COMENTARIOS GENERALES DE LAS LABORES DE RESCATE EN LA CUEVA OZTOQUITO EN ABRIL DE 2004.<\/b><\/div>\nINTRODUCCIÃ?N<\/b>
Quizá la pregunta que más veces se ha tratado de responder, ha sido la de Â?¿qué fue lo que sucedió en Puebla?Â?. Otras preguntas que surgen, debido a la falta de información acerca de lo que implican realmente la espeleologÃa y el espeleobuceo cuando estos desafortunados accidentes se presentan, son interrogantes del tipo: Â?¿quien tiene la culpa?Â?. Por la salud de estas dos actividades, no deberán ser esas las preguntas que se traten de responder, ya que detrás de ellas subyacen juicios tendenciosos. Lo que sà podemos tratar de contestar es Â?¿cuáles fueron las posibles fallas que se presentaron?. ¿Qué errores se cometieron?Â?, sin dejar de reconocer que hasta en la exploración más perfecta pueden suceder accidentes.
La respuesta a la pregunta inicial es casi la misma con la que se puede responder a idéntica cuestión, en cualquier latitud del mundo: fue un accidente. Esa es la visión primaria que proponemos para elaborar conclusiones o análisis que no consideramos totalmente definitivos. A pesar de las lecciones que otros accidentes deportivos han enseñado, y de los distintos esfuerzos que se han realizado para practicar la espeleologÃa y el espeleobuceo de una forma más segura, resulta inocente que alguien concluya que un accidente pudo haberse evitado, sobre todo en este tipo de actividades deportivas, cuando casi todos los que las practican, poseen el conocimiento previo de que se corren algunos riesgos. De ahà la importancia que se le ha dado a escala mundial a los estándares del equipo con el que se deben realizar, el uso adecuado de las técnicas, la publicación de una amplia literatura de montaña que presenta la crónica de experiencias exitosas o fracasadas y la existencia de normas a veces no escritas que determinan a este tipo de deportes.
Existe una cuestión más compleja que constantemente se mencionó durante las labores de rescate, sobre todo en los medios de comunicación y entre la gente que se informó a través de ellos: Â?¿porqué entró?Â?, Â?¿porqué estaba ahÃ?Â?. Quizá pudieran intentar una respuesta las personas más allegadas a la vÃctima, que conociendo sus motivaciones, lo explicarÃan casi de forma inmediata. Quienes también podrÃan contestarla, los espeleólogos exploradores, escaladores, montañistas, y buzos profesionales, ya que realizan estas actividades con base en sus convicciones y sobre todo en sus deseos. Pero, aún explicándolo, una gran parte de la población que no se dedica a estas actividades, difÃcilmente comprenderÃa el porqué, lo cual nos habla de la pobre cultura de deporte de aventura que hay en nuestro paÃs.
Si bien no deseamos que estos incidentes se repitan, una de las lecciones más contundentes que queda, es que los accidentes pueden suceder en cualquier momento y los espeleólogos mexicanos interesados en estas situaciones, deben seguir trabajando para responder de forma más profesional ante estos eventos. Afortunadamente, muchos grupos de espeleologÃa, no sólo lograron trabajar eficientemente, sino que realmente comprendieron que se trataba de un rescate acuático y lo único que se podÃa hacer, era servir a los espeleobuzos para que pudieran trabajar lo más eficazmente posible.
Es importante aclarar, que la libertad y la posibilidad que tienen todos los miembros de esta comunidad para llevar a cabo todas las actividades que deseen es un principio que no se puede juzgar jamás.<\/i> Cuando a raÃz de ciertos sucesos se tomen decisiones que impliquen detener el espÃritu de exploración, habremos llegado a una conclusión totalmente errónea. De hecho, se necesitan más hombres y mujeres con deseos de seguir explorando y de ir incrementando el nivel de la espeleologÃa mexicana.
