{"id":11713,"date":"2000-11-01T00:00:00","date_gmt":"2000-11-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11713"},"modified":"2012-11-18T19:09:35","modified_gmt":"2012-11-19T01:09:35","slug":"hasta_los_confines_de_la_tierra","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2000\/hasta_los_confines_de_la_tierra\/","title":{"rendered":"Hasta los confines de la Tierra"},"content":{"rendered":"
\n

Ranulph Fiennes. Hasta los confines de la Tierra. La vuelta al mundo pasando por los dos polos<\/i>. Mart\u00ednez Roca, Barcelona. 1989. 320 p\u00e1ginas. ISBN: 84-270-1300-0<\/p>\n\n\n
 <\/td>\n\n

Si queremos ser felices debemos seleccionar la fantas\u00eda que m\u00e1s atraiga a nuestro modo de ser y volcarnos en ella con pasi\u00f3n.<\/em><\/p>\n

Cyrill Connolly<\/p>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/table>\n

“En febrero de 1972, mi esposa sugiri\u00f3 que hici\u00e9ramos un viaje alrededor del mundo.<\/p>\n

“\u2014Ginnie, ni siquiera podemos pagar la hipoteca. ¿C\u00f3mo diablos vamos a dar la vuelta al mundo?<\/p>\n

“\u2014Consigue un contrato con un peri\u00f3dico, un editor, una cadena de televisi\u00f3n.<\/p>\n

“\u2014No les interesar\u00e1. Todo el mundo da la vuelta al planeta, hoy d\u00eda.<\/p>\n

“\u2014Pero todos viajan en horizontal.<\/p>\n

“\u2014Naturalmente. No se puede hacer de otro modo… No se pude seguir un meridiano, porque, casualmente, los casquetes helados del oc\u00e9ano \u00c1rtico y la Ant\u00e1rtida impiden el paso.<\/p>\n

“\u2014¿Y qu\u00e9?<\/p>\n

“\u2014Que nadie en su sano juicio se atrever\u00eda a hacerlo. Si fuera posible, ya se habr\u00eda hecho. Todos los oc\u00e9anos han sido cruzados de oeste a este, de norte a sur, en traves\u00edas solitarias, en balsas, hacia atr\u00e1s y de costado. Todas las grandes monta\u00f1as han sido escalada y todos los r\u00edos remontados hasta sus fuentes y recorridos hasta sus desembocaduras. Se ha dado la vuelta al mundo a caballo, en bicicleta y, probablemente, sobre el palo de una escoba. Hay quien ha saltado en paraca\u00eddas desde 10,000 metros y quien ha descendido a las fosas m\u00e1s profundas de los mares m\u00e1s hondos.” (p. 13-14)<\/p>\n

De esta manera surgi\u00f3 el proyecto de exploraci\u00f3n m\u00e1s ambicioso hasta entonces: dar la vuelta al mundo cruzando los dos polos y uniendo rutas que en s\u00ed mismas son arduas: la salida es de Inglaterra, cruzar el Polo Sur, el Pac\u00edfico, el legendario Paso del Noroeste y el Polo Norte. Proyecto audaz, sus principales problemas son la selecci\u00f3n de hombres que est\u00e9n dispuestos a ausentarse tres a\u00f1os (quiz\u00e1 m\u00e1s) de su patria para que la Expedici\u00f3n Transglobe “fuera recordada como un grupo de gente que cambi\u00f3 el dinero, la promoci\u00f3n personal y tres a\u00f1os de sus vidas por una aventura en la que quer\u00edan triunfar, por una causa com\u00fan en la que todos cre\u00edan.” (p. 169), un grupo “de tierra” que los est\u00e9 monitoreando y que resuelva los problemas que surjan y, sobre todo, en patrocinadores. “Para conseguir el \u00e9xito en nuestra aventura no era preciso que las diversas personas que la compon\u00edamos fu\u00e9ramos amigos, sino s\u00f3lo compa\u00f1eros compatibles.” (p. 175)<\/p>\n

El proyecto se pone en marcha y sus principales focos de atenci\u00f3n son tres: el Polo Sur es uno de ellos, pues cruzan el continente a bordo de motonieves despu\u00e9s de pasar un invierno y donde los aspectos psicol\u00f3gicos se agudizan: “En las expediciones polares, como en la mayor\u00eda de grupos con v\u00ednculos estrechos, se produce habitualmente un proceso que lleva a la aparici\u00f3n de un l\u00edder natural o psicol\u00f3gico. Es un conflicto similar al de la lucha por la posici\u00f3n dominante en una manada de lobos o una jaur\u00eda de perros, con un desaf\u00edo m\u00e1s o menos abierto al l\u00edder establecido. La de c\u00f3mo afrontar esa amenaza a su autoridad es una de las pruebas por las que debe pasar la mayor\u00eda de los comandantes y de cuyo resultado depende la cohesi\u00f3n del grupo.” (Roland Huntford, cit. En p. 115)<\/p>\n

