{"id":11777,"date":"2003-06-15T00:00:00","date_gmt":"2003-06-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11777"},"modified":"2012-11-21T14:24:24","modified_gmt":"2012-11-21T20:24:24","slug":"campo_4","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2003\/campo_4\/","title":{"rendered":"Campo 4"},"content":{"rendered":"
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Steve Roper. Campo 4. Recuerdos de un escalador de Yosemite.<\/i> Ediciones Desnivel, Madrid, 2002. 302 p\u00e1ginas. ISBN: 84-95760-75-4<\/p>\n

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¿Por qu\u00e9 la escalada en Yosemite es tan diferente? ¿Por qu\u00e9 tiene su propia t\u00e9cnica, \u00e9tica y material? La raz\u00f3n fundamental descansa en la misma naturaleza de la roca. En ninguna otra parte del mundo la roca est\u00e1 tan quebrada, tan pulida por las glaciaciones y tan carente de agarres. Todas las l\u00edneas de escalada siguen sistemas de fisuras verticales. Todas las fisuras que se equipan con clavos, todos los agarres, son verticales. La necesidad es lo que ha hecho desarrollar t\u00e9cnicas y equipo especiales.<\/p>\n

Yvon Chouinard<\/p>\n

No hay nada m\u00e1s satisfactorio que ser un pionero.<\/p>\n

Allen Steck, 1950<\/p>\n<\/blockquote>\n<\/blockquote>\n

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\n El Valle de Yosemite. O, simplemente, el Valle. Un lugar apartado del mundo y descubierto por la civilizaci\u00f3n occidental en 1851, cuando el Batall\u00f3n Mariposa, que persegu\u00eda "a indios que hab\u00edan estado hostigando los asentamientos de los blancos en las colinas de abajo" (p. 25) entr\u00f3 por primera vez a lo que les pareci\u00f3 "un para\u00edso" y que despu\u00e9s habr\u00eda de ser la Meca de los escaladores de roca.<\/p>\n

Steve Roper, un escalador de la d\u00e9cada de los sesenta, se lamenta de que "Los turistas y los hippies<\/i> escalaban las paredes sin tener ni idea de la impresionante historia del Valle, ni de su lugar en el mundo de la escalada." (p. 256) Pero ¿cu\u00e1l es la historia del Valle? Bastante larga, por supuesto, as\u00ed que Roper se dedica a la "edad de oro" de la escalada, sobre todo a las escaladas m\u00e1s significativas y a los escaladores visionarios.<\/p>\n

"Con escaladas significativas normalmente me refiero, aunque no siempre, a primeras ascensiones de alguna de las grandes paredes o sistemas de fisuras dif\u00edciles; escaladas que por su audacia elevaron el list\u00f3n. Con escaladores visionarios me refiero a aquellos que vieron que las grandes paredes pod\u00edan ser escaladas sin usar cuerdas fijas, con pocos buriles, con un estilo m\u00e1s eficaz o quiz\u00e1 con un tipo de material. Gente como \u00e9sa, y era muy poca, medit\u00f3 largo y tendido sobre la escalada en roca y despu\u00e9s actu\u00f3 conforme a sus ideas." (p. 16)<\/p>\n

Roper inicia la historia desde el primer ascenso, en 1869, de John Muir, quien "se las arregl\u00f3 para abrirse paso hasta la cumbre de la Catedral Peak." (p. 22) Pero la base de esta historia son las salidas que organizaba el Sierra Club al Valle haciendo de vez en cuando escaladas f\u00e1ciles, que entonces se hac\u00edan sin cuerda. Aqu\u00ed inicia todo. Gente preocupada, trajo a quien conoc\u00eda la t\u00e9cnica de cuerda y as\u00ed, los miembros del Club "…pasaron la mayor parte del 1932 y 1933 aprendiendo a asegurar y a rapelar correctamente." Su lema era seguridad. Pronto encontraron que el seguro europeo al hombro no era tan pr\u00e1ctico e "…inventaron el aseguramiento de cadera…" (p. 24)<\/p>\n

As\u00ed, para 1934 "…se hab\u00eda desarrollado una \u00e9tica que, en mi opini\u00f3n, dice mucho del car\u00e1cter de los escaladores implicados. Entr\u00e9nate duro para una escalada y s\u00e9 consciente de d\u00f3nde te est\u00e1s metiendo. S\u00e9 valiente, pero practica t\u00e9cnicas seguras. No tengas miedo de retroceder. Lo m\u00e1s importante: no sometas la roca a la tecnolog\u00eda; usa material sofisticado, pero empl\u00e9alo con juicio." (p. 30)<\/p>\n

