{"id":11939,"date":"2000-12-16T00:00:00","date_gmt":"2000-12-16T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11939"},"modified":"2003-08-07T00:00:00","modified_gmt":"2003-08-07T00:00:00","slug":"tulum","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2000\/tulum\/","title":{"rendered":"Tulúm"},"content":{"rendered":"
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La llegada a Tulúm fue caótica. Salí de Boca Pailas como a las ocho de la mañana. Remé hasta que encontré hoteles y me puse a buscar el sitio en donde debería ir a tierra. ¿Cómo reconocer un sitio densamente poblado en que se ha estado por última vez ocho años antes? Para entonces, las olas rompían a todo lo largo de la costa y casi a todo lo ancho. Si me iba mar adentro, encontraba lo mismo, así que me quedé relativamente cerca de la costa. <\/p>\n
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En cosa de dos horas, las olas me habían tirado dos veces y una de ellas fue tan violenta que sacó la bañera (ese pedazo de tela que impide que el agua entre adonde uno se encuentra sentado) de su sitio y el agua entró. Alcancé a ver la cámara flotando sin su estuche y me la puse en el cuello y el brazo al mismo tiempo que cerraba nuevamente la bañera. “No pierdas esta pequeña burbuja de aire”, me decía. Esa podría ser la diferencia entre llegar a la costa con el kayak o sin él. Y llegué con él, pero no me explico cómo es que pude hacer todo eso entre una ola y otra sin soltar el remo. <\/p>\n
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Víctor y Diana, una pareja de trabajadores que construyen baños ecológicos y tienen una profunda mentalidad de conservación del medio, me ayudaron a sacar a Thor<\/em> del agua y me llevaron a su casa, en la población de Tulúm. Thor<\/em> está un poco maltratado y tengo que revisar si los cables del timón están bien, además de secar todo y hacer un inventario de las cosas que perdí en esas volcadas. Y más importante aún: descansar. <\/p>\n <\/p>\n DUDAS<\/strong> <\/p>\n <\/td>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n
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