{"id":11445,"date":"2000-02-15T00:00:00","date_gmt":"2000-02-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11445"},"modified":"2012-03-12T19:43:43","modified_gmt":"2012-03-13T01:43:43","slug":"la_utilidad_de_los_refugios_de_alta_montana","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2000\/la_utilidad_de_los_refugios_de_alta_montana\/","title":{"rendered":"La utilidad de los refugios de alta monta\u00f1a"},"content":{"rendered":"
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Sin la existencia de nuestros refugios a cargo de los Clubes Alpinos, la conquista de las cumbres alpinas resultar\u00eda inimaginable para el monta\u00f1ero que s\u00f3lo dispone de un fin de semana libre. Junto a esta inapreciable ventaja, el monta\u00f1ero tiene que aceptar algunos inconvenientes, totalmente soportables para una mentalidad razonable. El refugio no le pertenece a \u00e9l solo, sino a la comunidad. Los refugios s\u00f3lo resultan soportables si se respetan sus reglamentos, y si se convierten de este modo en una fuente de experiencia de la camarader\u00eda de todos los monta\u00f1eros. Tener consideraci\u00f3n, pensar en los dem\u00e1s, controlarse, ser buen camarada, son las exigencias irrenunciables para una convivencia arm\u00f3nica en los refugios. Un dormitorio corrido se soporta bien si todos se distribuyen bien y queda un m\u00ednimo de posibilidad de descanso para cada monta\u00f1ero fatigado. Puede que la higiene resulte algo escasa, pero la limpieza corporal puede recuperarse suficientemente despu\u00e9s de algunos d\u00edas en los refugios, en el arroyo m\u00e1s pr\u00f3ximo o en la ba\u00f1era de casa. Un saco de algod\u00f3n a modo de s\u00e1bana es muy agradable en un dormitorio corrido, protege de la suciedad ajena y a los camaradas de la propia.<\/p>\n

La necesidad de la prohibici\u00f3n de fumar en los dormitorios y en los refugios vivac es una exigencia comprensible. Hay monta\u00f1eros exigentes que evitan los meses de julio y agosto y prefieren la baja estaci\u00f3n, antes o despu\u00e9s. El refugio no es una casa de hu\u00e9spedes en la que se puede estar sentado en grupo hasta despu\u00e9s de la medianoche en alegre y ruidoso jolgorio; el sue\u00f1o antes de la medianoche no es en ning\u00fan otro sitio m\u00e1s importante que en nuestros refugios de monta\u00f1a. No es que se trate de ordenanzas militares, pero las indicaciones del guarda del refugio han de ser seguidas estrictamente. La elecci\u00f3n de los guardas de los refugios es una selecci\u00f3n muy meditada por parte de los clubes y Federaciones correspondientes, responsables de los mismos. No son solamente celadores dentro del refugio, sino consejeros experimentados para todas las salidas de monta\u00f1a en los alrededores. Existe la obligaci\u00f3n de dar a conocer el objetivo de cada salida antes de la misma. Su consejo es m\u00e1s valioso que el estudio de una gu\u00eda impresa. El que haya dormido en nuestros refugios con alguna frecuencia conoce la satisfacci\u00f3n de vivir la camarader\u00eda de la monta\u00f1a y de la ayuda y consejo de un buen guarda de refugio. \n <\/p>\n

\nTomado de: Emergencias en la Monta\u00f1a: prevenci\u00f3n y primeros auxilios. Sigfriend Weller y Gottfried Neureuther. Ediciones Toray, Barcelona, 1975. ISBN: 84-310-1265-X, p. 21-22. <\/div>\n

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