Habr\u00eda que esperar hasta 1947 para que iniciar la "edad de oro", cuando inicia "El concepto de escalada de big-wall<\/i>, que puede ser definido como una escalada de varios d\u00edas que precisa t\u00e9cnicas artificiales en paredes de roca largas y verticales, se asent\u00f3 del todo durante los intentos de 1947" (p. 49), con el ascenso de "Ax Nelson y John Salath\u00e9 por la Chimenea Arrow durante cinco d\u00edas de septiembre de 1947 supuso un verdadero hito: la primera big-wall<\/i> realizada nunca en Estados Unidos, y sin duda el comienzo de la edad dorada de la escalada en Yosemite." (p. 49)<\/p>\n

Desde esa escalada hasta la apertura de Tis-sa-ack<\/i>, en el Half Dome, en 1969, Roper se dedica a pasear al lector en el Valle de Yosemite y los personajes que destacar\u00edan en la escalada y se asentaban en el Campo 4:<\/p>\n

"…en esos a\u00f1os el Campo 4 ni siquiera exist\u00eda, al menos como campamento oficial. El lugar era utilizado de manera informal por los esquiadores del Sierra Club como un campamento de invierno desde 1930, y hacia 1939 estaba catalogado en el registro oficial del parque como un «lugar de excursi\u00f3n». La edici\u00f3n de 1941 de este mismo registro le otorg\u00f3 una nueva clasificaci\u00f3n: Campo 4 (se escogi\u00f3 este n\u00famero porque, durante el cambio de siglo, era el que ten\u00eda asignado una zona de acampada alejada unos doscientos metros, que fue desmantelada durante la primera guerra mundial)… A este campamento, que pronto se har\u00eda famoso, acudieron los escaladores de posguerra, sobre todo cuando no formaban parte de un grupo mayor del Sierra Club, el cual todav\u00eda se quedaba en el Campo 9 durante sus salidas organizadas." (p. 36)<\/p>\n

Los cambios en la evoluci\u00f3n de la escalada son palpables con la narraci\u00f3n: la creaci\u00f3n de clavos nuevos, ideados para escalar en Yosemite; la invenci\u00f3n de un sistema de graduaci\u00f3n de dificultad espec\u00edfica para escalada (ideada por Royal Robbins, quiz\u00e1 la figura m\u00e1s sobresaliente y su compa\u00f1ero de cordada, Don Wilson) y mejorada por Mark Powell y posteriormente por Jim Bridwell; la creaci\u00f3n de los rurps por Yvon Chouinard, esos clavos diminutos del tama\u00f1o de una estampilla de correos; el perfeccionamiento de calzado especial para escaladores; el asentamiento por largas temporadas de los escaladores, lo que cre\u00f3 una "comunidad" que se comunicaba entre s\u00ed y polemizaba sobre la libertad individual, la \u00e9tica, el uso y abuso de buriles, las dificultades, las nuevas rutas y otras mejoras en equipo y t\u00e9cnica, como la aparici\u00f3n de los jumars, las cuerdas de perl\u00f3n e incluso el cambio de longitud (de 35 a 45 metros) o el uso de los empotradores, que terminaron por reemplazar a los clavos, y muchos otros temas.<\/p>\n

. Como dato interesante, los primeros ascensos al Capit\u00e1n (La Nariz y Salath\u00e9 Wall) fueron hechos con nudos prusik, inventado en la d\u00e9cada de los 20’s, porque a\u00fan no aparec\u00edan en el Valle los jumars.<\/p>\n

Sobre todas estas apariciones t\u00e9cnicas, sobresale el esp\u00edritu de escalar lo m\u00e1s limpio posible, sobre todo por Robbins: "Harding cre\u00f3 el concepto de big wall<\/i>; Robbins lo perfeccion\u00f3." (p. 153)<\/p>\n

Es notorio el empuje de esa generaci\u00f3n por llegar cada vez m\u00e1s lejos, de innovar, de ser pionero, como ya hab\u00eda dicho Allen Steck.<\/p>\n

Pese al subt\u00edtulo (Recuerdos de un escalador de Yosemite<\/i>) no se trata precisamente de los recuerdos de una sola persona, sino de la recopilaci\u00f3n de informaci\u00f3n de la historia de la escalada en el Valle. La cantidad de citas de otros escaladores es impresionante, sea de art\u00edculos de revistas, declaraciones en vivo o cartas, lo que hace de Campo 4, una historia bastante bien narrada, aunque se queda a finales de 1969, cuando los protagonistas de los primeros a\u00f1os acaban por retirarse de la escalada por compromisos de otra clase, por la familia o porque as\u00ed se cerraba un ciclo de vida para cada uno de ellos.<\/p>\n

