{"id":11415,"date":"2002-09-01T00:00:00","date_gmt":"2002-09-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11415"},"modified":"2012-11-20T14:18:55","modified_gmt":"2012-11-20T20:18:55","slug":"mientras_haya_luz","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2002\/mientras_haya_luz\/","title":{"rendered":"Mientras haya luz"},"content":{"rendered":"
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Eduard Sallent. Mientras haya luz. Tragedia en el Nanga Parbat<\/i>. Ediciones Desnivel, Madrid, 2002, 236 p\u00e1ginas. ISBN: 84-95760-40-1<\/p>\n

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…la literatura sobre las expediciones parece toda igual. Le\u00eddo un libro, le\u00eddos todos, incluyendo el que escrib\u00ed yo al volver del Annapurna, hace veintis\u00e9is a\u00f1os. <\/i><\/p>\n

Jordi Pons<\/p>\n

Para la inmensa mayor\u00eda de la gente, \u00bfmerece la pena este reino de lo in\u00fatil? \u00bfQuedan aqu\u00ed? \u00bfDinero? \u00bfComodidades? \u00bfLujos?… \u00bfNada? No, no se da nada material aqu\u00ed. Aqu\u00ed se vive intensamente, aqu\u00ed uno contempla c\u00f3mo puede llegar a ser de insignificante cualquier persona delante de tanta grandiosidad y de tanta belleza insuperable. Aqu\u00ed lo tengo todo. <\/i><\/p>\n

Eduard Sallent<\/p>\n<\/blockquote>\n<\/blockquote>\n

\n Nanga Parbat. 1997. Cinco hombres, cuatro espa\u00f1oles y un rumano, ascienden poco a poco por la vertiente del Diamir por la ruta Kinshofer, abierta en 1962. Pese tener 35 a\u00f1os de haber sido recorrida por primera vez, la monta\u00f1a mantiene sus problemas de siempre y quiz\u00e1 m\u00e1s, pues con el paso de numerosas expediciones, el equipo dejado en la pared es de diferentes calidades:<\/p>\n

"Estoy jumareando sobre una cuerda de pl\u00e1stico, de esas de tender ropa…" (p. 41)<\/p>\n

Sin embargo, suben continuamente. Dos de esos hombres se dirigen a la cima mientras los otros tres van en calidad de equipo de apoyo, pero cuando llegan alcampamento dos, deciden continuar juntos a la cima, pese a que tres de ellos<\/p>\n

"No hab\u00edamos estado nunca en estas tierras. Nuestra altura m\u00e1xima la alcanzamos, hace dos a\u00f1os, en las monta\u00f1as andinas, en pleno continente sudamericano. Sin embargo, aqu\u00ed es preferible no precipitarse y, en principio, actuar como equipo de apoyo." (p. 18) Eduard Sallent menciona que "No s\u00e9 si podr\u00e9 llegar a la misma cumbre, pero ya empiezo a tocar el cielo." (p. 64)<\/p>\n

Por ello, "…a partir de donde estoy ahora todo ser\u00e1 nuevo: la ruta, la altura, mis reacciones f\u00edsicas y psicol\u00f3gicas…" (p. 59) y por supuesto, lo son: "…hay algo que no me deja ser ni comportarme como lo hago normalmente. Me cuesta percibir todo lo que estoy viviendo. Quiero decir que no s\u00e9 si soy consciente de todo lo que hago, seguro que no. Vivo estos momentos porque estoy aqu\u00ed, pero nada m\u00e1s." (p.92)<\/p>\n

La cumbre la alcanzan d\u00edas despu\u00e9s: "Son alrededor de las nueve y media de la noche. El aire es fr\u00edo, la noche es muy oscura. Una dulce brisa roza mi cuerpo, es muy suave." (p. 101) "…casi siempre, la obsesi\u00f3n de llegar arriba deja a los alpinistas ciegos, incapaces de darse cuenta de los peligros que les est\u00e1n acechando." (p. 118)<\/p>\n

En el descenso, en una noche sin luna, vivaquean en la pendiente helada:<\/p>\n

"Edu, hab\u00edas le\u00eddo en libros sobre los grandes alpinistas, soportando peligrosas noches al raso, sin saco ni funda de vivac, por encima de los ocho mil metros. Hombres muy duros y valientes, que aguantaban, agotados, noches eternas en medio de los hielos perpetuos. Epop\u00e9yicas narraciones que hac\u00edan que te sintieras como un aprendiz, todo eso lo ve\u00edas muy muy lejos. Todo te parec\u00eda cosa de grandes hombres. Ahora te toca a ti." (p. 109)<\/p>\n

Al otro d\u00eda, dos de ellos caen por una rampa de hielo. Uno queda mal herido y el otro no puede moverse por un dolor intenso en el hombro. Los problemas comienzan en serio, pues han de cuidar y bajar a dos heridos que casi no pueden tenerse en pie. Adem\u00e1s, el rumano no quiere participar en ello, pues "I’m not a strong man…" (p. 182) Uno de los heridos cae por la pared del Diamir y el rumano deja solos a los otros, bajando a toda prisa. Los que quedan, "hechos polvo" contin\u00faan bajando y ayudan a su amigo, que se niega a descender, que quiere descansar.<\/p>\n

"Quedamos tres. A partir de ahora, tenemos que trabajar juntos para conseguir la verdadera y \u00faltima cumbre: llegar al campamento base." (p. 192)<\/p>\n

