{"id":11408,"date":"2000-11-15T00:00:00","date_gmt":"2000-11-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11408"},"modified":"2012-11-18T19:10:24","modified_gmt":"2012-11-19T01:10:24","slug":"tocando_el_vacio_","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2000\/tocando_el_vacio_\/","title":{"rendered":"Tocando el vac\u00edo"},"content":{"rendered":"
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Joe Simpson. Tocando el vac\u00edo<\/i>. Ediciones Desnivel, Madrid. Segunda edici\u00f3n 1999. 178 p\u00e1ginas. ISBN: 84-89969-36-1<\/p>\n

\n La monta\u00f1a m\u00e1s atractiva es la que nadie ha subido antes. En 1985, Joe Simpson y Simon Yates se enfrentan a la cara oeste del Siula Grande, en la Cordillera de Huayhuash, en Per\u00fa, una monta\u00f1a alejada de todo:<\/p>\n

"El campamento desapareci\u00f3 de nuestra vista e inmediatamente fui consciente del silencio y de la soledad de nuestra situaci\u00f3n. Por primera vez en mi vida supe lo que significa estar aislado de la gente y la sociedad. Era maravillosamente tranquilizador estar all\u00ed. Reconoc\u00ed una sensaci\u00f3n de completa libertad: hacer lo que deseaba y cuando lo deseaba, y en la forma que m\u00e1s me complac\u00eda. Repentinamente el d\u00eda entero hab\u00eda cambiado. Todo el letargo desapareci\u00f3 barrido por una independencia que nos vigorizaba. No ten\u00edamos responsabilidades excepto hacia nosotros mismos, y no hab\u00eda nadie para inmiscuirse ni para venir en nuestra ayuda…" (p. 18)<\/p>\n

La escalada, que dura tres d\u00edas, es lo m\u00e1s dif\u00edcil que han hecho hasta el momento y al llegar a la cumbre, Joe se pregunta:<\/p>\n

"\u2014<\/strong>¿Y ahora qu\u00e9? Era un c\u00edrculo vicioso. Cuando uno cumple un sue\u00f1o con \u00e9xito vuelve a la primera casilla y antes de que pase mucho tiempo comienza a invocar otro, un poco m\u00e1s dif\u00edcil , un poco m\u00e1s ambicioso… un poco m\u00e1s peligroso. No me gust\u00f3 pensar en d\u00f3nde podr\u00eda estarme llevando todo ese proceso. Como si, de alguna extra\u00f1a forma, la propia naturaleza del juego estuviera control\u00e1ndome, llev\u00e1ndome hacia una conclusi\u00f3n l\u00f3gica pero inquietante. Siempre me perturbaba este momento de la llegada a la cumbre, este silencio y esta calma s\u00fabitos despu\u00e9s de la tormenta, que me daban tiempo para preguntarme qu\u00e9 es lo que estaba haciendo y para dudar si no estaba perdiendo inexorablemente el control. ¿Estaba aqu\u00ed por puro placer o era por egolatr\u00eda? ¿De verdad quer\u00eda volver por m\u00e1s? Sin embargo estos momentos tambi\u00e9n eran buenos, y yo sab\u00eda que estos pensamientos pasar\u00edan." (p. 46)<\/p>\n

Por las dificultades que han tenido en ascender esa pared vertical, eligen bajar por una nueva ruta, una arista que les llevar\u00eda en direcci\u00f3n al Yerupaj\u00e1, pero descubren que es muy dif\u00edcil y demasiado peligrosa. En una ocasi\u00f3n, Simon caen al vac\u00edo junto con la cornisa.<\/p>\n

"Nos enfrent\u00e1bamos a una arista sumamente delicada, aunque se hab\u00eda derrumbado en parte, no por ello era m\u00e1s segura." (p. 49) "La monta\u00f1a hab\u00eda perdido su atractivo y su novedad, y yo deseaba bajar de all\u00ed tan pronto como fuera posible." (p. 59)<\/p>\n

En esa arista todo se complica: a Simon se le congelan los dedos y no puede hacer tareas muy complicadas, por lo que Joe baja primero a lo largo de la arista y es ah\u00ed donde se encuentra con un tramo de nieve que hace que caiga. El resultado:<\/p>\n

"\u2014<\/strong>Ya est\u00e1, me he roto la pierna. Estoy muerto. Todo el mundo lo dec\u00eda… cuando s\u00f3lo hay dos personas, un tobillo roto puede convertirse en una sentencia de muerte…" (p. 62) "La muerte me hab\u00eda parecido tan lejana, y sin embargo ahora todo estaba te\u00f1ido de ella." (p. 63)<\/p>\n

"Qu\u00e9 es lo que pasa a partir de entonces? [Simon] Me mir\u00f3. Tal vez su mirada fue demasiado larga y dura, porque volvi\u00f3 el rostro con rapidez. No con la suficiente rapidez, no obstante: tuve tiempo de ver su cara fugazmente, pero en aquel instante supe lo que estaba pensando. Ten\u00eda un curioso aire de desapego. Me sent\u00ed acobardado al verlo, s\u00fabitamente me sent\u00ed extra\u00f1o, muy distinto a \u00e9l. Sus ojos estaban llenos de pensamientos, pena. Pena y algo m\u00e1s: esa distancia que se concede a un animal herido al que no se puede ayudar. Simon hab\u00eda tratado de ocultarlo, pero yo lo vi, y ret\u00edrela vista lleno de miedo y preocupaci\u00f3n." (p. 64) "En un momento se hab\u00eda abierto entre nosotros un abismo imposible de cruzar, y hab\u00edamos dejado de ser un equipo funcionando al un\u00edsono." (p. 65)<\/p>\n

