{"id":11325,"date":"2001-02-15T00:00:00","date_gmt":"2001-02-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11325"},"modified":"2012-12-25T11:39:31","modified_gmt":"2012-12-25T17:39:31","slug":"psicopatologia_en_la_hipotermia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2001\/psicopatologia_en_la_hipotermia\/","title":{"rendered":"Psicopatolog\u00eda en la hipotermia"},"content":{"rendered":"
\n

Seguramente todos recordamos el cuento de Hans Christian Andersen (1969) sobre la muchacha de los f\u00f3sforos. En este conmovedor cuento est\u00e1 contenida una descripci\u00f3n literaria de las experiencias ps\u00edquicas de la congelada muchacha. En la flama del primer f\u00f3sforo encendido vio una vela rodeada por las manos: "Era ante un gran horno de hierro, con puertas y adornos de lat\u00f3n. La muchacha extendi\u00f3 las piernas para tambi\u00e9n calentarlas" y aqu\u00ed la flama se apag\u00f3. El horno desapareci\u00f3.<\/p>\n

\u2014En la flama del segundo f\u00f3sforo vio el interior de una habitaci\u00f3n, «donde hab\u00eda una mesa cubierta por un mantel blanco fluorescente, con una bella porcelana, y en una fuente, exquisitamente humeaba un ganso asado, lleno de ciruelas y manzanas.» Cuando el f\u00f3sforo se apag\u00f3, se pudo ver solamente una pared opaca y fr\u00eda.<\/p>\n

\u2014La muchacha encendi\u00f3 el tercer f\u00f3sforo. «Y he aqu\u00ed que estaba sentada bajo el m\u00e1s bonito \u00e1rbol de Navidad, … miles de velitas se encendieron en las ramas verdes, y cuadros de colores, como los que decoran las ventanas de las tiendas, miraban hac\u00eda ella. La muchacha extendi\u00f3 hacia ellos ambas manos ?pero aqu\u00ed el f\u00f3sforo se apag\u00f3.»<\/p>\n

?Entonces encendi\u00f3 el cuarto f\u00f3sforo. En su reflejo apareci\u00f3 ante ella una ancianita, apacible, clara, resplandeciente y amorosa. Abraz\u00f3 a la muchacha y volaron muy alto, donde no hab\u00eda m\u00e1s fr\u00edo ni hambre, ni miedo, pues estaban con Dios.<\/p>\n

?Al d\u00eda siguiente los transe\u00fantes encontraron a la muchacha con las mejillas rosadas, y con una sonrisa en el rostro; no estaba viva, se congel\u00f3 hasta la muerte, aquella \u00faltima noche del a\u00f1o pasado.?<\/p>\n

Andersen tom\u00f3 en su cuento los m\u00e1s importantes contenidos de las alucinaciones que pueden acompa\u00f1ar al congelamiento. En las visiones alucinatorias de la muchacha de los f\u00f3sforos se expresaron los anhelos m\u00e1s insatisfechos: de calor, de alimentos y de seguridad. Estos son, frecuentemente, las necesidades de la persona congelada.<\/p>\n

La hipotermia y los s\u00edntomas psicofisiol\u00f3gicos<\/b><\/p>\n

La hipotermia est\u00e1 definida como la disminuci\u00f3n de la temperatura corporal humana por debajo de 35 grados C. Considerando el tiempo de exposici\u00f3n al fr\u00edo, la hipotermia puede ser clasificada como:<\/p>\n

    \n
  1. aguda: menos de 6 horas\n
  2. subaguda: de 6 a 12 horas\n
  3. cr\u00f3nica; por arriba de 24 horas.<\/ol>\n

    Dependiendo del grado de disminuci\u00f3n de la temperatura interna del cuerpo, se pueden distinguir cinco grados de hipotermia:<\/p>\n

      \n
    1. Superficial (de 37 a 35 grados C)\n
    2. Moderada (de 35 a 31 grados C)\n
    3. Media (de 31 a 28 grados C)\n
    4. Profunda (de 27 a 23 grados C) y\n
    5. Muy profunda (de 23 a 15 grados C).<\/ol>\n

      Existe una temperatura y humedad \u00f3ptima del medio ambiente en la cual la capacidad psicof\u00edsica del organismo humano es la mejor. Se afirma que bajo la influencia del ?estr\u00e9s? del fr\u00edo, la capacidad general del organismo se reduce. Existe igualmente una dependencia entre el enfriamiento, y la capacidad en el trabajo.<\/p>\n