Habiendo considerado lo anterior, señalaremos con base en nuestras observaciones directas y a través de las versiones más veraces, una serie de comentarios generales con el fin de complementar el registro de lo que sucedió y tratando de contestar a la pregunta que busca identificar las fallas que existieron para sobre todas las cosas, aprender:
<\/p>\nOBSERVACIONES GENERALES<\/b><\/p>\n<\/p>\n- Se realizó una salida de espeleologÃa que involucraba técnicas de buceo, lo cual elevaba seriamente los niveles de seguridad mÃnimos que deben prevalecer y que no se cuidaron por parte del lÃder de la exploración, el cual es responsable directo de todos los trabajos. La salida se realizó con la idea original no sólo de explorar el sifón, sino de hecho, tratar de cruzarlo<\/u>. Es decir, esta fue una salida de exploración en donde la actividad principal para los trabajos fue el buceo.\n
- El lÃder, José Montiel, es un espeleólogo mexicano que dirige desde 1973, como el mismo señala, un grupo llamado Asociación Base Draco. Ha elaborado topografÃas y se dedica a la espeleologÃa desde hace muchos años. Su relato de lo que sucedió desde el jueves que ingresaron a la cueva, evidencia una personalidad de mucha iniciativa, pero poco nivel y conocimiento de los estándares mÃnimos de seguridad que deben cumplirse al realizar una exploración subterránea. Resulta difÃcil comprender porque se realizó esta salida de exploración con tanta ligereza: poco equipo de apoyo en cueva, poco equipo de apoyo para el espeleobuceo.\n
- No estaba presente un buzo de apoyo afuera del agua cuando es necesario que esté disponible en caso de que el buzo principal tuviera problemas<\/u>. Las personas a las que acompañó Mariano Fuentes, no tienen experiencia de espeleobuceo cuando es ampliamente conocido que es una de las actividades deportivas más peligrosas que existen, independientemente de las expectativas que se posean con respecto a la profundidad de una caverna o a la distancia que se calcula que tiene un sifón.\n
- Poco personal de apoyo de espeleologÃa<\/u>. Al no salir Mariano Fuentes del sifón, los otros dos miembros de la salida, tuvieron que salirse de esa cueva para armar el otro sótano, cuando se debió planear de antemano que alguien ya estuviera ahÃ. Si hipotéticamente se pensaba que los sótanos se conectaban a través del sifón, era básico tener armada la otra caverna y que al menos estuviera una persona dentro. ¿Esperaban que regresara por el mismo camino? Siguiendo la hipótesis de conexión de José Montiel, era mas seguro que Mariano Fuentes saliera por el segundo sótano (Oztoques) en lugar de regresarse por el sifón. ¿Cuáles eran los márgenes aproximados de tiempo de trabajo que se manejaban?. ¿Quién auxiliarÃa a Mariano Fuentes en la otra cueva para, por ejemplo, ayudarlo a desequiparse? No lo sabemos.\n
- Se debió haber pospuesto el trabajo de exploración hasta contar con equipo de apoyo y material suficiente y adecuado<\/u>. Realizar un buceo subterráneo requiere de experiencia, conocimientos y de una correcta planeación.\n
- Se comenta que el equipo que Mariano Fuentes utilizó para realizar su inmersión no era el adecuado. Las principales deficiencias que se pueden criticar son la calidad de las lámparas que utilizó, las caracterÃsticas de la cuerda de vida que lo podÃa haber guiado de regreso asà como la poca limpieza en su equipo. Sin embargo, a pesar de estas deficiencias, y como desafortunadamente fue imposible realizar una autopsia, no se pueden elaborar conclusiones contundentes acerca de si estos dos elementos formaron parte esencial de las causas que lamentablemente terminaron con su vida, asà como tampoco se puede desdeñar del todo la posibilidad de que la calidad del equipo influyera en los acontecimientos.\n
- Mariano Fuentes fue un buzo profesional de aguas abiertas y un espeleólogo con muchos años de experiencia además de biólogo. HabÃa participado en expediciones nacionales e internacionales. La certificación máxima que se le puede dar a un ser humano cuando se dedica al buceo de cuevas (full caver<\/i>), puede coadyuvar a disminuir algunos riesgos pero todos los buzos, enfrentan siempre riesgos muy altos.\n
- Si bien es cierto que la cueva esta en un lugar cercano y accesible, lo cual facilita el acercamiento, es importante resaltar que una vez reportado este percance, en poco tiempo se organizo un grupo que se dirigió inmediatamente hacia el lugar. A menos de 10 horas del llamado de auxilio ya estaban en el lugar rescatistas, diversas instituciones gubernamentales y espeleólogos para evaluar la situación. A las quince horas de emitida la alerta, llegaron más espeleólogos y rescatistas de diferentes organizaciones con el equipo necesario para todas las maniobras verticales.\n
- Al ser este un accidente que salió de lo ordinario, la capacidad de ubicar a expertos en espelobuceo fue lenta o mala porque no se cuenta con una agenda de espeleobuzos mexicanos o extranjeros y que además tengan experiencia en cuevas verticales o tengan experiencia en rescate.\n