Pero si a veces parece que se est\u00e1 leyendo un libro sobre personas casi irreales por lo legendarias ("Royal Robbins fue una de las verdaderas estrellas del Valle; marc\u00f3 el paso, durante veinte a\u00f1os, hacia un esp\u00edritu de aventura en la escalada." [p. 65]), Steve Roper se dedica a humanizarlos: <\/p>\n

"…la mayor\u00eda de los escaladores del Campo 4 no eran ni intelectuales ni aut\u00f3matas sin sentido del humor. Nos lo pas\u00e1bamos muy bien escalando y con seguridad todos \u00e9ramos bastante humanos." (p. 172)<\/p>\n

Son, sobre todo, personas que rechazaban la sociedad tal como se les impon\u00eda en 1960 y por ello les toca convivir con los problemas m\u00e1s graves: los derechos humanos, la guerra de Vietnam y la aparici\u00f3n de los hippies, que traer\u00edan algo nuevo al valle:<\/p>\n

"Es posible que la falta relativa de aperturas, a finales de los sesenta, fuera un resultado de nuestro estilo de vida m\u00e1s dejado, lo que, ciertamente, inclu\u00eda fumar mucha droga: un ritual que no era compatible con ponerse a escalar al amanecer y con las v\u00edas dif\u00edciles." (p. 263)<\/p>\n

Un libro lleno de datos importantes que hacen vislumbrar que la escalada en el Valle de Yosemite marc\u00f3 de repente la vanguardia en muchos aspectos. Libro altamente recomendable tanto por su contenido como por su estilo muy ligero, tiene tambi\u00e9n un \u00edndice alfab\u00e9tico para que uno no se pierda en el mundo de nombres que se mencionan a lo largo del texto.<\/p>\n

Lee un cap\u00edtulo (PDF)<\/a><\/b><\/p>\n

\n Erratas<\/b><\/p>\n

P\u00e1gina 23, final del pen\u00faltimo p\u00e1rrafo, dice: "…del Monte Whitney, la cumbre m\u00e1s alta del pa\u00eds." El McKinley es la cumbre m\u00e1s alta de los Estados Unidos.<\/p>\n

P\u00e1gina 68, inicio del \u00faltimo p\u00e1rrafo, dice: "A mediados de julio de 1945…" El a\u00f1o a que se refiere es 1954.<\/p>\n

P\u00e1gina 211, final del pen\u00faltimo p\u00e1rrafo, menciona: "M\u00e1s tarde acudieron importantes escaladores europeos al Valle, a quienes se les podr\u00eda considerar realmente los primeros visitantes extranjeros". El autor est\u00e1 hablando del a\u00f1o 1963, pero en la p\u00e1gina 104, ya hab\u00eda mencionado: "Un franc\u00e9s t\u00edmido y de cara alargada que estaba por el Valle (ofreciendo conferencias por toda Am\u00e9rica, incluyendo una en Berkeley, la noche anterior, a la cual asist\u00ed), contempl\u00f3 toda la escena, pero nadie pidi\u00f3 a Gaston R\u00e9buffat, el escalador m\u00e1s famoso del mundo, que se uniera al equipo." (en 1957, p. 104) R\u00e9buffat escal\u00f3 entonces la Washington Column con John Harling.<\/p>\n

P\u00e1gina 236, inicio del \u00faltimo p\u00e1rrafo, dice: "…la Muir Wall<\/i> fue la \u00fanica ruta de Grado IV que se abri\u00f3…" La Muir Wall<\/i> es de grado VI.<\/p>\n

P\u00e1gina 263, l\u00ednea 11, dice: "…desierto de Sonoran, de la Baja California…" Se refiere al desierto de Sonora (en ingl\u00e9s: Sonoran, de sonorense).<\/p>\n<\/div>\n

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\n Steve Roper, un escalador de la década de los sesenta, es el autor de Campo 4, un libro que contiene la historia de la escalada de Yosemite, desde sus or\u00edgenes hasta terminada la edad de oro de la escalada en el Valle. El Half Dome, el Capit\u00e1n y muchas otras paredes son abordadas por escaladores como Yvon Chouinard, Royal Robbins y el mismo Roper.<\/p>\n<\/td>\n

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