Esta temporada hubo menos gente visitando el Aconcagua y la meteorología no ayudó, con varios días de nevadas. Lamentablemente hubo seis víctimas fatales, la misma cantidad que en la temporada 2008-2009. Recordemos que el año pasado sólo tuvimos que lamentar la pérdida de un montañista. Hubo 197 rescates, de los cuales 46 tuvieron cierta complejidad.
Aconcagua.
Fotos: Marcelo Scanu.
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La cantidad de rescates va en decrecimiento por suerte, fueron 209 la temporada anterior y 280 hace dos temporadas. Si embargo, los rescates son cada vez más onerosos, especialmente por el uso de helicópteros (la provincia de San Juan por su parte ha dictado una ley para cobrarlos siguiendo un punto de vista que se va extendiendo globalmente).
Con el aumento del costo del permiso se han cobrado aproximadamente el equivalente a dos millones de dólares.
En otro aspecto, la limpieza del Parque concluyó satisfactoriamente y después de 10 años se construyeron dos refugios más. Uno de ellos se ubica a los 3,800 metros, en la Quebrada de las Vacas y el otro a seis mil metros, éste último fue donado por la familia de la italiana Senin, fallecida en la montaña durante la tragedia de 2009.
Aconcagua (derecha) desde el Cerro Penitentes, conocido como "El Mirador del Aconcagua".
Gracias a un crecimiento del público que accede a la montaña desde la Quebrada de las Vacas (la cual ha pasado de un 20% a un 37%), Plaza de Mulas y la Ruta Normal no estuvieron tan congestionadas.
Posiblemente la crisis española tuvo mucho que ver en el decrecimiento de extranjeros: hubo 600 personas menos haciendo trekking y 300 menos atacando la cumbre en comparación a la temporada anterior. Las cifras finales fueron: 6,298 sumando ambas actividades, de los cuales un 85% fueron extranjeros. Desglosado: 3,498 intentaron la cumbre y 2,800 hicieron trekking. Siguiendo con las estadísticas, 3,3000 personas visitaron la Laguna de los Horcones, en la puerta de entrada al Parque y 80,000 recorrieron el parque por debajo de los tres mil metros.
Reproducción de una antigua foto del Aconcagua, tal como lo vieron los primeros montañistas.
El día 3 de febrero, el guía peruano Holmes Pantoja Bayona rompió el record de ascensión desde la Laguna Horcones (a 2,850) hasta la cumbre y de regreso con un tiempo de 20 horas y 35 minutos. Desde Horcones hasta la cumbre (4,112 metros de desnivel) tardó 13 horas. El anterior récord lo poseía el reconocido montañista Willie Benegas con poco más de 23 horas.
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