Hace unas horas publicamos un informe de Guillermo Barrios que menciona las caídas de roca en el Segundo Dinamo. Everardo Barojas, colaborador de Montañismo y Exploración, también envió un reporte del tema, más completo, donde indica que la caída de rocas no se debe a que pase nadie por encima de la pared, sino a un incendio en la zona que ha dejado a la parte superior carente de las raíces que sujetaban el suelo.
Un pedazo de árbol que quedo empotrado después del alud, a la derecha de Nobleza Negra.
Fotos: Everardo Barojas.
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Incendio y caída de material en el segundo dinamo
Aquellos que han visitado la zona de escalada del Segundo Dinamo en las pasadas tres semanas probablemente hayan notado que el paisaje ha cambiado bastante: gran parte del bosque se quemó hasta el suelo y la vereda que sube casi ha desaparecido, cubierta por piedras sueltas, hojarasca y hasta ceniza, al igual que algunas rutas.
El pasado lunes 21 de marzo hubo un incendio cerca del Primer Dinamo, que terminó por extenderse hasta las partes superiores de las paredes del segundo dinamo. No se sabe si el incendio fue provocado o por causas naturales. Como sea, se extendió sin control.
Más cicatrices en la corteza, entre Las Nachas y Solaris.
El incendio no duró mucho porque el mismo lunes los bomberos se presentaron en la zona y lo apagaron. Pese a ello, el impacto que ha tenido en la zona ha sido muy grande, pues al quemarse la vegetación que sostenía las rocas y estabilizaba el terreno, se ocasionaron grandes caídas de rocas, algunas de gran tamaño, que se deslizaron destruyendo la vereda casi hasta el inicio del camino, cerca del río.
Ahora quedan cicatrices en las rocas y los árboles, los pies de vía totalmente cambiados y con una capa de 20 cm de restos carbonizados, ceniza y rocas e incluso ceniza sobre algunos agarres, pues el incendio llego a las partes altas de las paredes.
Cicatriz en un árbol, a pie de vía de Belinda la del barrio y justo a la altura de la cabeza.
De cualquier modo, lo más importante es que la zona aún no se estabiliza, y en donde antes no caía una sola piedra en todo el día, ahora hay caídas constantes de piedras, tierra, hojas y restos de todo tipo de vegetación.
Evaluación de peligros objetivos
La zona más afectada es el sector Solaris, la más frecuentada. Es evidente que el alud más grande se desprendió de la parte superior de la pared principal del sector, a la izquierda de Solaris y a la derecha de la víaNobleza Negra. No es recomendable escalar allí, pero si se hace, el uso de casco sería vital, especialmente para el asegurador.
Ceniza y carbones donde antes había bosque, frente a la ruta Solaris.
El sector Plaza Sésamo también quedó bastante afectado y cambiado, con montañas de ceniza bloqueando el paso. Tampoco es recomendable escalar allí, hasta hoy —15 de abril— hay caídas constantes de material en los dos sectores.
Las caídas de material a veces traen sólo hojas y pedazos de “palo loco” [Pittocaulon sp.] con algunas piedritas, inofensivas si se trae casco, sin embargo, de vez cuando se desprenden rocas hasta del tamaño de una cabeza humana. Los daños en los árboles son testigos del daño que pueden ocasionar, está de más decir que la mayoría de las rocas caen a pie de vía y muchos impactos serían mortales, aún con casco.
Por otro lado, los sectores Paroxismo y El Muerto están intactos y se puede escalar sin ningún problema. El sector Propiedad Privada se ve un poco afectado en el área colindante a Plaza Sésamo, pero no hay tanta caída de material como en Solaris.
A pie de vía de Belinda la del barrio, en el sector Solaris. La mayoría de los restos no están quemados, por lo que cayeron después del incendio.
Lo más probable es que la zona estará expuesta a más caídas de rocas y no cesará hasta que la tierra se asiente con las próximas lluvias, aunque posiblemente lo que hagan es terminar de aflojar esa poca tierra que queda. Lo más recomendable es evitar esa zona, pues se ha vuelto peligrosa.
Restos de "Palo Loco", hojarasca y rocas en la vereda hacia Plaza Sésamo