{"id":12541,"date":"2006-07-31T00:00:00","date_gmt":"2006-07-31T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12541"},"modified":"2012-11-23T17:03:52","modified_gmt":"2012-11-23T23:03:52","slug":"el_misterio_de_mallory_e_irvine","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2006\/el_misterio_de_mallory_e_irvine\/","title":{"rendered":"El misterio de Mallory e Irvine"},"content":{"rendered":"
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Tom Holzel y Audrey Salkeld. The Mystery of Mallory and Irvine<\/em>. Mountaineers Books, Fully Revised Edition (2000), Seatle. 362 páginas. ISBN 0-89886-726-6<\/p>\n

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\n El ocho de junio de 1924, aproximadamente a las 8:00 horas, George L. Mallory y Andrew Irvine partieron de su campamento VI hacia la cima del Monte Everest. A la una de la tarde Noel Odell los vio por última vez “Dirigiéndose a la cima con decisión”.<\/em><\/p>\n

Nadie los volvió a ver.<\/p>\n

Murieron en las partes altas de la montaña, dejando al mundo con una duda: ¿habían conquistado la montaña mas alta del mundo?<\/p>\n

Esto han intentado contestar Tom Holzel y Audrey Salkeld a lo largo de sus amplios capítulos que conforman un libro con una muy buena dosis de historia; y lo han hecho de manera formidable.<\/p>\n

Se nos muestra una fiel reproducción de la escena del montañismo en la década de los 20’s y especialmente del himalayismo, cuando todo era muy diferente a como es actualmente: el viaje comenzaba con una travesía en barco que duraba dos meses y sólo llegar al Tíbet implicaba un esfuerzo impresionante. Luego estaba el equipo. En la primera expedición de 1920, George Bernard Shaw comentó al ver algunas fotos, que parecían gentlemen<\/em> sorprendidos por una tormenta de nieve en un picnic dominical.<\/p>\n

Y es que realizar una expedición de este tipo requería un esfuerzo incomprensible para montañistas actuales; se necesitaron cuatro <\/em>expediciones y más del doble de intentos antes de tratar un ataque plausible, se desarrollaron dos sistemas “portátiles” de oxígeno sólo para este proyecto. Antes de siquiera pensar en atacar la cumbre, hubo que cartografiar toda la región del Tíbet y gran parte de la cordillera del Karakorum ¡y todo ello en un lugar tan inhóspito que ni siquiera se estaba seguro de que se pudiera llegar con vida a la cima!<\/p>\n

Es imposible no verlo, el montañismo en los veintes era épico y por ende los montañistas eran verdaderos héroes, luchando grandes batallas consigo mismos para lograr un objetivo intangible y ciertamente mundano.<\/p>\n\n\n\n