| No podemos conquistar a las montañas porque estarán ahí mucho después de que nosotros nos hayamos vuelto polvo. Lo mejor que podemos hacer es competir contra nosotros mismos y regresar a contar la historia. Nigel Lewis |
Pese a no ser un deporte que llame mucho la atención a los medios de difusión masiva, cuando ponen el ojo en alguien que ha ido a una montaña específica y no llegó a la cumbre, parecen no tener otra alternativa que usar los calificativos de siempre: “fallaron”, “fracaso”, “derrotados” y titulares similares pueden encontrarse y, por supuesto, la tendencia será a remarcar que no lograron el objetivo.
Quiero remarcar que ese “juicio” está hecho en un medio de difusión masiva que tiene como característica principal no ser especialista en montañismo. Cuando leo las columnas de los diarios y noto que un solo periodista escribe de futbol, natación, esgrima, triatlón, olimpiadas y ahora montañismo, no me queda duda que esa persona no tiene un juicio claro de lo que pasa en cada uno de los deportes que escribe. Cuando es honesto, invita a un especialista y hace preguntas, además de informarse continuamente y a fondo.
Escaladas en Yosemite.Foto: Carlos Rangel.Click para agrandar.
Pero me es difícil pensar en alguien que haya practicado todos esos deportes de manera tan intensa que sienta lo que es la esencia de cada uno y que es lo que lleva a tanta gente a declarar un “ganamos” o un “perdieron”, según gane o pierda su jugador o equipo favorito. Claro que todo mundo podemos patear un balón, o esgrimir un florete o meternos al agua y chapotear un rato. Incluso creo que todos hemos estado alguna vez en una montaña y alcanzado su cumbre, aunque sea muy pequeña. Pero esa experiencia no nos califica como expertos.
El no llegar a la cima es algo my común en el montañismo en general, como tampoco lo es ganar un partido para el miembro de un equipo de futbol. Pero si sólo hablamos de la gente que sí quiere y hacer todo lo posible por llegar, pero no lo logra, entonces ¿no sería ridículo hablar de fracaso y derrota? Si una persona cae a una grieta o hay mal tiempo que no le permite subir o simplemente tiene miedo y se regresa, ¿es eso derrota?
Ante los medios, claro que lo es, pero ya sabemos que sus comentarios no son precisamente los mejores si no conocen todo lo que hay implícito. Quizá también lo sea ante los patrocinadores. Pero en realidad, el éxito en el montañismo lo marca el estar bien consigo mismo. Durante su estadía en México, Messner dijo que lo más importante para él eran los “fracasos” que había tenido porque ellos le enseñaban mucho y podía reestructurar su forma de pensar o su estrategia de avanzar en la montaña.
¿Por qué no? Si fallamos de una forma, encontraremos otra. Lo importante es el aprendizaje, la experiencia, esa que da el estar continuamente tras el objetivo. Si hay mal tiempo, si hay avalanchas o la montaña o pared no están en condiciones para subirse, podemos regresar a contar la historia, pero también a planear el siguiente viaje para contarla más ampliamente, con la visión panorámica de la meta lograda.
A ti, ¿te han dicho que fracasaste? Sólo pregúntate dos cosas: quiénes te han dicho “eso” y cuánto aprendiste de esa vez. Los montañistas en general, somos muy dados a hacer evaluaciones de lo que hacemos y tercos: regresamos ahí donde fallamos. Quizá seguimos aprendiendo.