{"id":11392,"date":"2000-06-15T00:00:00","date_gmt":"2000-06-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11392"},"modified":"2012-11-18T19:17:21","modified_gmt":"2012-11-19T01:17:21","slug":"la_montana_y_el_hombre","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2000\/la_montana_y_el_hombre\/","title":{"rendered":"La monta\u00f1a y el hombre"},"content":{"rendered":"
\n

Georges Sonnier. La monta\u00f1a y el hombre<\/i>. Editorial R.M., Barcelona. 1977, 262 p\u00e1ginas. ISBN: 84-7204-048-8<\/p>\n\n\n
 <\/td>\n\n

La monta\u00f1a no es el infinito, pero lo sugiere<\/i>.<\/p>\n

Pierre Dalloz, Zenith,<\/i> citado en p. 17<\/p>\n

S\u00f3lo se vence verdaderamente lo que se ama.<\/i><\/p>\n

Henry de Montherlant, cit. en p. 57<\/p>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/table>\n

<\/p>\n

Es el 27 de junio de 1492. Antoine de Ville y un grupo de soldados que lo acompa\u00f1an llegan a la cima de una modesta cumbre que, vista desde todos lados, parece estar tan cercana a dragones: el monte Aiguille. Han subido por orden expresa de Carlos VIII. Un hito importante, sin duda. Pero es hasta el 8 de agosto de 1786, cuando Jacques Balmat y Michel-Gabriel Paccard se posan en la cima del Mont Blanc, la m\u00e1s alta de los Alpes, que nace el alpinismo: con su ascenso rompen un mito de siglos y dan inicio, sin saberlo, a una nueva actividad humana que en pocos a\u00f1os dar\u00e1 empleo a gente que vive al pie de las monta\u00f1as y que con el transcurso de los a\u00f1os se convirtiera en la raz\u00f3n de ser de muchos seres humanos.<\/p>\n

Se hab\u00eda conquistado la cima m\u00e1s alta de los Alpes y “…durante docenas de a\u00f1os la conquista de los Alpes gir\u00f3 as\u00ed en torno de una sola cumbre ?aunque fuese la m\u00e1s alta? antes de acometer las restantes. No faltaba osad\u00eda, sino imaginaci\u00f3n.” (p. 85)<\/p>\n

Esa imaginaci\u00f3n lleg\u00f3 a su tiempo: Whymper en el Cervino y Mummery en el Gr\u00e9pon, dan cambios decisivos porque “Todas las grandes fechas del alpinismo han sido y ser\u00e1n el encuentro de una monta\u00f1a y un hombre.” (p. 68) Con uno se trata de ascender la monta\u00f1a que no se ha escalado antes, con el otro, buscar la v\u00eda de mayor dificultad, mentalidad que revolucionar\u00eda en definitiva el enfoque del hombre que va a la monta\u00f1a: buscar siempre la mayor dificultad. “Lo que cuenta es la v\u00eda que se sigue, las dificultades que resolver en cada ocasi\u00f3n. Todo itinerario desconocido de una misma cima es un rostro nuevo que hay que desvelar. Apenas se trata de la misma monta\u00f1a. Su identidad s\u00f3lo se revela al llegar a la cumbre.” (p. 170)<\/p>\n

El alpinismo pasa lentamente de tener un gu\u00eda como requisito indispensable a la cordada compuesta por “amateurs” y, despu\u00e9s, al alpinismo solitario, cambios que est\u00e1n m\u00e1s all\u00e1 de la mera enumeraci\u00f3n de hechos. “El alpinismo en solitario comporta riesgos excepcionales: el menor accidente ?ruptura de un puente de nieve, fractura, etc.? puede revestir dram\u00e1ticas consecuencias. Por ello, y m\u00e1s que ning\u00fan otro, requiere un perfecto conocimiento de la monta\u00f1a, una t\u00e9cnica infalible, una sangre fr\u00eda y una prudencia a toda prueba; y damos por supuesto que la decisi\u00f3n de penetrar soplo en el universo inhumano de la altitud constituye por s\u00ed misma una imprudencia del mayor calibre, deliberada. Lo importante es que sea plenamente reconocida como tal, y asumida. Con esta reserva, acaso sea la forma regia del alpinismo, la \u00fanica que verdaderamente enfrenta al hombre con la monta\u00f1a soberana.” (p. 216)<\/p>\n

A trav\u00e9s de un an\u00e1lisis de diferentes ascensiones y los cambios que se han producido en el alpinismo, Georges Sonnier proporciona una obra no s\u00f3lo de historia de nuestro deporte, sino de la filosof\u00eda con que se ha seguido acerc\u00e1ndose a la monta\u00f1a, desde un ideal: “…la acci\u00f3n cuenta en definitiva menos que la idea que la engendr\u00f3… La conquista de la monta\u00f1a es ante todo una conquista de la imaginaci\u00f3n… La conquista de la monta\u00f1a es empresa de hombres que la hab\u00edan so\u00f1ado y amado ya antes de acercarse a ella.” (p. 60) hasta los diferentes extremos que son ajenos a aquello que diera origen al alpinismo: “…se puede vivir de la monta\u00f1a, como anta\u00f1o se viv\u00eda para ella (aunque lo uno no excluye lo otro), y quiz\u00e1 esto sea un bien. Pero tambi\u00e9n puede servir como trampol\u00edn a la ambici\u00f3n, permitiendo «hacer carrera». En el l\u00edmite, hay «vedettes» del alpinismo. Esto es un peligro.” (p. 226)<\/p>\n

Libro apasionante escrito por un alpinista, entre fechas y hechos aparecen continuamente los rastros de la cambiante filosof\u00eda que acerca al hombre a la monta\u00f1a, desde el romanticismo de Saussure hasta la mentalidad de Mummery que hace que “En lo sucesivo se va a tratar m\u00e1s de que el alpinista se domine a s\u00ed mismo y se supere que de conquistar la monta\u00f1a.” (p. 185)<\/p>\n<\/div>\n

<\/p>\n

<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\n\n\n
\n<\/p>\n

Considerada como una de las obras clásicas de la literatura de montaña, La montaña y el hombre<\/i> es la historia del hombre en las montañas y del nacimiento de la pasión por ascenderlas.<\/p>\n<\/td>\n

\n
<\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

<\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1001,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1012],"tags":[10021],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-2XK","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11392"}],"collection":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1001"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11392"}],"version-history":[{"count":3,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11392\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":21876,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11392\/revisions\/21876"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11392"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11392"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11392"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}