Es un hombre de 43 años, con un cuerpo muy fuerte y una vitalidad de menos de 20. Así se ha enfrentado a retos que él mismo se ha planteado para dar unos pasos más en esa evolución del alpinismo. Los Alpes, las Dolomitas, el Karakorum y hasta la Antártida ha sido visitado por Alexander Huber para dar un paso más. Aunque esta es una mera expresión porque aunque la manifiesta así, tiene claro que es hacer lo que le gusta y de la manera que le gusta.
Alexander nos dio una entrevista que quiso ser exclusiva pero con tanta gente alrededor, terminó por ser una ronda de preguntas y respuestas que aprovechaban los demás para formular sus preguntas.
Alex Huber escala en el Rocódromo Fusión, en Puebla, México.
Fotos: Carlos Rangel.Click para agrandarlas.
MyE: En tu conferencia de ayer, decías que quieres dar pasos hacia el futuro del alpinismo. ¿Cuál es el futuro del alpinismo?
AH: No hay un solo futuro. Depende de la especialidad. La escalada en bloque, el himalayismo y tantas otras variantes del deporte, pueden ser consideradas casi como un deporte por sí mismo y tienen caminos que deben seguir y metas que alcanzar. Sería muy osado hablar del futuro del alpinismo en términos generales.
MyE: Sin embargo, hablabas de que tus escaladas son parte de una escalera que conduce a ese futuro.
AH: ¡Ah! Entiendo la pregunta ahora. El alpinismo debe seguir el camino que vaya por la pared más vertical, la vía más difícil, lo que no se ha hecho. Sólo así se consigue hacer alpinismo. De otra manera, se está haciendo lo que ya se hizo antes. El alpinismo debe estar vivo y eso se logra con ascensiones como las que narré ayer.
MyE: Ayer te vimos en una escalada en muro y nos quedamos sorprendidos de la naturalidad con que lo escalas. ¿Cómo haces para mantenerte en forma?
AH: Entrenando.
MyE: ¿Entrenas en la montaña?
AH: Sí, sobre todo en la montaña. Cuando no puedo ir, entonces voy a hacer Boulder. Tres horas en una sala de escalada me mantienen bien. No más tiempo porque creo que nadie aguantaría ese ritmo. En montaña sí paso más tiempo y puede ser un día o más, pero en general, trato que no sean tan largas a menos que tenga expedición.
MyE: ¿Tienes entrenamiento aeróbico?
AH: El entrenamiento aeróbico no es para mí. No es lo mío. Lo mío es más escalar, es fuerza, pero no aeróbico. Claro que hago bicicleta de montaña y esquí. En esquí he llegado a competir pero sólo por hacerlo. Es divertido. Me mantiene en forma. Pero ejercicio aeróbico al estilo de Ueli Steck, eso se lo dejo a él.
Un escalador preguntó: Para ti todo es muy sencillo, lo haces con mucha naturalidad. ¿Nunca tienes miedo de perseguir la muerte?
AH: Yo también soy mortal, como todos. También tengo dolores como todos, también puedo morir hoy o mañana. Y no estoy persiguiendo la muerte. Eso es un error. Persigo objetivos y me preparo mucho para que lo haga con seguridad. Pero ante todo, busco la vida, no la muerte.
MyE: En la película Am Limit, hay una escena donde tu hermano Thomas dice que tuvo el miedo más grande de su vida cuando vio que te accidentaste y el miedo le llenó porque tuvo miedo de perderte. ¿Cuál ha sido tu momento de mayor miedo?
AH: No lo sé. Esa ocasión fue un accidente porque le tendí la mano a un amigo y sólo usé una pequeña presa para sujetarme. La presa se rompió y yo caí. Fue una tontería. Ni siquiera estábamos escalando, pero caí. No era tiempo de sentir miedo, sino de hacer lo que debía hacer. Si me hubiera dejado llevar por el miedo, no estaría aquí.
MyE: ¿El miedo siempre va contigo?
AH: Claro y es mi mejor aliado. El miedo es algo que no debemos negar, que debemos reconocer.
MyE: En tu presentación hablabas de tu padre y subieron juntos el Gran Capuchín por la vía de Walter Bonatti. Decías de él que esperas vivir la montaña a su edad con la alegría con que la vivió en ese momento. Además de tu padre, ¿qué otros personajes te han inspirado en el mundo de la escalada?
AH: Hay muchos. Mi hermano Thomas, por ejemplo, que es uno de mis mejores compañeros en la montaña. Pero también están Walter Bonatti, Hermann Buhl y Reinhold Messner, que son más conocidos. Pero quienes han influido mucho más en mí han sido Kurt Albert y Wolfgang Güllich. Escalábamos en la misma época y con la idea de Kurt del rotpunkt y la de Wolfgang de entrenar lo más posible, se rompieron muchas barreras. Wolfgang hizo el primer 9a. Ellos ya murieron pero siguen siendo una inspiración para mí y para muchos escaladores.
MyE: ¿Qué piensas de los logros de otros?
AH: Me motivan. Nunca estoy celoso de que mi hermano Thomas tenga sus logros. O de que cualquiera otro tenga logros más importantes que los míos. Eso me motiva porque sé que hay más gente haciendo alpinismo.
MyE: ¿Piensas regresar a La Nariz para romper el récord de velocidad?
AH: La Nariz fue muy bonita pero muy demandante pero no pensamos regresar. Si rompemos el récord, ¿cuánto tiempo pasaría hasta que venga otro y lo haga más rápido que nosotros? ¿Un día? ¿Una semana? ¿Un mes? Alguien más vendrá y lo romperá. Para nosotros fue algo que queríamos hacer y ya lo hicimos. Pero hay mucho más que hacer que estar corriendo en el Capitán.
MyE: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
AH: No lo sé de cierto. La isla de Baffin, quizá, pero todo depende del entrenamiento que tenga. Si no tengo un entrenamiento bueno, de nada valdría ir a Baffin y no escalar lo que haya planeado.
MyE: Pero debes tener más de un proyecto a lo largo del año, ¿no es así?
AH: Sí, pero es lo mismo. Si no entreno, cualquier proyecto no sirve de nada. Mañana mismo regreso a Alemania y comienza mi entrenamiento. Si en unos meses estoy bien preparado, entonces, veré adónde ir.
MyE: ¿Tus patrocinadores te siguen a cualquier proyecto que vayas?
AH: Me siguen, claro. Pero eso es diferente a que paguen todo. Es una idea errónea. No debo gastar nada de equipo, que es lo que dan los patrocinadores, pero mis viajes siempre debo poner algo de dinero de mi bolsillo. Un poco, claro, que después gano en conferencias. Pero el gasto lo hago yo. No hay patrocinadores que paguen todo.
Un escalador presente pregunta: ¿Me puedes decir cómo entrenar niños en escalada?
AH: Es muy fácil. Para los niños la escalada es un juego. Tiene que ser divertida. Si haces la escalada divertida tendrás niños sanos y buenos escaladores. Pero si los entrenas como atletas de alto rendimiento, tendrás niños que no tienen infancia con buenos logros, pero terminarán por irse de la escalada. Por eso, lo más importante es que la escalada sea divertida para los niños.
MyE: Alexander Huber, muchas gracias por tu tiempo. Esperemos que sigas dando esos pasos dentro del alpinismo que están marcando historia.