{"id":12059,"date":"2004-03-15T00:00:00","date_gmt":"2004-03-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12059"},"modified":"2012-11-17T22:57:16","modified_gmt":"2012-11-18T04:57:16","slug":"ideario_127","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2004\/ideario_127\/","title":{"rendered":"Ideario 127"},"content":{"rendered":"
…no hago sino estudiar qu\u00e9 podr\u00eda hacerse para avanzar por fin m\u00e1s. Ya maldigo a veces esta monta\u00f1a. Pero por mucho que a\u00f1ore calor y vegetaci\u00f3n, no puedo descender. ¡Quiero intentar lo m\u00e1s extremo, para que luego no me acusen de no haber echado el resto!<\/p>\n
Hermann Buhl<\/p>\n
\n Aqu\u00ed nada es amable, pero todo es grande, osado, abrumador. El mundo de la alta monta\u00f1a, que exige un amor impetuoso.<\/p>\n
Hermann Buhl<\/p>\n
\n Llegar a la cima del Everest no iba a destruir mi ilusi\u00f3n por la aventura.<\/p>\n
Edmund Hillary<\/p>\n
\n T\u00fa vienes de Jerusal\u00e9n, cruzando viles provincias turcas y de climas c\u00e1lidos e insalubres, para ver un r\u00edo y un pantano que no podr\u00edas llevarte ni en parte por valioso que fuese…<\/p>\n
Palabras de Itehe, reina madre de Etiop\u00eda, a James Bruce, 1770<\/p>\n<\/div>\n