- Se contaba con espeleólogos suficientes: solo se trataba de un tiro y habÃa suficiente personal para ayudar a los espelobuzos en el porteo del material, además de espeleólogos que se podÃan dedicar a operar el sistema de ascenso y descenso. Adicionalmente estaba presentes el personal de bomberos y otras agrupaciones para la tracción y muchos espeleólogos estaban disponibles en alerta para asistir en el momento que se les requiriera.\n
- Lo que hizo falta, fue mantener a los espeleólogos informados y no tuvieran que ir al sitio del accidente hasta que se les requiriera.\n
- A pesar del número de rescatistas en el lugar, no todos dominaban las técnicas mÃnimas de progresión, lo cual provocó que muchas personas no tuvieran capacidad para trabajar de forma eficiente.\n
- La instalación del sistema de ascenso�descenso para el equipo y los espeleobuzos, funcionó eficazmente.\n
- La operación del sistema estuvo a cargo de espeleólogos y la tracción fue hecha principalmente por los bomberos. El número de espeleólogos dentro de la cueva estuvo supeditado al porteo del equipo medico, de buceo y necesidades adicionales de los buzos.\n
- No existió una buena coordinación de los espeleólogos que estaban dentro de la cueva ya que a veces solicitaban mas personal que al final no era necesario, llegando a haber hasta 20 espeleólogos en el interior. Aún con esa sobrepoblación, esta circunstancia no causó mayor problema.\n
- La disponibilidad de los espeleólogos además de su buen juicio, hizo que cada cual estuviera en el lugar adecuado, de acuerdo a sus capacidades (hubo un par de excepciones), lo que llevó a realizar un trabajo seguro sin incidentes que lamentar.<\/ul>\n
<\/div>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n- Fue complicado transmitir datos veraces a las personas interesadas que estaban, por ejemplo, en la Ciudad de México. La urgencia de las labores asà como lo difÃcil que resultó realizar una llamada telefónica, es una deficiencia que se padeció y provocó desinformación. Es indispensable contar con medios de comunicación útiles. No se puede hacer un rescate con base en teléfonos celulares particulares de las personas. Todos los grupos que participan en un rescate, espeleólogos, rescatistas, etc., deben lograr tener un sistema de comunicación eficaz. Se debe tener al menos un teléfono satelital para satisfacer de mejor forma todas las necesidades.\n
- Otro problema serio, atribuible en primer lugar a la falta de recursos y en segundo término a que existe mucho protagonismo, fue el que, como los radios fueron el medio de transmisión de información interna, los datos se intercambiaban sin respeto ni consideración. Todas las personas que poseÃan un radio de comunicación, podÃan enterarse de lo que sucedÃa, lo cual no implicaba ninguna consecuencia negativa. El problema surgió cuando se utilizó esa información sin responsabilidad al difundirla a quien se deseara o cuando se intervenÃa en las conversaciones incluso contradiciendo ordenes.\n
- Hay grupos en México, como deben existir en muchas otras partes del mundo, que señalan en sus currÃculos ser rescatistas, paramédicos o expertos en salvamento y no lo son; personas que señalan que poseen capacidad fÃsica y técnica para progresión espeleológica y no la tienen; personas que seguramente la tuvieron y dejaron de actualizarse pero continúan exigiendo participación y respeto a su liderazgo. La experiencia es un elemento de alta valÃa, pero exigir la más alta consideración sin trabajar eficazmente, no es congruente. Ese tipo de actitudes y protagonismo no son útiles y se observaron constantemente en este rescate.\n
- En los medios impresos, las versiones publicadas apuntaban a que se trataba de una misión cientÃfica. De hecho es difÃcil encontrar la palabra Â?deportivoÂ? durante la cobertura que se realizó. También se señaló que era una salida de exploración de un grupo de la Universidad Nacional Autónoma de México. Nunca fue una salida cientÃfica y tampoco una salida de algún grupo que pertenezca a la UNAM. La salida fue deportiva y la organizó el grupo Draco.\n
- Se difundieron comentarios totalmente erróneos que es necesario desmentir, por ejemplo: versiones románticas de qué fue lo que sucedió hasta antes de que ingresara Mariano Fuentes al sifón, que la visibilidad en el agua bajarÃa y que debido a eso se habÃan detenido las labores de rescate, que se necesitaban espeleobuzos con la categorÃa de Mariano Fuentes y nadie más en México tenÃa su nivel, que las labores de rescate podÃan comenzarse a hacer de forma inmediata por la otra caverna y que era un error no comenzar la búsqueda por ahÃ, que la llegada de los espeleobuzos norteamericanos no era un factor importante, que los espeleobuzos norteamericanos poseÃan equipo avanzado de comunicación, que la misión de Mariano Fuentes no era explorar el sifón sino realizar el mapa topográfico porque las dos cavernas era un hecho que estaban conectadas, que se bajaron cinco toneladas de equipo, que si los espeleobuzos hacÃan mal su labor, que el grupo de la UNAM ocultó información y que fue asà por respeto a la familia. Todas estas declaraciones son falsas o claramente manipuladoras.\n
