{"id":12484,"date":"2006-02-01T00:00:00","date_gmt":"2006-02-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12484"},"modified":"2006-02-02T00:00:00","modified_gmt":"2006-02-02T00:00:00","slug":"montanas_de_ensueno_nepal_y_pakistan","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2006\/montanas_de_ensueno_nepal_y_pakistan\/","title":{"rendered":"Montañas de ensueño: Nepal y Pakistán"},"content":{"rendered":"
20 de noviembre del 2005.<\/p>\n

Ghorepani, a 400 kilómetros de Katmandú.<\/p><\/div>\n

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Recién llegados a nuestro hostal –ahí llamadas casas de té-, y dispuestos a descansar y a recuperarnos de una larga caminata de más de 500 kms, alrededor de los Annapurna, tuvimos una visita inesperada: dos grupos de guerrilleros. Uno de ellos, el más numeroso, se quedó haciendo guardia fuera de la casa de té en tanto que tres de ellos, miembros del ejército maoísta, se encaminaron rápidamente hacia nosotros, con el objetivo de exigirnos el pago que impone ese grupo a alpinistas o a cualquier extranjero que visite los territorios que dominan. <\/p>\n

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\"El <\/p>\n

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Nunca antes durante nuestro recorrido por la cordillera de los Himalayas, había sentido temor sino hasta ese momento, con hombres cargando armas y granadas atadas al cuerpo y… la decisión de usarlas en cualquier momento. Esa era la culminación de un largo viaje que se había iniciado el 15 de junio. <\/p>\n

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Cuando partimos de la Ciudad de México, el grupo estaba integrado por cuatro escaladores mexicanos: Vicente Robles, Mauricio López (líder de la expedición), Badía Bonilla y yo. Queríamos alcanzar la cima del Gashembrum II, de 8,035 metros, en la cordillera paquistaní de los Himalayas. Para Vicente y para mí sería nuestra primera escalada a más de 8,000 metros. El ascenso no debería representar más complicaciones de las habituales. <\/p>\n

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Arribamos a Islamabad el 20 de junio y luego a Skardú y, desde allí, caminamos durante siete días hacia la montaña. En ese recorrido pasamos por Shilase, Askole, Jola y Jipiu, cruzamos el glaciar Baltoro, luego llegamos a Urdukas, Gorotou, hasta llegar a Concordia. En Concordia el gobierno paquistaní tiene apostados a algunos soldados. K2 y Broad Peak dominaban el paisaje. <\/p>\n

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Arribamos a un lugar llamado Shagrin, donde se coloca el campamento base, a 5,700 metros. Durante los siguientes veinticinco días instalamos los campamentos uno, dos y tres, situados a 6,400, 6,900 y 7,200 metros. <\/p>\n

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Hasta ese momento el ánimo del equipo era bueno y estábamos muy optimistas. Sin embargo, habíamos tenido vientos muy fuertes y una gran cantidad de nieve que provocaban avalanchas. En el ascenso del campamento dos al tres, sobre paredes de hielo, hubo diez avalanchas en sólo cuatro horas. En ningún momento el fuerte viento cesó y encima de la montaña se formaban nubes lenticulares, con formas de hongos en la cima.<\/p>\n

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Alcanzamos el campamento tres a las cinco de la tarde, nueve horas después de haber iniciado el ascenso. En ese momento recibimos noticias del campamento base: en las siguientes cuarenta y ocho horas tendríamos condiciones climatológicas menos complicadas que en los días anteriores. <\/p>\n

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Tomamos la decisión de descansar cuatro horas y luego iniciar el ataque a la cumbre, a las diez de la noche de ese mismo día. En esas cuatro horas nos cambiamos de ropa, comimos un poco y nos hidratamos mucho. El tiempo restante intentamos dormir y meditar sobre nuestro ascenso. <\/p>\n

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\"Eva <\/p>\n

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Salimos de nuestro último campamento. El cielo era claro y totalmente estrellado. Se respiraba tranquilidad y confiábamos llegar la cima. Iniciamos un ascenso que duraría otras doce horas. Otras expediciones han instalado cuatro campamentos pero nosotros sólo nos detuvimos allí para tomar un descanso y beber suero. Había tiendas aplastadas y equipo abandonado, como si las avalanchas y las fuertes nevadas hubieran obligado a sus propietarios a dejarlas de forma intempestiva. <\/p>\n

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Casi inmediatamente, el viento comenzó a soplar inesperadamente con gran fuerza. Aunque no nevaba, la nieve acumulada en el suelo era levantada y arrojada sobre nosotros con fuerza asombrosa. Pronto quedó al descubierto la plataforma de hielo. <\/p>\n