      Pocos son los trabajos experimentales sobre la influencia de las bajas temperaturas en el funcionamiento ps\u00edquico del hombre. Las observaciones y experiencias indican, que la disminuci\u00f3n de la temperatura, despu\u00e9s de un breve periodo de excitaci\u00f3n, provoca un estado de apat\u00eda y desanima cualquier actividad.<\/p>\n

      En estado de hipotermia se disminuye la capacidad de reconocer las palabras, se debilita la memoria ?especialmente la reciente? y se reduce la velocidad de respuesta. La velocidad de otras reacciones ps\u00edquicas est\u00e1 tambi\u00e9n disminuida. En el estado de hipotermia sufre tambi\u00e9n alteraci\u00f3n el sentido subjetivo del tiempo: el tiempo transcurre m\u00e1s lentamente, se prolonga.<\/p>\n

      De las investigaciones experimentales de Poulton y col. (1965) resulta que la exposici\u00f3n de media hora a la acci\u00f3n de la temperatura de cero a menos 20 grados Cent\u00edgrados provoca una disminuci\u00f3n de la percepci\u00f3n visual de un 25-30%. Sin embargo la temperatura reducida junto con la acci\u00f3n del viento y la humedad reduce esta misma capacidad hasta un 50%. Una influencia esencial sobre los resultados de estas investigaciones tuvo la apat\u00eda general de los examinados.<\/p>\n

      La temperatura disminuida influye igualmente en la debilitaci\u00f3n de la cr\u00edtica y valoraci\u00f3n de la situaci\u00f3n, que puede tener una importancia fundamental en la supervivencia en las altas monta\u00f1as, en el buceo submarino, etc. Sin embargo, la evaluaci\u00f3n de la interdependencia de la conducta con el enfriamiento del organismo no es f\u00e1cil. En investigaciones diversas se confirm\u00f3 igualmente, que el enfriamiento del organismo es una de las causas principales de accidentes, como los que ocurren en el buceo en aguas fr\u00edas.<\/p>\n

      S\u00edntomas cl\u00f3nicos de la hipotermia<\/b><\/p>\n

      Existe una clara dependencia entre los s\u00edntomas cl\u00ednicos y la hipotermia. Con la temperatura por debajo de 37º C se experimentan escalofr\u00edos y temblores corporales junto con una sensaci\u00f3n de fr\u00edo, aumentan el pulso y la presi\u00f3n arterial, la respiraci\u00f3n se acelera y se profundiza; esto es acompa\u00f1ado por una excitaci\u00f3n ps\u00edquica con una sensaci\u00f3n de intranquilidad y miedo junto con dolores en las partes distales del cuerpo.<\/p>\n

      Cuando la temperatura corporal se reduce por debajo de 35º C, se presenta una obnubilaci\u00f3n de la conciencia, disminuyen las habilidades psicomotrices y empeora la orientaci\u00f3n; el estado de \u00e1nimo tiende a la apat\u00eda y el des\u00e1nimo general.<\/p>\n

      La temperatura corporal entre 33 y 31º C provoca una profundizaci\u00f3n de los trastornos de la conciencia hasta el estado pre-comatoso. La p\u00e9rdida del conocimiento se presenta usualmente a la temperatura corporal de 32º C. Esto se acompa\u00f1a de una rigidez muscular y de trastornos en el ritmo cardiaco.<\/p>\n

      En la siguiente etapa, si el enfriamiento alcanza los 30º C, se desarrolla un coma cl\u00ednico y la abolici\u00f3n de los reflejos neurol\u00f3gicos. Ante una temperatura interior de 20 a 19º se presenta el llamado ?silencio en el registro electroencefalogr\u00e1fico?. Este fen\u00f3meno, sin embargo, no puede identificarse con la muerte cerebral y no autoriza para renunciar a una posterior reanimaci\u00f3n del paciente. La muerte puede presentarse ante temperaturas internas del cuerpo inferiores a 26º y es provocada por una fibrilaci\u00f3n auricular. El periodo de coma y del estado pre-comatoso dejan casi siempre una amnesia completa.<\/p>\n