- Existe un punto pendiente de evaluar y que debido a que requiere de la validación de expertos, no lo podemos dar por confirmado, pero lo señalamos ya que posteriormente publicaremos los resultados obtenidos. Dos geólogos universitarios, un espeleólogo y un buzo suponen con base en sus cálculos topográficos realizados in situ y en trabajo de gabinete en la Ciudad de México, utilizando la topografÃa disponible de las cuevas Â?OztoqueÂ? y Â?OztoquitoÂ?, que 1) es posible que estos dos sótanos puedan llegar a conectarse pero que esa conexión puede realizarse a kilómetros de ahà o 2) no existe posibilidad de conexión.\n
- No es posible determinar la causa de muerte de Mariano Fuentes, sin embargo, resumimos las hipótesis que propusieron los buzos y algunos espeleólogos considerando que el buzo traÃa colocado intacto su equipo de buceo con las válvulas abiertas:
a) Presencia excesiva de bióxido de carbono en la burbuja de aire en donde se encontró el cuerpo de Mariano Fuentes, lo cual produjo un desvanecimiento y posteriormente se ahogó.
b) La energÃa que abastecÃa las lámparas se agoto, con lo que se presentaron dificultades para reencontrar el camino de vuelta.
c) Se agotó el aire disponible en los tanques de oxigeno ya que habÃa realizado una inmersión previa con los mismos tanques
d) La visibilidad fue nula debido al exceso de sedimento, lo cual complicó el avance.
e) La lÃnea de vida no era segura ya que no estaba bien instalada.
f) Perdió contacto con la lÃnea de vida.\n - En todas las labores de rescate, en menor o mayor medida siempre existen fallas, faltantes, errores, decisiones mal tomadas o mal elaboradas, falta de control, protagonismo, aciertos, eficiencia, eficacia, tensión, pérdidas, buena o mala fortuna, frustración, desconfianza o exceso de confianza, cansancio, tristeza, coraje, etc. Lo que no es de ninguna manera tolerable, es la falta de respeto, hacia la vÃctima y hacia el esfuerzo de todos los participantes. No deben utilizarse ciertas palabras, para referirse a las personas, a las vÃctimas o a los eventos. Es el respeto, entre todos los miembros de una comunidad, sea de rescatistas, buzos o espeleólogos, lo que permitirá que la espeleologÃa mexicana crezca. Pueden existir diferencias serias, pero todas deben de señalarse claramente sin perder el respeto por nadie ni por nada.\n
- Es indispensable que se elabore un sistema que funcione en este tipo de desafortunados eventos, para inventariar el equipo. Es muy difÃcil controlarlo, debido a la urgencia de la situación y a que se involucra mucha gente. Debe crearse un sistema integral que impida pérdidas.\n
- El Grupo Espeleológico Universitario, es un grupo mexicano al que lo une una gran pasión e interés por las cuevas. Tiene entre sus principales objetivos la formación técnica de nuevos espeleólogos y la exploración de nuevas cavidades. Debido a sus objetivos, está capacitado para realizar maniobras de rescate vertical pero no pretende ser, ni será un grupo de rescate en cuevas<\/u>. Sin embargo, tenemos conciencia de que debido a las caracterÃsticas que un rescate espeleológico posee, son los espeleólogos los que deben intervenir. Debido a eso, continuaremos capacitándonos en ese sentido.\n
- La pérdida de Mariano Fuentes, es un lamentable evento en la historia de la espeleologÃa y la exploración mexicanas. Las personas que lo conocimos, guardaremos con bien su recuerdo.<\/ul>\n
<\/div>\n
<\/p>\n
<\/div>\n
<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
Las actividades de rescate en espeleología han sido siempre espontáneas pero con una organización cada vez mayor y la gente que no participa poca idea puede tener de lo que implicó una organización del rescate y un informe final. El Grupo Espeleológico Universitario, consciente de ello, elaboró un informe de las labores de rescate de la Cueva de Oztoque, en Puebla, los pasados días 9 al 16 de abril.<\/div>\n
<\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1179,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1006],"tags":[],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-39d","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12103"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1179"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12103"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12103\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12103"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12103"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12103"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}