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Montañismo y Exploración
Las primeras, ¿absolutas o relativas?
17 diciembre 2011

Ser el primero significa sólo una cosa: que nadie más lo ha hecho antes. Hoy existen “primeras relativas” que corresponden a un proceso que debía darse. Sin embargo, creer que haber hecho una primera de esta clase es confundir el panorama por completo.







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Cuando el mundo de la exploración y del montañismo no estaba tan densamente poblado, el que alguien dijera que había llegado por primera vez a algún sitio, fuera un lugar, una cumbre o una sima, tenía un valor que le daba el estar ahí por vez primera, donde nadie ha estado antes o al menos donde no se sabe que haya estado nadie antes jamás.

Pero con la afluencia de muchos participantes, eso se volvió muy difícil. Sólo hay una cordada que subió por primera vez al Everest, sólo hay un grupo que alcanzó por primera vez el Polo Sur, sólo hay una primera vez que se rebasan los dos kilómetros de profundidad, sólo hay una primera vez que se hace la circunnavegación al globo terrestre. Así que los demás, ¿qué esperamos?

Los más creativos, hacen lo nuevo, pero eso está reservado para pocos o aquellos que reúnen capacidades que sólo muy pocos pueden tener. Generalmente ambas. No llegarán por primera vez a una cumbre, pero sí a esa cumbre ya hollada por una nueva vía que hasta entonces haya sido ambicionada por muchos pero sólo a ellos corresponde el haber terminado.

Fotografía: Carlos RangelClick para agrandar

Para aquellos que no son creativos ni tienen capacidades excepcionales (ni ambas), sólo nos queda seguir el camino ya hollado. Siguen siendo una minoría así que desde hace años aparecieron quienes pretenden quedarse con una rebanada del pastel de esa gloria de ser primero... sin serlo. Surgieron las “primeras” de segunda clase o, dicho de otra manera, relativas: el primer nacional (agréguese aquí la nacionalidad que se prefiera), la primera mujer, la primera pareja o el primer invidente son sólo ejemplos de esto. Es algo que debía pasar.

Comprendo bien el querer tener cinco minutos de gloria pero sigo sin comprender por qué su discurso les hace parecer más importantes que los que realmente fueron primero. Un ejemplo: hace poco, un sitio web publicaba en el centenario de la conquista del polo sur por Amundsen y sus hombres, que una de sus compatriotas había sido la primera mujer en llegar al Polo y sola. No le quito el mérito pero, ¿por qué ensalzar el hecho casero cuando el hecho mundial es más importante?

Me queda claro que Amundsen viajó sin información de la ruta (es decir: todo lo que tenía por delante estaba inexplorado), con equipo de hace cien años, sin tecnología casi, tal como habían vivido los inuit durante cientos de años. Llegó y regresó sin incidentes. Impresionante. Pero poner encima de Amundsen a alguien de cualquier país que décadas después llega solo con tecnología de comunicaciones satelitales y equipo incomparablemente mejor y es parecido a comparar a un montañista de una expedición actual al Everest con Tenzing y Hillary. Ambas están fuera de sitio y no dudo que haya cierto nacionalismo al haber dado prioridad a una nota que a la otra.

También hay las primeras relativas-relativas. Por ejemplo, partamos del hecho del primer ascenso al Everest. Le seguiría el primero de una nacionalidad, por supuesto. Pero ser el primero de esa misma nación pero por otra ruta, aunque sea normal. no lo hace digno de ocupar un puesto junto a los que fueron realmente primeros porque en realidad son segundos o terceros. De otra manera, todo mundo podría llegar a ser primero.

Cuando esas primeras relativas no se ajustan a lo que son y se salen de su sitio, la gente comienza a perder la perspectiva de lo que sucede realmente. Muchos creen la historia secundaria o terciaria. Todo depende de la publicidad y esmero que se haya hecho para promover "su primera”. Se vuelven cadenas interminables como títulos nobiliarios y el gran riesgo es que uno se pierda toda la cadena porque el aparato publicitario alrededor de un eslabón es tan grande que se pierde el origen de la noticia. En otras palabras: es muy fácil promover la desinformación de esta manera.

Tan fácil que es quedarse con la historia tal como es y no complicar a los demás. Porque la fama es eso: fama y, por tanto, efímera.



 



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