{"id":11585,"date":"1999-04-10T00:00:00","date_gmt":"1999-04-10T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11585"},"modified":"2012-12-10T18:47:32","modified_gmt":"2012-12-11T00:47:32","slug":"sobre_las_expediciones","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/1999\/sobre_las_expediciones\/","title":{"rendered":"Sobre las expediciones"},"content":{"rendered":"
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Una de las funciones importantes de la Asociaci\u00f3n de Monta\u00f1ismo y Exploraci\u00f3n de la UNAM es realizar expediciones a sitios que representen siempre una novedad y un reto. El monta\u00f1ismo es un deporte y hay que tratarlo como tal, con metas siempre superar. En el periodo de Semana Santa se realizaron dos expediciones. La primera fue al S\u00f3tano Akemati, una de las cavernas verticales que tienen m\u00e1s de un kil\u00f3metro de profundidad. Por correo electr\u00f3nico lleg\u00f3 este mensaje mientras nosotros est\u00e1bamos en la selva:<\/p>\n

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…este mensaje lo escribo ya de regreso de Akemati, (y me imagino, t\u00fa todav\u00eda en Guatemala), donde, a pesar de que no se concret\u00f3 la sima, es decir, no llegamos hasta -1135, [Jos\u00e9 Antonio] Soriano y V\u00edctor [Ch\u00e1vez Miranda] despu\u00e9s de un tiro de 106 metros, pisaron los -1060, mientras los dem\u00e1s nos quedamos a -960 ya con bastantes horas de cansancio acumulado. El regreso, como habr\u00e1s de suponer, en extremo agotador hasta que por fin vimos la luz del sol, el [que] menos, despu\u00e9s de cinco d\u00edas, y el [que] m\u00e1s, siete, pero felices.<\/i><\/p>\n

Daniel Castro<\/p><\/blockquote>\n

As\u00ed, el Grupo de Espeleolog\u00eda, ha alcanzado nuevamente los mil metros de profundidad. La primera vez fue en 1982, en la Sima Berger, Francia, donde Carlos Lazcano se convirti\u00f3 en el primer mexicano que llegaba a esa profundidad y alcanzaba la sima. La segunda ocasi\u00f3n fue el Pozo Verde, adonde llegaron bastantes universitarios a la sima despu\u00e9s de un arduo trabajo. El a\u00f1o anterior, Antonio Soriano y Javier Vargas alcanzaron nuevamente los mil metros, en el sistema Cheve, convirti\u00e9ndose en los primeros mexicanos que llegaban a dos simas de “menos mil”. Con este nuevo alcance, el Grupo de Espeleolog\u00eda de la UNAM sigue tras las huellas de las simas m\u00e1s profundas de M\u00e9xico.<\/p>\n

La segunda expedici\u00f3n fue del Grupo de Exploraci\u00f3n y se situ\u00f3 en la zona de la Alta Verapaz, en Guatemala. Esta zona es una de las regiones hist\u00f3ricas m\u00e1s importantes de la frontera de M\u00e9xico con Guatemala y a partir de donde se llev\u00f3 a cabo la “reducci\u00f3n” y posterior aniquilamiento del grupo originalmente conocido como lacandones (los que ahora conocemos por tal nombre no son los tales). El recorrido fue desde el poblado de Fray Bartolom\u00e9 de las Casas hasta el de Cahab\u00f3n, con un recorrido aproximado de 120 kil\u00f3metros en selva. Dentro del recorrido encontraron un sistema de cavernas horizontales inundadas que drenan hacia la cuenca del Usumacinta. El primer ramal era sencillo y ten\u00eda aproximadamente 200 metros de largo con una profundidad m\u00ednima de dos metros. El segundo ramal fue m\u00e1s largo y tambi\u00e9n m\u00e1s complejo, pues ten\u00eda diversas ramificaciones, una de las cuales desembocaba en el fondo de una caverna vertical de aproximadamente 100 metros de profundidad.<\/p>\n

El hecho m\u00e1s importante de las expediciones es la participaci\u00f3n de los estudiantes universitarios que han participado en los cursos previos. As\u00ed, en Akemati estuvieron presentes 23 alumnos para un proyecto de amplias miras mientras que en Guatemala asistieron 16. En una sola temporada, 39 universitarios participan en expediciones de importancia.<\/p>\n

Estas expediciones son la raz\u00f3n de que este n\u00famero sea transmitido con un d\u00eda de retraso y de que contenga tan poca informaci\u00f3n. Sin embargo, en el pr\u00f3ximo n\u00famero aparecer\u00e1n los relatos e impresiones de cada una de estas expediciones.<\/p>\n

Tambi\u00e9n comenzaremos a insertar relatos de expediciones anteriores que fueron una se\u00f1a distintiva de nuestra organizaci\u00f3n. La expedici\u00f3n a la cordillera de las Rocallosas, en Canad\u00e1, represent\u00f3 un triunfo en todos sentidos. Era la primera expedici\u00f3n internacional de nuestro grupo y a pesar de que los objetivos eran m\u00e1s modestos que los que ahora nos proponemos, se puede encontrar en ella el objetivo principal: no se puede volar sin antes aprender a caminar.<\/p>\n

Por otro lado, volvemos a insertar un libro (en cap\u00edtulos, no nos queda m\u00e1s alternativa) con la idea primordial de que la gente suscrita al bolet\u00edn tenga informaci\u00f3n que no se consigue f\u00e1cilmente. El libro que inicia en este n\u00famero es la expedici\u00f3n de reconocimiento al Everest, dirigida en 1951 por Eric Shipton. Para entonces, las expediciones que se hab\u00edan hecho al Everest siempre hab\u00edan sido del lado de China y se conoc\u00eda bastante bien la ruta. Sin embargo, la pol\u00edtica interna de este pa\u00eds cambi\u00f3 y las fronteras se cerraron para toda persona que fuera occidental. As\u00ed, encontrar una ruta de acceso a la cumbre se convirti\u00f3 en algo imprescindible. Lo que les sucedi\u00f3 a los primeros hombres occidentales que entraron a esa cordillera del lado del Nepal es algo que poca gente conoce, pero que vale la pena de ser recordado y mantenido en la memoria.<\/p><\/div>\n

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