En 1954, once argentinos fueron al Himalaya e intentaron subir el Dhaulagiri. Se quedaron a 115 metros de la cima y tuvieron que dar vuelta, tras haber superado los problemas técnicos.
En 1952, Lionel Terray y Guido Magnone ascendieron al Fitz Roy (3375 metros) en Patagonia. La estancia en Argentina de uno de los hombres que habían estado en el Himalaya y participado en el primer ascenso de un ochomil, fue decisiva en el montañismo argentino. En ese viaje de Terray a la Patagonia, estaba el teniente Francisco Ibáñez, quien fungía como oficial de enlace.
El 27 de enero de 1954, un grupo de once montañistas argentinos partió de Buenos Aires rumbo al Himalaya. Su objetivo era el Dhaulagiri, la montaña que Terray había explorado en 1950 durante la primera expedición francesa al Himalaya. Francisco Ibáñez, Gerardo Watzl, Alfredo Magnani, Jorge Iñarra Iraegui, Fernando Grajales, Miguel Ángel Gil, Dinko Bertoncelj, Hugo Benavides, el sargento zapador Felipe Godoy, el chileno Roberto Busquets Punti y Antonio Beramendi, médico de la expedición.
La historia de este grupo es poco conocida, pero fueron los primeros latinoamericanos en pisar la cordillera más alta del mundo. La expedición, de haber tenido éxito, hubiera colocado a Argentina como la cuarta nación en conquistar un ochomil. Después del reconocimiento francés de 1950 en donde declararon al Dhaulagiri como inescalable, la montaña sólo había sido asediada una vez más, en 1953 por un grupo suizo.
El grupo suizo subió hasta los 7,200 metros y encontraron una formación rocosa llamada La Pera, que no pudieron subir. De ahí vino el nombre a la ruta. Los argentinos siguieron sus pasos y se toparon de nuevo con ese obstáculo. Y siguiendo las recomendaciones de los suizos se hicieron detonar varias cargas de dinamita (TNT) a 7,200 metros para instalar el campamento 6 porque sin ese campamento no habría posibilidad de acceder a la cima del Dhaulagiri.
Pasada la Pera, los argentinos llegaron a 7,600 metros e instalaron el campo 7 y ahí descubren una pared de roca de “unos 400 metros de desnivel” que no habían podido ver desde sus anteriores campamentos. Sin embargo, la superaron pero cometieron un error: consideraron que la pared sería insuperable y sólo llevaron el equipo de escalada. A las cinco de la tarde, estaban en lo alto de la pared y no podrían bajar con luz. Cavaron una cueva en la nieve y pasaron la noche los cuatro, dos argentinos y dos sherpas nepaleses.
“Según el altímetro, estaban a 8,050 metros de altura. Para corroborar las dimensiones, observan las montañas vecinas. La cumbre del Dhaulagiri Mal, de 7,950 metros, está por debajo.”
Esa noche cayó la primera nevada del monzón y a la mañana siguiente la montaña estaba cubierta de un manto profundo de nieve fresca. En el descenso, Francisco Ibáñez, quien se había quedado en el último campamento, no encontró sus crampones y le fueron ayudando hasta llegar al campamento seis. Ahí les dijo a sus compañeros que se adelantaran y enviaran sherpas con un par nuevo de crampones.
Pero para cuando llegó la ayuda, Ibáñez tenía los pies congelados y no podía caminar. Su celo porque la expedición fuera un éxito le había llevado a la misma posición de Herzog en el Annapurna. Se armó un equipo de rescate para bajarlo y con eso se suspendió cualquier otro intento.
En el camino, el estado de Ibáñez es crítico y el médico decidió hacerle una intervención en el lugar para cortarle los dedos de los pies. Dos compañeros se adelantan a Pokhara para pedir un avión que lo lleve a Katmandú, pero antes de subirlo, le hacen una segunda intervención y le cortan un pie. El teniente primero Francisco Ibáñez, líder de la expedición, muere en el hospital de Katmandú.
La cumbre del Dhaulagiri fue alcanzada en 1960 por una expedición suizo-austriaca y llegaron a ella seis integrantes, dos de ellos, sherpas. La montaña siguió siendo la meta de argentinos en 1956 y 1981, pero hasta 2004 alcanzaron la cima.
Erratas
En el minuto 9:42, el entrevistado dice: “Es puro hielo en dos kilómetros de desnivel. Dos kilómetros de desnivel es el doble de la pared sur del Aconcagua.” La pared sur del Aconcagua tiene un desnivel de 3000 metros.