El descenso se convierte en una odisea por la supervivencia. Simon une las dos cuerdas que llevan y hace bajar a su compa\u00f1ero todo el largo. Pero por la noche siguen bajando y Joe se desliza por una pendiente cada vez m\u00e1s fuerte hasta caer al vac\u00edo y quedar colgado. Carente de anclajes, que han gastado en la pared de subida, Simon aguanta en un asiento de nieve.<\/p>\n

"Hab\u00eda transcurrido casi una hora desde la ca\u00edda de Joe. Estaba temblando de fr\u00edo.Apesar de mis esfuerzos, cada vez me resultaba m\u00e1s dif\u00edcil sujetar la cuerda. Se me escapaba lentamente y el nudo presionaba ya contra mi pu\u00f1o derecho. No pod\u00eda sujetarlo, no pod\u00eda detenerlo. Esta idea me sobrecogi\u00f3. Quedaron olvidados el fr\u00edo y los deslizamientos de nieve: me estaba cayendo. El asiento se movi\u00f3 debajo de m\u00ed, desmoron\u00e1ndose un poco. Resbal\u00e9 algunos cent\u00edmetros. Pate\u00e9 fuertemente con los pies en la pendiente y me detuve. ¡Dios m\u00edo!<\/i><\/p>\n

Ten\u00eda que hacer algo.<\/i><\/p>\n

¡La navaja! El pensamiento surgi\u00f3 de improviso. Naturalmente, la navaja. R\u00e1pido, vamos…<\/i><\/p>\n

Volv\u00ed a inclinarme hacia delante y esta vez toqu\u00e9 la cuerda con la hoja.<\/i><\/p>\n

No hizo falta apretar. La tensa cuerda revent\u00f3 al contacto con la hoja y yo ca\u00ed hacia atr\u00e1s al desaparecer el peso que tiraba de m\u00ed. Estaba temblando.<\/i><\/p>\n

Estaba vivo, y de momento aquello era todo cuanto pod\u00eda pensar. <\/i> (p. 88)<\/p>\n

Es imposible contar m\u00e1s, pues Joe Simpson lo hace de una manera mucho m\u00e1s \u00e1gil. Una cuerda cortada por el compa\u00f1ero en una situaci\u00f3n desesperada se convierte en una batalla por la supervivencia y un encuentro con la vida muy diferente a como la ve\u00edan antes. Sin embargo, Simon Yates se enfrenta con la cr\u00edtica y es por ello que Joe Simpson se da a la tarea de escribir este libro. En esta segunda edici\u00f3n, Simpson escribe un nuevo ep\u00edlogo y en \u00e9l anota: "Escrib\u00ed este libro con la esperanza de que mi relato de la historia tal y como sucedi\u00f3 ahogara de ra\u00edz cualquier cr\u00edtica dura o desleal hacia Simon."<\/p>\n

Y \u00e9ste escribe:<\/p>\n

"Toda mi zozobra despu\u00e9s de haber cortado la cuerda no cambi\u00f3 en nada las cosas. Mi decisi\u00f3n hab\u00eda sido correcta y los dos hab\u00edamos sobrevivido. A lo largo de los a\u00f1os siguiente, he acertado a o\u00edr multitud de encontrados debates en torno a la \u00e9tica de mi decisi\u00f3n y muchos hipot\u00e9ticos "¿qu\u00e9 hubiera pasado si…?". He encontrado a gente comprensiva con mis acciones y otros abiertamente hostiles. Estas opiniones de segunda mano no significan nada comparadas con las palabras que Joe me dijo en la tienda aquella noche en Per\u00fa." (p. 175)<\/p>\n

¿Qu\u00e9 palabras hab\u00edan sido?<\/p>\n

"\u2014<\/strong>Me salvaste la vida, ¿sabes? Aquella noche debi\u00f3 de ser terrible para ti. No te culpo. No te culpo. No ten\u00edas alternativa. Lo entiendo, y tambi\u00e9n entiendo que creyeras que yo estaba muerto. Hiciste todo lo que se pod\u00eda hacer. Gracias por bajarme de la pared." (p. 163)<\/p>\n

El libro, adem\u00e1s de ser un relato incre\u00edblemente \u00e1gil que impide que uno lo deje f\u00e1cilmente y que lo ha convertido r\u00e1pidamente en un cl\u00e1sico de la literatura de monta\u00f1a, est\u00e1 lleno de aspectos los psic\u00f3logos especializados en aspectos de supervivencia y de monta\u00f1a deben analizar muy de cerca. El libro fue ganador del Premio NCR 1989 y del Premio Boardman-Tasker, aunque posteriormente escribir\u00eda: <\/p>\n

"Parec\u00eda completamente err\u00f3neo llegar a ser conocido por un accidente grave: el buen nombre radica en los \u00e9xitos, no en las cagadas." (Este juego de fantasmas<\/i>, p. 310), el libro es m\u00e1s el verdadero temple del hombre en la supervivencia, tal como lo muestra Jack London en "Amor a la vida". Sin embargo, la historia de Simpson es real.<\/p>\n

Esta segunda edici\u00f3n se ve enriquecida por un importante an\u00e1lisis de los acontecimientos.\n <\/p>\n<\/div>\n

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Una montaña que nadie ha escalado antes. Dos hombres que la intentan en estilo alpino. Las dificultades aumentan con el deterioro del tiempo y, después de llegar a la cima, los hombres bajan con dificultad. Un accidente. Ambos saben que bajar al herido es imposible. Falta de comunicaci\u00f3n en la tormenta. Uno corta la cuerda del otro… Una incre\u00edble historia real de supervivencia.<\/p>\n<\/td>\n

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