{"id":11170,"date":"2003-01-01T00:00:00","date_gmt":"2003-01-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11170"},"modified":"2013-02-12T02:14:23","modified_gmt":"2013-02-12T08:14:23","slug":"los_amantes_del_nilo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/montanismo.org\/2003\/los_amantes_del_nilo\/","title":{"rendered":"Los amantes del Nilo"},"content":{"rendered":"
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Richard Hall. Los amantes del Nilo. La incre\u00edble aventura africana de Sam y Florence Baker.<\/i> Mondadori (Las mil y una voces: viajes y aventuras). 2002. 334 p\u00e1ginas. ISBN: 84-397-0847-5<\/p>\n

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Desde que Col\u00f3n divis\u00f3 por primera vez las costas de San Salvador, la Tierra a\u00fan conserva en su seno una emoci\u00f3n de triunfo, que tiene reservada para aquel que beba por vez primera en las fuentes del Nilo Blanco, bajo las laderas nevadas del Kilimanjaro.<\/i><\/p>\n

Bayard Taylor<\/p>\n<\/blockquote>\n<\/blockquote>\n

\n A mediados del siglo XIX, "…la buena fama de la Royal Geographical Society depend\u00eda casi exclusivamente de sus descubrimientos en Ã?frica, cuyas repercusiones en la opini\u00f3n p\u00fablica sobrepasaban con mucho las que pudiesen tener las exploraciones en Asia o en las regiones polares." (p. 177) y una de sus principales metas era encontrar las fuentes del Nilo. La primera expedici\u00f3n de Burton y Speke hab\u00eda terminado en un fracaso para el primero y un \u00e9xito para el segundo pues se hab\u00edan dividido y Speke hab\u00eda encontrado el Lago Victoria. A su regreso a Inglaterra, Speke promovi\u00f3 un segundo viaje para recorrer el Nilo desde sus fuentes hasta el Mediterr\u00e1neo.<\/p>\n

En ese tiempo, alguien m\u00e1s se estaba moviendo en ese sentido: Samuel Baker, un hombre que ten\u00eda su propia fortuna pero que nunca hab\u00eda trabajado, por lo que Livingstone lo hab\u00eda rechazado como integrante de una de sus expediciones. Sin embargo, form\u00f3 su propia expedici\u00f3n subsidiada b\u00e1sicamente con sus propios recursos, con la que pretend\u00eda remontar el Nilo hasta sus fuentes y apoyar a Speke en su regreso.<\/p>\n

Pero no se trataba s\u00f3lo de Samuel Baker, sino de una mujer que posteriormente se har\u00eda muy famosa. Comprada en una subasta de esclavos, Florence B. Finan, la futura esposa de Baker, viaj\u00f3 con \u00e9l hacia el Nilo. Y esto le acarre\u00f3 algunas controversias a Samuel Baker: "\u2014El Nilo Blanco es el pa\u00eds de los negros, de razas salvajes y feroces… El clima es mort\u00edfero, ¿para qu\u00e9 va a internarse en esas regiones en busca de algo que, en el caso de que lo encontrase, no sirve para nada? ¿Y c\u00f3mo va a lograr que una dama, joven y delicada, pueda soportar lo que matar\u00eda al m\u00e1s fuerte de los hombres?" (el baj\u00e1 de Egipto, cit. en p. 70)<\/p>\n

Un hombre de sociedad que viajaba con una mujer hacia regiones remotas en plena \u00e9poca victoriana, era tema suficiente para un esc\u00e1ndalo, pero por el momento no les interesaba y siguieron r\u00edo arriba: "Voy a partir para Jartum, y desde all\u00ed tan s\u00f3lo Dios sabe hacia d\u00f3nde me encaminar\u00e9, en busca de las fuentes del Nilo. Me gustar\u00eda encontrarme con Speke, que se est\u00e1 abriendo camino desde Zanz\u00edbar… Ya sab\u00e9is que la idea de explorar Ã?frica siempre me ha rondado." (p. 66)<\/p>\n

Cientos de kil\u00f3metros m\u00e1s al sur, en Gondokoro, tuvieron el placer de encontrar a Speke:<\/p>\n