      Vale la pena recordar, que la tolerancia del cerebro humano a la hipoxia se aumenta en las bajas temperaturas. En la temperatura corporal normal es de 3-4 minutos, ante la temperatura de 29º C se prolonga a 8 a 10 minutos, y ante 22º C puede alcanzar valores de 16 a 22 minutos. Por eso tambi\u00e9n, en las personas congeladas, a veces es dif\u00edcil establecer los criterios de muerte. La reanimaci\u00f3n se debe conducir por m\u00e1s tiempo que en otras circunstancias. En m\u00faltiples ocasiones se condujo a estos enfermos a un completo restablecimiento despu\u00e9s de una larga reanimaci\u00f3n. Se observ\u00f3 tambi\u00e9n, y ante esto vale la pena advertir, casos de resucitaci\u00f3n de los enfermos, reconocidos como fallecidos, debido a una evaluaci\u00f3n superficial del m\u00e9dico.\n <\/p>\n

      Tabla 1
      S\u00edntomas cl\u00ednicos de la hipotermia
      Temperatura corporal en grados y S\u00edntomas<\/b><\/p>\n\n\n\n\n\n\n\n\n
      37-35<\/td>\nEscalofr\u00edos<\/td>\n<\/tr>\n
      34-34.5<\/td>\nTrastornos de la obnubilaci\u00f3n de la conciencia<\/td>\n<\/tr>\n
      34-33<\/td>\nAmnesia, apat\u00eda, estado precomatoso arritmia cardiaca, rigidez muscular<\/td>\n<\/tr>\n
      30<\/td>\nComa, midriasis dilataci\u00f3n de las pupilas, abolici\u00f3n de los reflejos neurol\u00f3gicos<\/td>\n<\/tr>\n
      28<\/td>\nFibrilaci\u00f3n auricular<\/td>\n<\/tr>\n
      < 26<\/td>\nMuerte<\/td>\n<\/tr>\n
      16-18<\/td>\nTemperatura inferior para reanimar<\/td>\n<\/tr>\n<\/table>\n

      Golden, 1972; Laufman, 1951; cit. seg\u00fan: Ward, 1975, p. 309.<\/p>\n

      Conducta y reacciones err\u00f3neas<\/b><\/p>\n

      En el a\u00f1o de 1939 Vernos afirm\u00f3 que la frecuencia de accidentes de trabajo y el alto grado de lesiones es mayor si los trabajadores laboran en altas o bajas temperaturas, por arriba o por abajo de 18º C. La temperatura disminuida del medio ambiente provoca una reducci\u00f3n de las habilidades motoras, principalmente de los movimientos de precisi\u00f3n.<\/p>\n

      Entre los trabajadores empleados en los frigor\u00edficos se observ\u00f3 un moderado aumento de estados euf\u00f3ricos, irritabilidad, dificultades de la concentraci\u00f3n de la atenci\u00f3n y diversas equivocaciones. La aparici\u00f3n de errores aument\u00f3 junto con la disminuci\u00f3n de la temperatura.<\/p>\n

      En las investigaciones en las c\u00e1maras de bajas temperaturas de -30 a ?40º se afirm\u00f3 un aumento en los errores verbales. Los mismos sujetos de investigaci\u00f3n no advirtieron estos errores, y por lo tanto no pudieron corregirlos.<\/p>\n

      El fen\u00f3meno de desnudo parad\u00f3jico<\/b><\/p>\n

      El fen\u00f3meno de desnudo parad\u00f3jico en el fr\u00edo fue descrito y denominado por Wedin en 1952. Esta descripci\u00f3n abarca 35 casos. En los a\u00f1os posteriores este mismo autor enriqueci\u00f3 la literatura con nuevos casos. Conductas parecidas han sido descritas en la pr\u00e1ctica del alpinismo en las grandes alturas. En la pr\u00e1ctica criminal estos casos presentaron algunas veces graves dificultades, principalmente si se trat\u00f3 de ni\u00f1os o de mujeres. Err\u00f3neamente se sospech\u00f3 de ataque sexual a estas personas. Conductas parecidas tambi\u00e9n suceden a las personas de edad avanzada, debido a cambios arterioscler\u00f3ticos del cerebro. Las descripciones de tales comportamientos parad\u00f3jicos se pueden encontrar tambi\u00e9n en la literatura de las expediciones, principalmente de las expediciones \u00e1rticas. Por ejemplo, durante la expedici\u00f3n ant\u00e1rtica de Scott en el a\u00f1o de 1912, aconteci\u00f3 tal episodio en el comportamiento de Evans.<\/p>\n

