{"id":11213,"date":"1999-03-25T00:00:00","date_gmt":"1999-03-25T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11213"},"modified":"2012-10-26T11:42:32","modified_gmt":"2012-10-26T17:42:32","slug":"ideario_13","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/1999\/ideario_13\/","title":{"rendered":"Ideario 13"},"content":{"rendered":"
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…llega un momento en que, sin que medie ah\u00ed ninguna aminoraci\u00f3n de los peligros, uno rebasa las fronteras del temor. Llega uno a comprender que el miedo se interfiere con el proceso del pensamiento l\u00f3gico, y que atemorizarse no le va a servir de nada. Uno ha hecho cuanto pod\u00eda para evitar el desastre, as\u00ed es que ahora est\u00e1 solamente en las manos de Dios. Al llegar a ese preciso instante, el hombre experimenta la m\u00e1xima paz espiritual que le sea dado sentir en su seno. Entonces es cuando comprende que la muerte no es tan tremendamente importante, aunque, ah\u00ed, resulte inevitable, y que ha vivido su existencia lo mejor que pudo, a su propia manera, de modo que si aquello es el final, bueno est\u00e1, ya acab\u00f3 su vida… Luego, hay cierta lamentaci\u00f3n interior, no por el pensamiento de perder la vida, sino porque ha ido uno mismo quien se meti\u00f3<\/i> en semejante situaci\u00f3n. Y ah\u00ed comienza la determinaci\u00f3n firme de sobrevivir. ¡In extremis, la supervivencia es el resultado de estar enfurecido consigo mismo, por ser un maldito tonto!<\/p>\n

He estado con bastante frecuencia inmerso en situaciones donde no pensaba sobrevivir, pero ¡por Dios que s\u00ed!, siempre continuaba intent\u00e1ndolo; me hallaba dispuesto a seguir el sangriento juego justo hasta el final, cualquiera que fuese, porque la cosa resultaba divertida. Y porque es muy interesante. Adem\u00e1s, por ahora, es todo lo que tenemos.<\/p>\n

Trist\u00e1n Jones.
El Incre\u00edble Viaje<\/i><\/p>\n<\/div>\n

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