"Sam se levant\u00f3 de un brinco, salt\u00f3 al suelo y se alej\u00f3 a grandes zancadas por la ribera del r\u00edo. Estaba euf\u00f3rico, con la cabeza llena de fervor patri\u00f3tico: «¡Hurra por la vieja Inglaterra!». Por fin se hab\u00eda establecido un pasaje a trav\u00e9s del centro de Ã?frica, desde el hemisferio sur hasta el norte y eran brit\u00e1nicos quienes lo hab\u00edan hecho." (p. 126)<\/p>\n

Por d\u00edas, escucharon sus relatos y: "Mientras Baker escuchaba esos relatos, le embargaban sentimientos de admiraci\u00f3n, asombro y desilusi\u00f3n. ¿Tendr\u00eda que regresar ahora tranquilamente a Jartum? Pregunt\u00f3 a Speke: «¿Es que no ha quedado para m\u00ed ni una hoja de laurel?» Pero s\u00ed que quedaba: pod\u00eda ir a explorar un lago llamado Luta N\u00e4zige («Langosta muerta»). Se sab\u00eda que exist\u00eda, en alguna parte situada al oeste del lago Victoria, y Speke cre\u00eda que el Nilo desembocaba en ese lago y surg\u00eda de nuevo de \u00e9l. No obstante, se trataba \u00fanicamente de conjeturas, ya que \u00e9l y Grant no hab\u00edan podido seguir el curso del r\u00edo tal como hubiesen deseado, debido a los obst\u00e1culos que les puso en su camino el rey Kamrasi. De inmediato, la mente de Baker se puso en funcionamiento. Ir\u00eda a buscar el lago de la Langosta Muerta."… (p. 130)<\/p>\n

"Speke supon\u00eda que en el lago Victoria (aunque no hab\u00eda seguido su curso), flu\u00eda primero en direcci\u00f3n noroeste y luego se apartaba m\u00e1s hacia el este para ir a desembocar en el Luta N\u00e4zige, lago que Baker pretend\u00eda descubrir. Evidentemente, todo eso ten\u00eda m\u00e1s de especulaci\u00f3n que de geograf\u00eda." (p. 130-131)<\/p>\n

En Gondokoro, metido de lleno en el inicio de "tierra de nadie", los comerciantes de esclavos la hab\u00edan hecho suya y traficaban tan abiertamente que les estorbaba un observador ingl\u00e9s. ¿C\u00f3mo seguir\u00edan? Hicieron un trato para viajar con una caravana de negreros.<\/p>\n

"Eso significaba que entre ambas partes surg\u00eda una extra\u00f1a alianza establecida a rega\u00f1adientes. Por una parte, la gente de Baker gozar\u00eda de la protecci\u00f3n de los traficantes de esclavos contra la hostilidad de las tribus locales, una hostilidad que estaba alimentada por la brutalidad de los propios traficantes. Finalmente, los traficantes se daban cuenta de que Baker, que estaba dispuesto a regalar a los caciques a su alijo de raras mercanc\u00edas europeas en vez de utilizarlo para el trueque, les pod\u00eda marcar un camino que ellos podr\u00edan seguir hasta alcanzar regiones de riquezas sin explotar." (p. 147)<\/p>\n

Aturdidos por la malaria y agotada la quinina, decidieron continuar pese a que alguno de sus informantes les dijeron que el lago estaba a "seis lunas" de camino, Samuel y Florence llegaron al lago N\u00e4zige, al que bautizar\u00edan despu\u00e9s como Lago Alberto:<\/p>\n

"¡De s\u00fabito estall\u00f3 ante m\u00ed la gloria del premio a nuestros esfuerzos! All\u00e1 abajo, a mis pies, como un mar de mercurio, se encontraba la inmensa extensi\u00f3n de agua…" (p. 175)<\/p>\n

"Florence se hab\u00eda preparado a su modo para ese momento: esa ma\u00f1ana se hab\u00eda puesto una cinta en los cabellos con los colores rojo, blanco y verde de la bandera h\u00fangara. Se la quit\u00f3 en aquel lugar y la amarr\u00f3 a la rama de un arbusto cercano a la orilla. El s\u00edmbolo del pa\u00eds al que jam\u00e1s volver\u00eda ondeaba acariciado por la brisa del lago." (p. 175-176)<\/p>\n

"Corr\u00ed a meterme en el lago, sediento y fatigado, y ardiendo de calor, pero con el coraz\u00f3n embargado de gratitud, beb\u00ed a grandes sorbos de las fuentes del Nilo." (p. 176)<\/p>\n

