{"id":11976,"date":"2003-10-15T00:00:00","date_gmt":"2003-10-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11976"},"modified":"2012-11-17T22:38:34","modified_gmt":"2012-11-18T04:38:34","slug":"ideario_119","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2003\/ideario_119\/","title":{"rendered":"Ideario 119"},"content":{"rendered":"
Primero viajar; luego luchar; al final, calma.<\/p>\n
Comentario de un yogui<\/p>\n
\n Hay un estado de \u00e1nimo que a veces infesta a los alpinistas, y que ocurre cuando el resultado final cobra una importancia superior a todo lo que pueda deparar el futuro. Durante unos cuantos minutos y horas uno deja de lado todo por lo que hasta entonces pensaba que merec\u00eda la pena vivir y se concentra en un paso arriesgado o en un tramo de terreno que se convierte en lo \u00fanico que importa y que ha importado nunca. Este estado de \u00e1nimo es lo que hace que el juego sea fant\u00e1stico y temerario al mismo tiempo. Puesto que en esos momentos todo est\u00e1 en vilo, lo mejor que puede hacer uno es reconocerlo y no hacerse ilusiones sobre lo que puede haber al otro lado de la suerte. \u00c9ste es uno de esos momentos. Tengo que sopesar qu\u00e9 es importante y qu\u00e9 es lo m\u00e1s importante.<\/p>\n
Greg Child<\/p>\n
\n Una idea que no se pone en pr\u00e1ctica es como un gusano en el coraz\u00f3n.<\/p>\n
Antiguo proverbio jud\u00edo<\/p>\n
\n He aprendido la verdadera regla de este juego hermoso, alocado y terrible, la \u00fanica regla: las monta\u00f1as son hermosas, pero no vale la pena morir por ellas.<\/p>\n
Greg Child<\/p>\n<\/div>\n