Durante siglos se pensó que el río más largo del mundo era el Nilo. Herodoto ya lo menciona y la historia misma de Europa y África hablaba de él. En la época de oro de la exploración, uno de los grandes retos fue encontrar sus fuentes y, en 1858, el explorador John Haning Speke, las descubría. Mientras tanto, el Amazonas no tenía gran historia y sus fuentes seguían siendo escurridizas.

Hubo que esperar hasta 1971 para que Loren McIntyre descubriera un lago en el Nevado Mismi, en Arequipa, Perú. De ahí nacía un río: era el afluente más largo del Amazonas. Con este descubrimiento, superaba en más de cien kilómetros al Nilo y se convertía en el río más largo del mundo, además del más caudaloso. Ya no era la época de oro de la exploración ni tampoco parecía haber mucho misterio con la exploración desde satélites, así que pasó casi desapercibido.

La exploración del Nilo es muy antigua, pero la del Amazonas está prácticamente en sus inicios y la exploración más brillante la realizó un equipo internacional en 1985: realizaron la primera navegación completa del Amazonas, en kayak y balsas. Aunque sólo dos hombres terminaron, hubo equipos de apoyo: uno los seguía y otro terminó consiguiendo los fondos para que la expedición terminara con éxito.

Su hazaña ha quedado un poco en el olvido, quizá por las muchas personas que recorren el Amazonas “por completo”, cuando en realidad han evitado el Abismo de Acobamba, la parte técnicamente más difícil del río. Evitar Acobamba se ha convertido en un acto que repiten todos y por ello parece considerarse como válido.

Pero hay que dar al hombre la justa medida de sus logros y reconocer que —hasta ahora—Piotr Chmielinski es el único hombre en haber navegado por completo el río más largo del mundo. Este comic, basado en el libro que escribiera Joe Kane, su compañero, es un merecido homenaje que hace Jerzy Porebski a estos hombres y su gran logro.

Puedes leer el comic aquí (formato PDF)