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En ese momento Mauricio decide regresar. La expedición llegaba a su fin a 335 metros de la cumbre. Quizá a cinco horas más de escalada y estaríamos allá sin usar oxígeno. Pero la única oportunidad para salir vivos era iniciar un descenso rápido: las condiciones físicas ya no eran óptimas y el recorrido había sido cansado, muy largo y con un grado técnico mucho más elevado de lo esperado. <\/p>\n

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Con lágrimas en los ojos regresamos al campamento tres, ir y regresar al mismo nos había llevado 15 horas. Hasta ese momento habíamos escalado casi 24 horas.<\/p>\n

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El camino de regreso a la ciudad fue diferente. Los riachuelos habían crecido y las grietas, antes angostas, habían aumentado su tamaño de manera notoria. Parecía como si una gran mano hubiese cambiado todo de lugar. Todo nos era extraño, ni en el campamento base había nieve ya.<\/p>\n

Para esa temporada habían llegado al mismo lugar muchos alpinistas y muy pocos habían llegado a la cima. No era nuestro caso. Pero nuestra experiencia fue única y nuestro trabajo en la montaña, reconocido como valioso por el resto de las expediciones. <\/p>\n

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\"El <\/p>\n

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Allí, en el campamento base, no sabía que mi viaje duraría más de cuatro meses y que esto había sido sólo el principio. <\/p>\n

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Mis compañeros decidieron regresar a México y yo… me quedo para intentar la cumbre de ésta o alguna otra montaña. Nuestro guía nepalés, Tika Ram Gurum se convierte en mi consejero, benefactor y, también, en mi jefe. Me fui a vivir con ellos y su familia fue siempre un hogar. Los apoyaba en las actividades cotidianas y también participaba en sus recorridos por las montañas de Nepal como ayudante. Dura manera de aprender, pero grata. Durante mi estancia en Katmandú, conocí su cultura y ciudades.<\/p>\n

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El día 7 de septiembre partimos con una expedición japonesa rumbo a la región autónoma del Tíbet, cruzando la frontera Nepal-China, donde alcanzamos la cumbre del Nonjing Gansang, por encima de los 7,000 metros. Eran las cinco de la tarde del 23 de septiembre. La temperatura era de -15º C y la ventisca helaba el cuerpo.<\/p>\n

Estábamos de regreso el 6 de octubre y me esperaba otra sorpresa: partiríamos el 4 de noviembre con una expedición española para realizar un trekking de alta montaña de 22 días con el ascenso a la montaña Chulo Fast, un seis mil. <\/p>\n

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\"La <\/p>\n

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Atravesamos el Marsyangdi Kohla, la cuenca del Manang y el paso Thorunga, a 5,416 metros, que debe cruzarse antes de las seis de la mañana, debido a que los vientos son fuertes y gélidos. Este paso nos permitió el acceso a la zona denominada Muktinah, famoso por su templo que agrupa a peregrinos hinduistas y budistas. <\/p>\n

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Pasamos por los pueblos de Marpha, Ghasa y Tatopani y sus aguas termales de 46º C, reconfortantes para cualquiera que haya padecido las inclemencias de esos lugares. Muy contentos y relajados partimos hacia Ghorepani, uno de los lugares más alejados de Katmandú, con bosques húmedos llenos de rododendros y rodeados de montañas superiores a los 6,000 metros. <\/p>\n

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Y ahora estábamos ahí. Yo con miedo por ver los fusiles de los maoístas que nos exigían el pago de diez mil rupias (equivalente a 135 dólares) por alpinista o extranjero que cruce el territorio donde ellos, con sus armas, mandan. <\/p>\n

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Ahí finalizamos nuestro viaje y yo, comencé a pensar en regresar a México. Lo más bello de todos estos meses fue la gente con la que conviví, en lugares sin cuya solidaridad, enorme como sus montañas, el viaje no hubiera sido posible. <\/p>\n

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Mapa del trekking alrededor del Annapurna<\/strong><\/a> <\/p>\n

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Eva Martínez pasó desapercibida… un tiempo. Después de su intento al GII, en el Karakorum, decidió quedarse para hacer alguna otra cumbre. Su esfuerzo le valió ser reconocida por el mundo de los sherpas como una mujer fuerte y logró una cima de siete mil metros en el Tibet, además del largo trekking alrededor del Annapurna. Esta es su historia.<\/p>\n<\/td>\n

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