a la cumbre. Para esto nos faltarían cinco largos, todos bastante mojados y en algunos tramos escurría el agua por las fisuras. <\/p>\n

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Los últimos largos fueron muy fáciles: fisuras de palmas, empotres cómodos, lajas grandes y los dos últimos largos a favor. El último es en slab.<\/em> Con cuidado pero ya contentos de estar en la cumbre, la disfrutamos mucho.<\/p>\n

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Y fue impresionante ver de cerca el Cerro Torre, la torre Egger y, a lo lejos, la laguna Torre. Eran las nueve de la noche y estuvimos sólo unos minutos en la cumbre para empezar a buscar los rapeles y bajar.<\/p>\n

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Decidimos colocar los rapeles con nuestros propios cordinos y abandonar mosquetones. Hicimos rapeles cortos para no tener problemas al recuperar la cuerda. Ya a oscuras y con dificultad desescalamos la parte de la cuarta clase.<\/p>\n

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\"Ixchel10 de febrero<\/strong><\/p>\n

Llegamos a la repisa donde habíamos dejado el resto del material a las tres de la mañana del siguiente día. Hicimos un descanso de sólo diez minutos, bebimos agua y comimos un poco. Intentamos dormir pero yo no pude así que le dije a Eneko que continuáramos con el descenso.<\/p>\n

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Desescalamos unas rocas con un poco de hielo y sin problemas llegamos a la rampa de nieve, por donde habíamos caminado con nieve hasta la cintura el día anterior. Con los pies adoloridos corrimos cuesta abajo, deslizándonos por partes de nieve.<\/p>\n

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Llegamos a Niponinos<\/em> a las siete de la mañana del 10 de febrero.<\/p>\n

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Ese día fue soleado, con cielo despejado y sin viento.<\/p>\n

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Más tarde llegaron Juan Vallejo, Alberto Iñurrategui y Juan Mario. Bajaban de la Aguja de Saint Exupéry. Si el día siguiente era bueno también, como lo decía la predicción del tiempo, Eneko y yo intentaríamos la aguja de la S, que se encuentra del lado del cordón del Fitz Roy.<\/p>\n

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\"El<\/p>\n

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\"Ixchel11 de febrero<\/strong><\/p>\n

Con el despertador puesto a las 4 de la mañana y la casa de campaña casi arrancada y con las paredes rebotando en nuestras caras por los fuertes vientos de 80 kilómetros por hora, empezamos a quitar el campamento, al igual que otros, entre la lluvia y el viento. La retirada fue difícil, sobre todo en el glaciar. Tenía que hacer pausas mientras pasaban las ráfagas de viento y me detenía sobre los bastones… y al mirar para atrás ya no se veía el Cerro Torre. Tan sólo, entre nubes, la cumbre del Mocho.<\/p>\n

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Nota<\/strong><\/p>\n

Escalar en Patagonia-sur no siempre contiene altos grados de dificultad en cuanto a la escalada en roca, sino que lo difícil es la complejidad de los acercamientos, largos expuestos y tener experiencia en la escalada mixta, además de una buena táctica y logística de cuando atacar la pared, ya que se está a merced de los cambios de clima.<\/p>\n

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\"Cerro<\/div>\n

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En la Patagonia, a la sombra del Cerro Torre, el Cerro Mocho no llama la atención. Mocho porque parece cortado transversalmente, su cumbre es amplia. Ixchel Reyes realizó la primera ascención mexicana a ese cerro junto con el español Eneko Pou en febrero de este año. <\/p>\n<\/td>\n

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