{"id":11344,"date":"1998-11-15T00:00:00","date_gmt":"1998-11-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11344"},"modified":"2012-12-10T18:11:28","modified_gmt":"2012-12-11T00:11:28","slug":"filosofia_del_montanismo_de_la_unam","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/1998\/filosofia_del_montanismo_de_la_unam\/","title":{"rendered":"Filosof\u00eda del monta\u00f1ismo de la UNAM"},"content":{"rendered":"
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Y si me preguntas: ¿debo despertar a \u00e9ste o dejarlo dormir para que sea feliz? Te responder\u00e9 que nada s\u00e9 de la felicidad. Pero si hay una aurora boreal, ¿dejar\u00edas dormir a tu amigo? Ninguno debe dormir si puede conocerla. Y, por cierto, \u00e9se ama su sue\u00f1o y se envuelve en \u00e9l: y sin embargo, arr\u00e1ncalo a su dicha y arr\u00f3jalo fuera para que llegue a ser.<\/i><\/p>\n

Antoine de Saint Exupery. Ciudadela.<\/p>\n<\/blockquote>\n<\/blockquote>\n

\n En 1971, un grupo de estudiantes de preparatoria y algunas facultades, nos reunimos con un inter\u00e9s com\u00fan: practicar alpinismo. Se fund\u00f3 entonces el Club de Alpinismo de la UNAM<\/em>. El nombre era el adecuado a la \u00e9poca y a lo que quer\u00edamos hacer: escalar monta\u00f1as, no importaba si a veces \u00e9ramos s\u00f3lo dos. \u00c9ramos un club de alpinismo m\u00e1s. Al menos eso cre\u00edan, pero pronto se vio que los integrantes ten\u00edamos algo muy distintivo: una mentalidad enfocada a hacer las ascensiones de una manera muy diferente. Eramos hombres en las monta\u00f1as y en ellas descubrimos que la vida no ten\u00eda sentido mas que si se la cambia poco a poco y que el hombre es, antes que nada, aquel que crea, y que solamente son hermanos los hombres que colaboran.<\/p>\n

Ascender monta\u00f1as no era lo mismo para nosotros que para los dem\u00e1s. Uno llegaba a la cima y se apoderaba de estrellas, de nubes, de todo lo que abarcara la vista y el o\u00eddo. No era nada extraordinario porque todo mundo lo hac\u00eda con s\u00f3lo poner el pie arriba. Pero nosotros hab\u00edamos amasado todo eso conforme a nuestro deseo. Cre\u00e1bamos en cada ascensi\u00f3n y no nos interesaban todos aquellos que hubieran conocido mil veces la misma cima y observado mil veces el mismo paisaje: nada cambiaban y nada llegaban a ser: eran sedentarios y en realidad no conoc\u00edan nada. Nos interesaban los que ejercitaban sus m\u00fasculos en la ascensi\u00f3n para comprender todos los paisajes por venir. En esa cima descubr\u00edamos otras cumbres, otros precipicios, otras pendientes.<\/p>\n

Cuando se fund\u00f3 la Escuela de Monta\u00f1ismo de la UNAM (1976), la mentalidad que ten\u00edamos de varios a\u00f1os de excursionar fue aplicada \u00edntegramente. Quer\u00edamos ir all\u00e1 donde los mexicanos no hubiesen ido, adonde el ser humano no hubiese puesto todav\u00eda su huella. Hab\u00eda muchas monta\u00f1as importantes, pero consider\u00e1bamos que lo que ya estaba hecho no nos convert\u00eda en creadores. As\u00ed que buscamos las fronteras, los l\u00edmites, los tab\u00faes.<\/p>\n

En 1979, un d\u00eda antes de comenzar a escalar la Salath\u00e9 del Capit\u00e1n, un grupo de escaladores que hab\u00eda estado meses antes en el McKinley, se asombr\u00f3 de que tambi\u00e9n encontrara gente de la UNAM en Yosemite. En ocho a\u00f1os, hab\u00edamos saltado del anonimato al conocimiento del monta\u00f1ismo mundial con logros importantes: la propia expedici\u00f3n del McKinley, el ascenso al Capit\u00e1n y la ya pr\u00f3xima primera expedici\u00f3n mexicana al Himalaya. ¿Qu\u00e9 nos hab\u00eda hecho tan distintivos? Una sola cosa: cre\u00edamos que si alg\u00fan ser humano ya hab\u00eda hecho una ascensi\u00f3n que nos propon\u00edamos, tambi\u00e9n nosotros podr\u00edamos hacerla. Nos tomar\u00eda tiempo y preparaci\u00f3n, pero podr\u00edamos. Tambi\u00e9n estaba en nuestra mente el abordar aquello que nadie hab\u00eda ascendido. Requerir\u00eda m\u00e1s tiempo, m\u00e1s preparaci\u00f3n, m\u00e1s paciencia. Pero lo lograr\u00edamos.<\/p>\n

A fines de los 70s, \u00e9ramos un grupo que crec\u00eda por s\u00ed mismo, que se nutr\u00eda de los resultados de las grandes expediciones: Bonnington, Messner y Habeler. Sus expediciones eran todo un canto y para comprenderlo era preciso transformarse porque cantar en coro es una cosa, pero fundar el canto, s\u00f3lo a los creadores. As\u00ed, la d\u00e9cada de los 80s encontr\u00f3 a una Asociaci\u00f3n de Monta\u00f1ismo y Exploraci\u00f3n (en 1980 cambiamos de nombre) madura que realizaba expediciones a diversas partes del mundo, que ten\u00eda al mejor grupo de espeleolog\u00eda de M\u00e9xico porque se dedicaba a explorar cavernas y no s\u00f3lo a meterse adonde otros hab\u00edan ido, que form\u00f3 un Grupo de Exploraci\u00f3n, que hasta la fecha sigue siendo el \u00fanico en M\u00e9xico.<\/p>\n

Los logros han sido numerosos pero no es importante lo que ya hemos hecho, sino lo que somos capaces de hacer. La victoria no es paisaje pose\u00eddo desde lo alto de las monta\u00f1as, sino entrevisto desde lo alto de ellas cuando los propios m\u00fasculos lo han construido. Y nada es una victoria que dura. <\/p>\n

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Ascender montañas no era lo mismo para nosotros que para los demás. Uno llegaba a la cima y se apoderaba de estrellas, de nubes, de todo lo que abarcara la vista y el oído.<\/div>\n

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