      Unos d\u00edas antes de su muerte por congelamiento, Evans present\u00f3 trastornos ps\u00edquicos en forma de obnubilaci\u00f3n de la conciencia y trastornos de la orientaci\u00f3n. Unas horas antes de su muerte se arrodill\u00f3 al lado de la tienda de campa\u00f1a parcialmente desvestido, con las mangas arremangadas, y con una ?salvaje? mirada en los ojos. Probablemente esta es la m\u00e1s antigua descripci\u00f3n del fen\u00f3meno de desnudo parad\u00f3jico, aunque en aquel entonces no se reconoci\u00f3 como una reacci\u00f3n espec\u00edfica a las bajas temperaturas.\n<\/div>\n

      <\/p>\n

      \n

      La hipotermia y las alucinaciones<\/b><\/p>\n

      Hasta ahora, poca atenci\u00f3n se le ha dedicado a los trastornos de la percepci\u00f3n en el estado hipot\u00e9rmico, principalmente a las experiencias alucinatorias, sus contenidos y su din\u00e1mica. Existen descripciones y relatos sobre las alucinaciones visuales o auditivas, sobre la percepci\u00f3n de figuras geom\u00e9tricas, sobre o\u00edr voces humanas y otros sonidos. Estas experiencias se presentan en los estados de congelaci\u00f3n y\/o agotamiento f\u00edsico, frecuentemente en las altas monta\u00f1as. Vale la pena citar algunas descripciones elegidas de la literatura cient\u00edfica y expedicionaria.<\/p>\n

      1. En el a\u00f1o de 1891 un alpinista y profesor ingl\u00e9s de qu\u00edmica, regresaba de la cumbre de Ben Macdhui en las monta\u00f1as de Escocia. Andando entre la niebla oy\u00f3 tras de s\u00ed consigo ruidos de pasos. Los o\u00eda cuando el mismo andaba. Cuando se detuvo, los ruidos de pasos tambi\u00e9n cesaron. En cada ocasi\u00f3n miraba a su alrededor, pero no hab\u00eda nadie. Fue dominado por ataque de p\u00e1nico, asustado corri\u00f3 varios kil\u00f3metros. El relato sobre esta experiencia se transform\u00f3 en la ahora conocida leyenda sobre el Gran Hombre Gris de la Monta\u00f1a Ben Macdhui.<\/p>\n

      2. Frank Smythe en el a\u00f1o de 1933, despu\u00e9s de separarse de Eric Shipton en el campamento VI, decidi\u00f3 ascender la cumbre del Everest s\u00f3lo. Durante la ascensi\u00f3n sinti\u00f3 claramente que no estaba s\u00f3lo, que lo acompa\u00f1aba alguien amistoso, con lo que se sinti\u00f3 seguro. Esta experiencia fue tan intensa, que en el momento de descanso quiso comer pastel de menta, lo dividi\u00f3 en dos partes y quiso compartirlo con su imaginario acompa\u00f1ante.<\/p>\n

      Muchos a\u00f1os despu\u00e9s, en las monta\u00f1as de Escocia, y por lo tanto a poca altitud, Frank Smythe experiment\u00f3 reiteradamente alucinaciones visuales. Interpretado este hecho, Lloyd (1986) expres\u00f3 la suposici\u00f3n de que probablemente existe una predisposici\u00f3n gen\u00e9tica para este tipo de trastorno.<\/p>\n

      3. El 24 de septiembre de 1975 a las 18:00 horas, Doug Scott y Dougal Haston subieron a la cumbre del Everest, despu\u00e9s de 14 horas de ascensi\u00f3n con el uso de ox\u00edgeno. En la media noche se les termin\u00f3 el combustible para cocer los alimentos. No ten\u00edan tampoco suficiente ropa para protegerse del fr\u00edo. Durante la noche de insomnio, ambos experimentaron alucinaciones: sintieron la presencia en el hueco de nieve, de una tercera persona: el jefe del campamento base. Ã?l era la persona, de acuerdo con el anhelo inconsciente de los alpinistas, que podr\u00eda abastecerlos del equipo necesario como bolsas de dormir, alimentos, ox\u00edgeno, para que de esta manera facilitarles la sobrevivencia en la noche.<\/p>\n

