Carl Waldman y Jon Cunningham. Encyclopedia of Exploration, Volume II: Places, Technologies, and cultural trends. Facts on File, New York. 2004. 660 páginas. ISBN: 0-8160-4677-8
| Los exploradores y las expediciones particulares discutidas en este trabajo son sólo parte de la historia de la exploración. Muchos más individuos tienen un papel en la exploración u mapeo de la tierra y, más recientemente, del espacio exterior. Los temas generales examinados los términos definidos ofrecen un contexto al campo de la exploración, pero es importante recordar que el ámbito de la historia de la exploración incluye el registro histórico completo y su esfera de acción abarca al mundo entero y al sistema solar. Así, al hacer la crónica de la exploración, los periodos particulares de tiempo, culturas, actividades y tecnologías tienen un gran peso. Pero uno debe percibir a la exploración como una simple ventana al mayor viaje de la humanidad a través del tiempo. (p. xxi-xxii) |
Después de haber trazado las biografías de más de 900 personas que han explorado el mundo, en el sentido de “encontrar” algo, Carl Waldman se dirige ahora a otra faceta de la historia de la exploración. Esta vez su coautor es Jon Cunningham y entre ambos establecen este segundo tomo, dedicado a la historia de la exploración por regiones o lugares, a las tecnologías que dieron pie a que la exploración avanzara y al intercambio entre la cultura que exploraba y aquella indagada.
“Este segundo volumen contiene diferentes temas relacionados con la exploración: “tipos de exploración, actividades relacionadas a la exploración, agrupaciones de pueblos conocidos por medio de la exploración, periodos históricos, leyendas, lugares, rutas, fenómenos naturales, términos cartográficos, equipo oceanográfico, herramientas de navegación y equipo usado para transportarse.” (p. xxii)
Así se encuentran entradas como Exploración de África, Río Ganges, Programa Geminis, Montañas Rocallosas, Cohete, etc. Un punto interesante y agradable es ver cómo los autores dividen la exploración de acuerdo a sus exploradores y reconocen la exploración china, cosaca, egipcia, griega, islámica, vikinga, etc. Y también proporcionan información que difícilmente se puede encontrar en un libro si no se sabe buscar. Por ejemplo: “ca. 950. Océano Pacífico. El jefe polinesio Kupe alcanza Nueva Zelanda”. Con sólo este dato, uno tiene ya para buscar más información.
Pero esta recopilación de la historia de la exploración deja de lado a los grandes personajes que se martillean libro tras libro colocándolos en un lugar casi sagrado, para ver pequeños detalles sin los cuales esos exploradores no hubieran podido avanzar. Un ejemplo: los animales que usaron: caballo, burro, perro y camello. También se habla de las compañías que existían entonces, de las sociedades, de la exploración de ciertas zonas, de la arqueología, una historia de los mapas o de la brújula o de las exploraciones diferenciadas específicamente: la griega, romana, islámica, europea, etc.
El apéndice contiene diferentes mapas con las rutas seguidas por los exploradores. También tiene un capítulo de la historia de la exploración hecha cronológicamente, iniciando en África/Asia hacia 2450 AC, con “sólo” 102 páginas.
El libro carece de mapas. Aunque los tiene en una sección especial, son claramente insuficientes para hacerse a la idea de un tema específico, pero el lector debe comprender que es prácticamente imposible tener tanta información y además mapa de cada tema. Es de suponer que el interesado recurra a mapas más específicos.
Un libro asombroso por la cantidad de información y la organización para proporcionarla, el volumen dos de la Enciclopedia de la Exploración es prácticamente un libro por sí mismo, pero se complemente bastante bien con el primer tomo.