{"id":11970,"date":"2003-09-15T00:00:00","date_gmt":"2003-09-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11970"},"modified":"2012-11-17T22:32:43","modified_gmt":"2012-11-18T04:32:43","slug":"ideario_117","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2003\/ideario_117\/","title":{"rendered":"Ideario 117"},"content":{"rendered":"
Siempre que prevalezca la gravedad, en el juego sin l\u00edmite de la capacidad humana, en las alturas de una pared, va a ser un juego con la muerte.<\/p>\n
Reinhold Messner<\/p>\n
\n La clave, imaginaci\u00f3n; el premio, un recurrente oasis de nuevas emociones. Hay pocas posibilidades para el narcisismo apergaminado. Estos placeres son insalubres, aventurados, s\u00f3lo para adultos, y trascienden las banalidades graduatorias inventadas para enga\u00f1ar a los ingenuos.<\/p>\n
Paul Nunn<\/p>\n
\n A decir verdad, en el curso de esta vida, ¿cu\u00e1ntas veces tenemos la oportunidad de luchar por algo a la luz de la luna?<\/p>\n
Barry Blanchard<\/p>\n
\n Pero, Dios M\u00edo, ¡qu\u00e9 lugar tan bello! Una tierra tan vasta y solitaria, con poca variaci\u00f3n en el color, sin olores, sin sonidos, y no bien nos internamos una veintena de kil\u00f3metros tierra adentro tambi\u00e9n desprovista de vida. Podr\u00eda pensarse que los sentidos del olfato, o\u00eddo y visi\u00f3n de los colores han de verse adormecidos ante tanta privaci\u00f3n, pero por el contrario se vuelven vigorosamente vivos. Se aprecia la fuerza cruda y cortante… y uno no puede menos que pensar que cualquier peque\u00f1o error ser\u00e1 contemplado con desagrado por las fuerzas que gobiernan esta tierra.<\/p>\n
Greg Mortimer<\/p>\n<\/div>\n
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