      4. Peter Steele describi\u00f3 las experiencias de Bill Kurban durante otra expedici\u00f3n al Everest. Inadecuadamente vestido, el alpinista se puso en camino desde la base al campamento III y sufri\u00f3 un violento enfriamiento. Estando ya en la tienda afirm\u00f3 que ten\u00eda que orinar y sali\u00f3. No guard\u00f3 ante esto adecuadas precauciones y cay\u00f3 desde una gran altura. Durante la noche su comportamiento y declaraciones fueron irracionales, probablemente debido a las alucinaciones auditivas. Al siguiente d\u00eda, en el descenso, no sigui\u00f3 los principios de seguridad y afirm\u00f3 que ve\u00eda un hombre que yac\u00eda junto a \u00e9l.<\/p>\n

      5. En febrero de 1976 una pareja de esquiadores cay\u00f3 a una grieta de hielo en Matterhorn, en los Alpes. Durante la segunda noche pasada en la grieta el hombre experiment\u00f3 alucinaciones visuales: vio un funicular transportando gente y grit\u00f3 para que se detuviera y se los llevara. Durante la tercera noche la mujer experiment\u00f3 alucinaciones, tambi\u00e9n visuales, consistentes en se\u00f1ales luminosas, que ten\u00edan que significar que acud\u00eda ayuda. Experiencias parecidas les sucedieron a personas que permanecieron por un tiempo prolongado en agua fr\u00eda o en las balsas salvavidas ante bajas temperaturas.<\/p>\n

      6. Paul Shock, piloto, cay\u00f3 al mar en el Golfo de M\u00e9xico. Al d\u00eda siguiente despu\u00e9s del salvamento todav\u00eda sent\u00eda el fr\u00edo penetrante y experiment\u00f3 en la noche s\u00edntomas de escisi\u00f3n. Se imagin\u00f3 a si mismo de manera real, que lo encontraba una balsa salvavidas. En el primer momento le dijo al hombre de la balsa que se dirigiera a la guardia costera y dio la posici\u00f3n exacta en la que se encontraba. Despu\u00e9s dijo que no era \u00e9sta la mejor idea y decidi\u00f3 regresar a la orilla junto con el socorrista. Este episodio le pareci\u00f3 muy real, como vivido.<\/p>\n

      7. En diciembre de 1983, despu\u00e9s de un ascenso con mal tiempo y bajas temperaturas, Juan Manuel Leal, Enriqueta Godoy, Adolfo Matus y Jorge Flores Guillem\u00edn alcanzaron la cima del Aconcagua por la v\u00eda del Glaciar de los Polacos. La ventisca los sorprendi\u00f3 en la cima y debieron escapar hacia la canaleta para improvisar un vivac. Jorge Flores se trastorn\u00f3 por agotamiento y\/o hipotermia. El viento y la nevada manten\u00edan la temperatura por abajo de los -15 grados cent\u00edgrados. Jorge s\u00f3lo descendi\u00f3 algunos metros y se sent\u00f3 al borde de una gran roca. Se despoj\u00f3 de la chamarra, el rompevientos, los guantes, los lentes y una bufanda. Lanzaba grandes carcajadas mientras columpiaba los pies a la vez de que bromeaba por el hecho de que pronto todo acabar\u00eda. Juan Manuel subi\u00f3 nuevamente hacia la cumbre principal, lo abrig\u00f3, logr\u00f3 establecer un di\u00e1logo y lo condujo lentamente hacia el vivac. Hasta la fecha, Jorge no recuerda esos acontecimientos y s\u00f3lo ten\u00eda congelamiento de segundo grado de las falanges de los pies y los dedos de la mano derecha.<\/p>\n

