{"id":11933,"date":"2000-12-07T00:00:00","date_gmt":"2000-12-07T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11933"},"modified":"2003-08-07T00:00:00","modified_gmt":"2003-08-07T00:00:00","slug":"majahual","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2000\/majahual\/","title":{"rendered":"Majahual"},"content":{"rendered":"
La llegada a Majahual la hicimos más rápido que de costumbre. Alex quería seguir y yo le decía que necesitábamos descanso, que pasaríamos ahí un día. “Mejor nos movemos cinco klómetros al norte y descansamos ahí”, dijo después de haber dado un paseo por el diminuto pueblo. A ninguno de los dos nos gustaba el ambiente del lugar. Así quedamos: remaríamos cinco kilómetros al día siguiente. Pero ese día me di cuenta que Alex sufría de algo. <\/p>\n
<\/p>\n
Lo denotaba su cara y no me ha-bía dado cuenta por fijarme sólo en mi dolor. Todos los días había ido detrás de mí y eso al principio me ex-trañó; después me dijo que quería disfrutar del paisaje, pero lo cierto es que en un momento determinado me fijé en su mano: la tenía hinchada. “¿Qué tienes?” <\/p>\n
<\/p>\n
El diagnóstico fue una severa lastimadura. Como sus padres son médicos, habló a México para pedir un diagnóstico y se lo dieron: debía descansar semanas para que se recuperara. Por otro lado, le habían surgido problemas personales que requerían su presencia inmediata. <\/p>\n
<\/p>\n
Cuando regresó y me lo contó, yo estaba dormido y casi ni le entendí. Tuvo que repetirlo dos veces para que le captara. “¿Tú qué vas a hacer?”, me preguntó. “Yo continúo”, le dije casi sin pensarlo. <\/p>\n
<\/p>\n
El día siguiente fue triste. Uno y otro evitábamos mirarnos a los ojos por temor a algo indefinido. Simplemente no queríamos decirnos lo que nos dolía que ese sueño de ambos se quedara trunco así nomás, a los cinco días exactos de navegación. ¿Qué podíamos hacer? Quizá él no quería ver en mi mirada ese brillo que —dicen— emana de mis ojos cuando estoy a punto de hacer algo en solitario. O quizá lo había visto ya. Yo quería actuar lo más prácticamente posible pero en el camino de la montaña y de la exploración, he aprendido a valorar más al compañero que a lo que se hace. Me dolía que un compañero se fuera. Esta expedición o cualquiera otra se puede hacer después… pero no con un amigo como él. <\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n <\/a><\/div>\n <\/td>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n | |