El viajar en motonieves no es precisamente un paseo: “A bajas temperaturas, el cuerpo humano funciona a un 80% de su eficacia habitual, no importa la indumentaria y el calzado que uno lleve.” (p. 31) “…el viento es lo que m\u00e1s afecta al ser humano, al privarle de los vestigios de calor atrapados en poros y cabellos. Con aire en calma, los -40º C con muy soportables, pero la temperatura de -20º C con un viento de sesenta nudos [110 km\/h] puede resultar mortal.” (p. 85)<\/p>\n

Adem\u00e1s, “no todas las ropas aceptables para la marcha a bordo de los skidoos lo eran tambi\u00e9n para el avance a pie..” (p. 105) por lo que el fr\u00edo siempre est\u00e1 presente: “Charlie y Ollie llevan cinco capas de ropa, cubiertas con un abrigo esquimal de lobo con capucha… A pesar de los tres pares de calcetines, los guantes, los gorros, las gafas protectoras y los pasamonta\u00f1as, el fr\u00edo nos traspasa como si estuvi\u00e9ramos desnudos.” (p. 125) “Lo peor son los dedos de las manos y los pies, la nariz, la frente y las mejillas.” (p. 128)<\/p>\n

Hay detalles menudos pero importantes: “Ayer se me cayeron dos empastes dentales; debido a ello, la cena y el caf\u00e9 matutino, que hasta ahora eran los mejores momentos de la jornada, se convierten en un purgatorio, pues me causan un dolor de los mil demonios…” (p. 135)<\/p>\n

Despu\u00e9s de llegar al Polo, contin\u00faan su camino por la ruta de Scott, cruzando la banquisa de hielo hasta llegar al Mar de Ross: “Moverse en una zona de alto riesgo sin posibilidad de ver los peligros que ten\u00edamos delante o que se abr\u00edan bajo nuestros pies s\u00f3lo puede calificarse de estupidez.” (p. 155)<\/p>\n

Pese a que la expedici\u00f3n no se detiene, se tiene una sensaci\u00f3n de una gran etapa de descanso cuando se hacen a la mar nuevamente, situaci\u00f3n que cambia cuando abordan embarcaciones con motor fuera de borda para remontar el r\u00edo Yuk\u00f3n y cruzar el Paso del Noroeste.<\/p>\n

Pero si en el Polo Sur fueron tres, en el Polo Norte s\u00f3lo ser\u00e1n dos, por lo que Vivian Fuchs, explorador polar y asesor de la expedici\u00f3n, “dej\u00f3 muy bien sentado que, si sal\u00edamos sin un tercer hombre, en caso de que las cosas fueran mal, la responsabilidad ser\u00eda enteramente m\u00eda. Cuando pienso en ello, creo que sir Vivian ten\u00eda raz\u00f3n en insistir en ello cuando lo hizo.<\/p>\n

“El capit\u00e1n Scott manifest\u00f3 en cierta ocasi\u00f3n su parecer respecto a los comit\u00e9s en una carta dirigida a su amigo Nansen. “Mientras yo intentaba llevar a cabo [las pruebas] del equipo seg\u00fan los preceptos que usted me ense\u00f1\u00f3 en Noruega, un comit\u00e9 de treinta y dos cient\u00edficos se ha estado peleando por decidir d\u00f3nde ir\u00e1 la expedici\u00f3n y qu\u00e9 va a hacer. Demasiados cocineros estropean el guiso, y demasiados hombres en un comit\u00e9 son la peste.”” (p. 171)<\/p>\n

La traves\u00eda hacia el Polo no es sencilla: “De noche, los peores problemas tambi\u00e9n ten\u00edan que ver con la cara. En l\u00edneas generales, el viaje polar ser\u00eda bastante agradable si no fuera preciso respirar. Si uno trataba de encerrarse en el saco de dormir como una cris\u00e1lida, el aliento formaba una gruesa costra de hielo en torno a la cabeza y fragmentos de hielo se colaban al cuello o se posaban en el rostro o las orejas. Si, por el contrario, uno dejaba en el saco de dormir el m\u00ednimo agujero necesario para nariz y boca, durante las horas de sue\u00f1o se sent\u00eda un dolor tremendo en la nariz tan pronto como la temperatura descend\u00eda a los -40º C, lo cual suced\u00eda tan r\u00e1pido como se dispersaba el calor del hornillo.” (p. 269)<\/p>\n

“En lugar de beber en torno a tres litros de agua al d\u00eda, que era la cantidad necesaria, s\u00f3lo tom\u00e1bamos dos, con lo cual sufr\u00edamos deshidrataci\u00f3n. Cuando un hombre se deshidrata, se debilita. Si se permanece al aire libre durante un per\u00edodo de tiempo prolongado, sin detenerse a recuperarse, uno se va debilitando cada vez m\u00e1s, hasta que ya no puede ni levantar un pico.<\/p>\n\n\n
\n