La montaña. El lugar donde muchos pensaban que habitaban dioses o monstruos. Ahora es donde los hombres se encuentran para superarse a ellos mismos, para plantearse retos nuevos, para descubrir que la vida es más intensa de lo que generalmente creemos.
La montaña es el lugar donde se practican muchos deportes y donde habitan millones de personas en el mundo. Sin embargo, en las grandes ciudades, donde la gente vive encerrada en cuatro paredes, se conoce poco de la montaña y se tiene la idea generalizada de que estar allá arriba es peligroso. Y así, quienes practicamos algún deporte de montaña quedamos relegados a la categoría de personas irresponsables y arriesgadas.
Esa idea y muchas más hay que combatirlas no sólo para lograr que no nos vean como bichos raros sino también para que cualquier persona pueda obtener los beneficios que la montaña da gratuitamente, para que quienes vamos la conservemos y para que aquellos que viven en la montaña sean mejor comprendidos y aprendamos de ellos.
Eso es lo que se conoce como cultura de montaña. Para Mountain and Culture, es la meta: mostrar y promover la cultura de montaña. Su evento magno: el Inkafest, uno de los dos festivales de cine de montaña organizados directamente por latinoamericanos.
El Inkafest es un festival por sí mismo y no sólo una muestra de cine. Abre una convocatoria para quienes hayan realizado una película y quieran participar, pero también busca a los directores de las principales películas de montaña que puedan dar realce al festival sin estar dentro de un certamen. Este año fue el caso de Andes Vertiginosos o Al límite, por ejemplo.
Sus actividades fuera de los filmes: conferencias, charlas, actividades en montaña, exposiciones fotográficas… “Nos falta mucho por cubrir”, dice Iván Canturín, director del Inkafest, pero aun así es un evento ambicioso. Qué bien que sepan que podría ser mejor. Así, en futuras ediciones del festival se podrán presenciar más avances y promover más esa cultura de montaña.
Los invitados especiales de este año: Carlos Soria, Kurt Diemberger, Jerzy Porebski y Carlos Rangel, agradecemos mucho la invitación hecha por Inkafest para participar dentro de él y nos vamos con un fuerte deseo de regresar, con muchos amigos nuevos, con la sensación de que este festival es un paso gigantesco en la promoción de cultura de montaña y con las ganas de seguir escalando estas montañas de la Cordillera Blanca.
Gracias Inkafest, gracias Huaraz, gracias Perú. Y felicidades por este gran paso.