Sin embargo, encontraron un serio problema:<\/p>\n

"Seg\u00fan los datos de Speke… el Victoria se encontraba a 1,128 metros sobre en nivel del mar; pero en la orilla del Luta N\u00e4zige [hab\u00eda] una altitud de 727 metros. Incluso admitiendo que hubiese un declive gradual desde el lago Victoria hasta el punto en que Baker cruz\u00f3 el r\u00edo para internarse en Bunyoro, la diferencia de m\u00e1s de trescientos metros resultaba inexplicable.<\/p>\n

"A menos que hubiese una confusi\u00f3n absoluta sobre el r\u00edo que flu\u00eda del lago Victoria \u2014y que no se tratase en modo alguno del Nilo\u2014, ten\u00eda que haber una enorme catarata cerca del punto que la expedici\u00f3n acababa de alcanzar." (p. 201)<\/p>\n

Es decir: ¿realmente estaban en un lago tributario del Nilo? ¿Hab\u00edan valido todas las penalidades por las que hab\u00edan pasado? S\u00f3lo lo sabr\u00edan navegando:<\/p>\n

"Y entonces, tras un recodo del r\u00edo, Sam y Florence contemplaron su segundo gran descubrimiento: la mayor catarata del Nilo, el r\u00edo m\u00e1s largo de Ã?frica. El enigma hab\u00eda sido resuelto: aquella era la raz\u00f3n de la mayor altitud del lago Victoria." (p. 202)<\/p>\n

Pero entonces comprendieron que "…el desaf\u00edo aut\u00e9ntico consist\u00eda en regresar con vida." (p. 194) pues "Sam observ\u00f3 detenidamente a Florence y al resto de su expedici\u00f3n y lleg\u00f3 a la conclusi\u00f3n de que en aquellas condiciones tan solo parec\u00edan espantap\u00e1jaros." (p. 194)<\/p>\n

Pero lograron regresar, sorteando con muchas dificultades y descubriendo que <\/p>\n

"…aquella no era una simple guerra tribal. Los traficantes del Nilo se hab\u00edan dispersado en esa \u00e9poca por Bunyoro y fomentaban el derramamiento de sangre entre los caciques.<\/p>\n

"Lo ir\u00f3nico del caso era que los traficantes hab\u00edan llegado hasta all\u00ed porque los hombres blancos les hab\u00edan se\u00f1alado el camino: unos bandoleros a las \u00f3rdenes del traficante malt\u00e9s De Bono se hab\u00edan infiltrado all\u00ed, tomando como punto de partida el campamento de avanzada que hab\u00edan utilizado Speke y Grant cuando vinieron de Bunyoro; se estaban aliando con los enemigos de Kamrasi. Por otra parte, los hombres de Jurshid Aga, que hab\u00edan seguido a Baker, daban su apoyo al rey. Aquella fue la farsa final del llamamiento lanzado por Livingston para que Ã?frica se abriese mediante el «comercio y la cristiandad». No cab\u00eda duda de que los ingleses estaban abriendo el camino, pero para los traficantes de esclavos y para el islam." (p. 205)<\/p>\n

Una muestra de esto ser\u00eda la aparici\u00f3n de El Madhi, que tomar\u00eda por un espacio de casi quince a\u00f1os toda esa zona de \u00c1frica.<\/p>\n

La vida de Florence y Samuel se habr\u00eda de unir por el matrimonio despu\u00e9s de regresar a Inglaterra, pero a\u00fan as\u00ed se enfrentaron a una guerra sorda con la familia y con la sociedad victoriana que criticaba seriamente una relaci\u00f3n sin estar casados.<\/p>\n

El libro no s\u00f3lo habla de este viaje al Lago Alberto, que le dar\u00eda el t\u00edtulo de Sir a Samuel y de Lady a Florence (aunque la reina Victoria se negase a recibirla), sino de una biograf\u00eda de la pareja que est\u00e1 llena de datos de la \u00e9poca que ayudan muy bien a comprender el entorno social e hist\u00f3rico en el que se desenvolvieron.<\/p>\n<\/div>\n

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\n En el siglo XIX, las fuentes del Nilo eran uno de los quebraderos de cabeza de la Inglaterra colonialista. La expedición de Samuel y Florence Baker fue una de las más importantes para dejar zanjada la pregunta del nacimiento del río considerado entonces como el más largo del planeta. Durante meses, los Baker avanzaron o esperaron las condiciones propicias y llegaron a resolver un problema geográfico importante.<\/p>\n<\/td>\n

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