Se preguntan si el herido podr\u00e1 descender casi dos mil metros de rapeles por la pared. Saben que <\/p>\n

"…eso hace que no tenga claro si lo que tengo es un miedo inconsciente o bien que estoy en un estado de ponerme a prueba superando todos mis l\u00edmites, hasta ahora conocidos. Es como entrar en una confusa dimensi\u00f3n donde el agotamiento es tan grande que se activan nuevos sistemas de lucha para ayudarme a superar obst\u00e1culos que se me han revelado importantes." (p. 167)<\/p>\n

En el Nanga Parbat, sin embargo, no hay espacio para bromas:<\/p>\n

"Poco a poco vamos aprendiendo que aqu\u00ed, en el Nanga, no existe la palabra broma, aqu\u00ed es todo muy serio. Es una monta\u00f1a que no permite ni un solo descuido, no se puede bajar la guardia ni un segundo. Se puede pagar muy caro. Y nadie podr\u00e1 juzgar los hechos que aqu\u00ed arriba han ocurrido. Nadie que no haya estado vivi\u00e9ndolo en su propia piel, entre nosotros. Se tiene que haber vivido y sufrido en las entra\u00f1as de este gigante del Himalaya. Hace falta haber luchado de forma extrema para conseguir sobrevivir. El Nanga es una monta\u00f1a muy dif\u00edcil y complicada. Es un mundo donde en cada momento tienes que subsistir, tienes que esforzarte hasta unos l\u00edmites desconocidos, incluso para nosotros. Es una prueba muy dura, en todos los aspectos y nosotros lo estamos viviendo." (p. 193)<\/p>\n

La ruta Kinshofer les exige mucho: "…para una ruta como la que hemos elegido es imprescindible acostumbrarse a estar colgado, a mejorar el equilibrio, a familiarizarse con el material, a educarse con un compromiso real…" (p. 46) "…vuelvo a adentrarme en las inacabables paredes de hielo, donde no se me permite el m\u00e1s m\u00ednimo error t\u00e9cnico ni de equilibrio." (p.167) "Aqu\u00ed las cosas se intentan, no se sabe hasta qu\u00e9 punto se consiguen realmente." (p.132)<\/p>\n

Puestos una y otra vez en situaciones de las que les parece que no saldr\u00e1n, se emplean al m\u00e1ximo y descubren que "El concepto de l\u00edmite es ahora relativo. \u00bfCu\u00e1l es mi l\u00edmite de fuerzas? \u00bfY de resistencia? \u00bfHasta cuando podr\u00e9 aguantar?" (p. 207)<\/p>\n

El libro es apasionante y, como escribe Jordi Pons en la introducci\u00f3n, "La monta\u00f1a tiene unos l\u00edmites, no la podemos medir s\u00f3lo con cifras, hace falta medirla por los sentimientos que despierta en nosotros, por las satisfacciones que nos proporciona." (p. 11)<\/p>\n

En lo personal, me pareci\u00f3 que ya hab\u00eda le\u00eddo el libro, pero no lo recordaba totalmente. Fue cuando ocurren las ca\u00eddas que record\u00e9 por qu\u00e9 me parec\u00eda tan familiar: es pr\u00e1cticamente la misma situaci\u00f3n que Joe Simpson narra en Tocando el vac\u00edo<\/i>. All\u00e1, claro, se trataba de un seis mil muy dif\u00edcil, dos personas. Ac\u00e1 son tres (al final) en un ocho mil. Sin embargo, el paralelismo de ambas obras es tan sorprendente que uno se podr\u00eda preguntar si \u00e9ste no es copia de aquel. La respuesta es sencilla: no. Las que son muy similares son las vivencias, ese sentirse todo el tiempo en el l\u00edmite y sin embargo arrastrarse hasta lograr su objetivo, no importa c\u00f3mo.<\/p>\n

Libro fascinante que puede ser le\u00eddo en muy poco tiempo, es uno de los pilares \u2014junto con el libro de Simpson\u2014 por los que la literatura de monta\u00f1a ir\u00e1 cambiando de lo superficial y anecd\u00f3tico a la narraci\u00f3n profunda de las vivencias. Y aunque su subt\u00edtulo es Tragedia en el Nanga Parbat<\/i>, la narraci\u00f3n se dirige m\u00e1s a la supervivencia que al drama.<\/p>\n

"Hemos conseguido aquello que, hasta a nosotros, nos parec\u00eda imposible. \u00bfHemos tenido suerte? Seguro que s\u00ed. Pero coronar una cima como \u00e9sta no se consigue, solamente, gracias a la suerte." (p. 226)<\/p>\n

Lee un cap\u00edtulo gratis (PDF)<\/a><\/b><\/p>\n<\/div>\n

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\n El Nanga Parbat es, sin duda, una montaña que ha tenido un papel importante en la historia del montañismo mundial. Este también es el caso de una expedición española que ascendiera por la ruta Kinshofer, abierta en 1962. ¿Qué tiene de extraordinario ascender por una ruta ya abierta a un ocho mil? El resultado de este ascenso es el libro Mientras haya luz, un título que está a la altura literaria y de vivencias de Tocando el vacío<\/i>, de Joe Simpson. La agilidad de la escritura da una movilidad impresionante a la lectura y a los actoresa, que se mueven en la “zona de la muerte” escapando poco a poco de una trampa para mostrar lo que el espíritu humano es capaz de hacer en situaciones extremas.<\/p>\n<\/td>\n

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