{"id":12579,"date":"2006-10-13T00:00:00","date_gmt":"2006-10-13T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12579"},"modified":"2006-10-13T00:00:00","modified_gmt":"2006-10-13T00:00:00","slug":"imagenes_de_un_montanista_por_el_tibet","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2006\/imagenes_de_un_montanista_por_el_tibet\/","title":{"rendered":"Imágenes de un montañista por el Tíbet"},"content":{"rendered":"
Después de leer los últimos mensajes de estas semanas en el foro [Xtremers], como en otras ocasiones, con toda libertad, me gustaría expresar mi opinión. Pero me encuentro con que me resulta muy difícil describirme la sensación y las emociones que siento. Entre tantas cosas, se me vienen tres imágenes a la mente. Las dejo para quien tenga tiempo de leer y pensar.<\/p>\n

\"Monte<\/p>\n

<\/p>\n

La primera imagen que me viene a la mente, es sobre la idea de morir, como una posibilidad.<\/p>\n

<\/p>\n

\"\"En todas las disciplinas y actividades existe una situación equivalente a las que a mi me han pasado, cuando suceden accidentes. En un glaciar, cuando tu compañero se desliza y cae a una grieta, o una rimaya o algo parecido, el instinto siempre te hace tratar de apoyarte, física o psicológicamente a lo mas seguro y familiar que tengas a la mano.<\/p>\n

<\/p>\n

Invariablemente voltea a mirarte. Su mirada se fija en ti, su<\/em> compañero, asegurado y estático del otro lado de la cuerda. Esa sensación es inolvidable. Y lo que te provoca mucho más: la idea de morir. Más de una vez he terminado de rodillas llorando al pie de una montaña, asustado, porque pude morir.<\/p>\n

<\/p>\n

Esas imágenes me hacen pensar en la posibilidad de morir, como un elemento que me hace respetar, madurar y tener criterio, y sobre todo proteger. Amar la vida sobre todas las cosas y proteger a mis compañeros y amigos.<\/p>\n

<\/div>\n

<\/p>\n

<\/p>\n

La tercera imagen que me viene a la mente, es algo muy personal. Y mágico. Destaca entre muchas cosas que he decido guardar para mí. Es el rostro de un hombre bueno.<\/p>\n

<\/p>\n

Hace unos meses visité la Gran China, por asuntos de trabajo. Dada mi pasión por las montañas, hice todo lo que estuvo a mi alcance para hacer un penoso viaje hacia la meseta de Qingham-Tibet. Fue penosa, porque con diez días libres, lo único que podría hacer era dormir en el tren y en los transportes y, a pesar del cansancio, caminar, caminar y caminar.<\/p>\n

<\/p>\n

\"Monte<\/p>\n

<\/p>\n

Acercarme de Lhasa hacia la entrada del gran cañon Tzeng-Po que atraviesa los Himalayas no fue un reto montañista. Fue una prueba de resistencia donde viajé en transporte siete días seguidos y caminé cuatro días seguidos solamente. Tan sólo para acercarme a la gran cordillera, amanecer con la vista de los grandes ochomiles al frente. Y la magia de la zona.<\/p>\n

<\/p>\n

\"\"Antes de regresar por donde vine, en una caminadita de unas ocho horas dirigiéndome hacia la zona del sagrado Monte Kailash, llegué a una pequeña construcción que era un pequeño santuario tibetano. Estaba un religioso haciendo té y un muchacho que parecía su familiar. El muchacho se veía apurado leyendo un libro. Me senté algo cansado y desvelado. Los miré con una sonrisa, tratando de recuperar el aliento, con bastante frío y algo triste porque ya tenía que regresar.<\/p>\n

<\/p>\n

Me habían regalado unos dulces deliciosos hechos con rebanadas de flor de loto en algo que parecía almíbar. Los saqué y empecé a comerlos. El religioso me miró con una sonrisa. No puede evitar ofrecerle con una seña. Con gusto me aceptó uno, y también con señas me llevó al interior de la construcción donde estaba el adoratorio budista.<\/p>\n

<\/p>\n

El muchacho me siguió. El monje me sirvió té caliente y empezó a quitarme los zapatos. Lavó mis pies. Mientras tanto, me platicaba cosas que yo no entendía por no conocer su idioma. El muchacho me traducía un poco al inglés.<\/p>\n