      8. Durante mi estancia en el altiplano boliviano en el a\u00f1o de 1979, mi motocicleta averiada me oblig\u00f3 a una estancia imprevista en un terreno despoblado en la confluencia de las fronteras de Bolivia, Per\u00fa y Chile, a una altitud de 4,200 msnm. La temperatura descendi\u00f3 significativamente por debajo de cero, y pas\u00e9 la noche envuelto \u00fanicamente con la lona de la tienda de campa\u00f1a. Por la ma\u00f1ana la nieve me cubri\u00f3. Despu\u00e9s del gran esfuerzo del d\u00eda anterior y de una noche de insomnio, por la ma\u00f1ana escuch\u00e9 las voces de mis amigos con los que varios a\u00f1os antes hab\u00eda participado en una expedici\u00f3n a las altas monta\u00f1as. Entre las voces escuch\u00e9 tambi\u00e9n la de mi esposa. Los interlocutores hablaban claramente sobre m\u00ed, sobre la dif\u00edcil situaci\u00f3n; reflexionaban si sobrevivir\u00eda esta noche, bromeaban y tambi\u00e9n se burlaban de mi frivolidad. Con miedo sal\u00ed de la tienda y entre la niebla que se disipaba observ\u00e9 en el valle los contornos de una aldea de un cuento, sobre las casas se elevaba el humo de los fuegos. Esta visi\u00f3n me asust\u00f3, debido a que consideraba que eran alucinaciones visuales. Pero despu\u00e9s de un breve lapso, la niebla se disip\u00f3 y la imagen de una aldea ind\u00edgena se manifest\u00f3 real.<\/p>\n

      Y todav\u00eda dos casos m\u00e1s de la pr\u00e1ctica de socorro monta\u00f1\u00e9s en Los Tatra, Polonia.<\/p>\n

      El primero se refiere a un hombre de 22 a\u00f1os, que en febrero de 1985 se encontraba acompa\u00f1ado en las monta\u00f1as, donde durante el fin de semana consumieron considerables cantidades de alcohol. Esta persona, bajo el influjo del alcohol, se durmi\u00f3 o perdi\u00f3 la conciencia y en tal estado fue abandonado por sus acompa\u00f1antes. Pas\u00f3 la noche en una r\u00fastica caba\u00f1a. La temperatura descendi\u00f3 a -26º C. Al d\u00eda siguiente fue encontrado en grave estado: su cuerpo estaba r\u00edgido y fr\u00edo. Se observaba solamente una respiraci\u00f3n lenta y superficial, la frecuencia cardiaca era de 20 latidos por minuto. Fue transportado al m\u00e1s pr\u00f3ximo hospital en ese estado; ten\u00eda las pupilas dilatadas y r\u00edgidas, sin reacci\u00f3n a la luz, una ausencia de pulso perif\u00e9rico y la presi\u00f3n sangu\u00ednea no se pod\u00eda medir. La temperatura del cuerpo era de 22º C. Durante la acci\u00f3n de reanimaci\u00f3n, se present\u00f3 fibrilaci\u00f3n ventricular y detenci\u00f3n de la circulaci\u00f3n. Se aplic\u00f3 desfibrilaci\u00f3n y resucitaci\u00f3n, lo que restableci\u00f3 el ritmo cardiaco y respiratorio. Despu\u00e9s de elevar la temperatura corporal a 35º C el paciente recuper\u00f3 la conciencia, present\u00f3 episodios de agitaci\u00f3n psicomotriz, manifest\u00f3 hipersensibilidad a los est\u00edmulos auditivos y visuales, tuvo alucinaciones visuales simples en forma de puntos luminosos. El periodo de tiempo de la embriaguez a la recuperaci\u00f3n de la conciencia estuvo cubierto por una completa amnesia. Por varios d\u00edas el estado de \u00e1nimo del paciente estuvo deprimido con elementos de disforia. La congelaci\u00f3n de manos y pies no requiri\u00f3 intervenci\u00f3n quir\u00fargica. De acuerdo con la opini\u00f3n de los m\u00e9dicos, el alcohol consumido, aunque facilit\u00f3 y aceler\u00f3 el enfriamiento del organismo, tambi\u00e9n pudo jugar un papel en la protecci\u00f3n de los efectos del enfriamiento. Un efecto similar del alcohol lo subray\u00f3 Laufman describiendo la salvaci\u00f3n de una mujer congelada encontrada en la playa. La temperatura de su cuerpo era \u00fanicamente de 18º C.<\/p>\n

