{"id":11201,"date":"1998-11-01T00:00:00","date_gmt":"1998-11-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11201"},"modified":"2012-10-26T11:19:36","modified_gmt":"2012-10-26T17:19:36","slug":"ideario_3","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/1998\/ideario_3\/","title":{"rendered":"Ideario 3"},"content":{"rendered":"
La diferencia principal entre un aventurero y un suicida reside en que el aventurero se concede un margen de escapatoria (cuanto m\u00e1s estrecho es el margen, mayor la aventura). Un margen cuya anchura y longitud puede estar determinado por factores desconocidos, pero cuya navegaci\u00f3n venturosa est\u00e1 decidida por la medida del valor y el ingenio aventurero. Siempre es estimulante vivir de los propios nervios o hacia la culminaci\u00f3n del propio ingenio.<\/p>\n
Tim Robbins<\/p>\n<\/div>\n