<\/p>\n

“Los caminantes extranjeros vienen a esta región por morbo o por espiritualidad, no se pueden saber si son hombres buenos o malos. Tú eres inocente, y eres bueno. Se ve que has caminado mucho. Mereces la bendición de alguien que haga algo bueno por ti. Gracias por venir.”<\/p>\n

<\/p>\n

\"\"Cuando emprendí salí de regreso, el religioso me tomó de las dos manos y dijo algo que supongo fue una bendición y un deseo de buena suerte. Llevaba unas gafas de sol de plástico, muy viejas de esas que uno encuentra en los mercados por un par de dólares, rayadas y llenas de dedos. Se las quitó y su cara totalmente curtida por el sol y sus ojos hundidos brillaron.<\/p>\n

<\/p>\n

No me había visto que jamás había visto la cara de un hombre bueno. Hasta ese día.<\/p>\n

<\/p>\n

Amigos… Yo no soy asesino. No subo a las montañas a matar gente. No soy criminal. No vivo pensando en hacerle daño a las personas.<\/p>\n

<\/p>\n

No deseo morir haciendo lo que me gusta. Deseo hacer lo que me gusta toda la vida. Y contarlo.<\/p>\n

<\/p>\n

Amo la vida. Y no deseo morir.<\/p>\n

<\/p>\n

Soy montañista.<\/p>\n

<\/div>\n

<\/p>\n

\"\"<\/div>\n

<\/p>\n

<\/p>\n

La segunda imagen que me viene a la mente, es sobre la idea de muerte como una realidad. Además de las cualidades de todo montañista, que son naturales a la filosofía del deporte, yo tengo una particular, que incluso a veces me hace actuar de la manera que hago: instinto de protección. He cambiado rutas, horarios, incluso la gente con la que salgo, sólo por proteger a los miembros que vienen en mi grupo.<\/p>\n

<\/p>\n

Me fascina llevar gente a la montaña. Sobre todo si es su primera vez en algo. Me gusta mostrarle cosas y enseñar técnica a la gente. Siempre habían sido públicas las salidas en este foro. Siempre estaban abiertas todas las rutas y todas las crónicas. Siempre había información y referencias de como llegar y con quién ir. <\/p>\n

<\/p>\n

Me apego a la propuesta de la Asociación de Montañismo de la UNAM: hay sitios que ya no debemos visitar. Nuestros programas y salidas tienen que evitar ciertas zonas. Y tenemos que saber todos sobre ello. Pero ¿por qué tenemos que ser nosotros los que lo hagamos? En principio me indigna la idea. Pero sutilmente me viene una respuesta que no es tan paradójica: porque somos montañistas.<\/p>\n

<\/p>\n

\"peregrino<\/p>\n

<\/p>\n

Ahora, los delincuentes también saben leer correo electrónico. También escalan montañas.<\/p>\n

<\/p>\n

Mas de una vez me he topado con que personas de pueblos alrededor de los volcanes platican alguna idea distorsionada de algún comentario familiar para mí: algún comentario que salió de este foro. Lo bueno y lo malo de nuestra imagen, sale también de aquí.<\/p>\n

<\/p>\n

Siempre estaré dispuesto a abrir plática con cualquiera que me encuentre en la montaña. Siempre me detendré a ofrecer ayuda. Siempre apoyaré en cualquier contingencia a un montañista, nos agredamos o no, o estemos en desacuerdo en nuestra filosofía personal o no. La idea de alguien familiar, que te tienda la mano y sea tu primera ayuda <\/em>en un accidente, es lo mas reconfortante que hay es la naturaleza.<\/p>\n

<\/p>\n

Pero ahora más que nunca, esta actitud, la de siempre, me trae a la cabeza una idea que no puedo manejar: puedo morir por eso<\/em>. Necesito ayuda con esa idea. No puedo ubicarme.<\/p>\n

<\/div>\n

<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\n\n\n
\n

Son imágenes que un montañista tiene a lo largo de su vida y con las cuales se queda. Imágenes de la montaña o de su vida pasada en ella. "…me resulta muy difícil describirme la sensación y las emociones que siento. Entre tantas cosas se me vienen tres imágenes a la mente. Las dejo para quien tenga tiempo de leer y pensar."<\/em><\/p>\n<\/td>\n

\n
\"\"<\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

<\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1019,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1007],"tags":[],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-3gT","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12579"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1019"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12579"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12579\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12579"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12579"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12579"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}