      El segundo caso se refiere a un muchacho de 7 a\u00f1os que sali\u00f3 para las monta\u00f1as Tatra en compa\u00f1\u00eda de su t\u00edo. Debido a la neblina, se extraviaron y tuvieron que pasar la noche sin tienda de campa\u00f1a en una temperatura por debajo de cero. Por la ma\u00f1ana el muchacho cay\u00f3 en un estado de somnolencia y experiment\u00f3 alucinaciones visuales de contenido placentero. Cuando el muchacho perdi\u00f3 la. conciencia, su t\u00edo descendi\u00f3 al m\u00e1s pr\u00f3ximo refugio y llam\u00f3 al socorro de monta\u00f1a. El ni\u00f1o pas\u00f3 35 horas en las monta\u00f1as, de las cuales 7 horas estuvo inconsciente. Despu\u00e9s de ser transportado en helic\u00f3ptero al hospital, su estado era grave: la respiraci\u00f3n era de 6-10 por minuto con periodos de apnea, la presi\u00f3n arterial era imposible de evaluar, sin pulso. La frecuencia cardiaca de 130 por minuto. Presentaba una rigidez muscular pl\u00e1stica general, las pupilas sin reacci\u00f3n a la luz. En base a estos s\u00edntomas el estado de hipotermia se valor\u00f3 en 27-30º C de acuerdo a la escala de GrossBrockhoff. A medida que se elevaba la temperatura apareci\u00f3 la reacci\u00f3n pupilar a la luz, disminuy\u00f3 la rigidez muscular, el muchacho empez\u00f3 a emitir sonidos inarticulados y perseveraba. Despu\u00e9s de la recuperaci\u00f3n de la conciencia present\u00f3 una completa amnesia retr\u00f3grada. Por algunos d\u00edas se mantuvo la ataxia, y un estado de \u00e1nimo deprimido, con episodios de irritabilidad e hipersensibilidad a los est\u00edmulos externos. Permaneci\u00f3 una leve paresia del nervio tibial izquierdo.<\/p>\n

      <\/p>\n

      Las alucinaciones y la conducta<\/b><\/p>\n

      Las experiencias alucinatorias en la hipotermia ejercieron influencia en el comportamiento. En condiciones de terreno dif\u00edcil hubo en ocasiones conductas irracionales, exponiendo al paciente al peligro. Vale la pena citar algunas situaciones caracter\u00edsticas.<\/p>\n

        \n
      1. Un buzo, expuesto a la acci\u00f3n de bajas temperaturas en el agua, cort\u00f3 la l\u00ednea salvavidas que lo un\u00eda con los otros.\n <\/li>\n
      2. Un cient\u00edfico, participante de una expedici\u00f3n \u00e1rtica, experiment\u00f3 alucinaciones y se alej\u00f3 de los restantes participantes.\n <\/li>\n
      3. En un esquimal se manifest\u00f3 un s\u00edndrome de trastornos ps\u00edquicos del grupo de la histeria. Sali\u00f3 corriendo repentinamente de la casa, arroj\u00f3 el arma y ejecut\u00f3 una serie de actos irracionales: tir\u00f3 las ropas, salt\u00f3 al mar, subi\u00f3 a un t\u00e9mpano de hielo, etc.\n <\/li>\n
      4. Titus Oates, durante la tr\u00e1gica expedici\u00f3n \u00e1rtica de Scott, dijo que ten\u00eda que salir de la tienda por un momento, y no regres\u00f3 m\u00e1s. Esto fue interpretado como un gesto de autosacrificio para salvar la vida de los otros expedicionarios. No se puede sin embargo excluir que esto fue condicionado por las experiencias alucinatorias.<\/li>\n<\/ol>\n

        El contenido de las alucinaciones<\/b><\/p>\n

        Algunas experiencias en la hipotermia se parecen a las ilusiones. Consisten, por ejemplo, en una err\u00f3nea evaluaci\u00f3n de las distancias, una percepci\u00f3n deformada de los objetos o de los efectos sonoros existentes en la realidad.<\/p>\n

        Sobre el contenido de las experiencias alucinatorias en el estado de congelaci\u00f3n deciden los deseos, f\u00edsicos o ps\u00edquicos. La persona que sufre por estar hambrienta, frecuentemente alucina alimentos, y la persona en una situaci\u00f3n amenazante, alucina voces o ve personas que se apresuran a ayudarle.<\/p>\n

        Algunas veces el contenido de las alucinaciones se convierte en sujetos o personas sobre las cuales se pens\u00f3 con intensidad previamente. El contenido de las experiencias alucinatorias puede tener tambi\u00e9n relaci\u00f3n con el miedo o terror.<\/p>\n

        En un estado de intenso miedo f\u00e1cilmente se llega a juicios err\u00f3neos de la realidad circundante, objetos o personas. Surgen experiencias ilusorias o alucinatorias. Los participantes de las expediciones polares frecuentemente sufren miedo ante el aislamiento y el alejamiento. De esto se puede derivar la convicci\u00f3n delirante de que ser\u00e1n olvidados o abandonados por sus acompa\u00f1antes, que tienen que acudir a ellos. Los expedicionarios polares, durante la noche polar, padecen un intenso miedo a la muerte. Esto resulta de la desorganizaci\u00f3n del ritmo biol\u00f3gico, al cual est\u00e1 habituado el organismo en el periodo previo a la expedici\u00f3n. Las bajas temperaturas del medio ambiente \u2014de acuerdo con los expedicionarios\u2014 colaboran a esto en grado significativo.<\/p>\n

        ¿Por qu\u00e9 en la hipotermia se presentan alucinaciones?<\/b><\/p>\n

        Se confirm\u00f3 que las experiencias alucinatorias se presentan cuando la temperatura corporal desciende por debajo de 32º C. Las alucinaciones descritas por los alpinistas generalmente se relacionan con la hipoxia simult\u00e1nea. Sin embargo en muchos casos se presentaron en bajas o medias altitudes, donde el factor hipoxia no es importante.<\/p>\n

        De las observaciones a\u00e9reas son conocidos casos de descomprensi\u00f3n de la cabina del avi\u00f3n a muy grandes altitudes. Los pilotos presentaron trastornos de la conciencia, sin embargo sin experiencias alucinatorias. Igualmente, en algunos casos cl\u00ednicos no se observ\u00f3 dependencia entre la hipoxia del cerebro y las experiencias alucinatorias. Los cambios secundarios metab\u00f3licos en el cerebro producidos por la hipoxia, fueron probablemente la causa.<\/p>\n

        Diversos autores intentan esclarecer de diferentes maneras el mecanismo de estas experiencias. Se pueden encontrar aqu\u00ed tres diferentes interpretaciones. La primera intenta explicar las alucinaciones por medio del mecanismo de la hipoxia, resultado de una disminuci\u00f3n del flujo sangu\u00edneo cerebral. La segunda habla sobre el mecanismo autohipn\u00f3tico, principalmente en aquellos casos donde las personas permanecieron en el l\u00edmite entre el sue\u00f1o y la vigilia y los actos ejecutados fueron mon\u00f3tonos o r\u00edtmicos. As\u00ed acontece en situaci\u00f3n de soledad, por ejemplo, en los marineros, alpinistas o espele\u00f3logos solitarios y por lo tanto en situaciones de privaci\u00f3n sensorial y ausencia de est\u00edmulos del medio ambiente.<\/p>\n

        Existe todav\u00eda otra posibilidad: no se puede excluir que en algunos casos las experiencias alucinatorias descritas fueron de naturaleza psic\u00f3tica, por ejemplo, esquizofr\u00e9nica, y el "estr\u00e9s" del fr\u00edo o de altura fue \u00fanicamente un factor liberador.<\/p>\n

        Conclusiones<\/b><\/p>\n

        Las bajas temperaturas del medio ambiente pueden ser un ?estr\u00e9s? liberador de diversas reacciones ps\u00edquicas, entre ellas tambi\u00e9n de experiencias alucinatorias. El fr\u00edo participa en estos casos sinerg\u00e9ticamente con otros factores traum\u00e1ticos como la hipoxia, el agotamiento f\u00edsico, la privaci\u00f3n del sue\u00f1o, la ansiedad o los narc\u00f3ticos. Este tipo de deformaci\u00f3n patol\u00f3gica de la percepci\u00f3n puede llevar a comportamientos peligrosos que amenazan incluso la vida. La muerte en tales casos es tratada como resultado del enfriamiento del organismo. Las conductas irracionales de algunos pacientes pueden ser tratadas err\u00f3neamente como suicidio. Las alucinaciones en hipotermia, a trav\u00e9s de su contenido, tienen una funci\u00f3n de mecanismo patol\u00f3gico de defensa en situaciones que amenazan la salud o la vida. Sin embargo, pueden constituir una causa directa de conductas y reacciones peligrosas para la vida.<\/p>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\n\n\n
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        La hipotermia está definida como la disminución de la temperatura corporal humana por debajo de 35 grados C. Las bajas temperaturas del medio ambiente pueden ser el factor por el que la temperatura del cuerpo baje y se desencadenen una serie de fen\u00f3menos en el cuerpo, entre los que est\u00e1n las alucinaciones,<\/p>\n<\/td>\n

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