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Montañismo y Exploración
Tips para fotógrafos de montañas
15 julio 2010

La fotografía de montaña es impresionante… si se hace bien. Jon Griffith proporciona algunas ideas de cómo usar mejor tu cámara digital para obtener las fotos que realmente deseas y no llegar a casa para descubrir que las perdiste todas.







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Fotos cortesía de Jon Griffith / alpineexposures.comClick para agrandar.

Después del artículo muy completo escrito por Sean Kelly, pensé que podría inculcar unas ideas a los fotógrafos en ciernes y probablemente aprender unas cuantas cosas a mí mismo de las respuestas. Debo señalar que nunca he tenido ninguna escolaridad de fotografía, por lo que si cualquier parte de este artículo es incorrecto, por favor siéntete libre de enviarme un correo electrónico y lo modificaré.

Creo que, como la mayoría de la gente, comencé por pedir prestada la cámara de mi papá (una Nikon FM2); desafortunadamente yo no tenía idea en qué me estaba metiendo. El manual conseguido en Internet  sólo sirvió para confundirme más, así que regresé de mi primer viaje a los Alpes con fotos que parecían probar que había pasado el tiempo en un continuo whiteout más que bajo el perfecto azul cielo que había prevalecido por encima de Zermatt en aquel momento.

Uno a uno, comencé a trabajar para aprender cómo la velocidad de la película, la apertura y la velocidad de obturación trabajan en conjunto para que yo pueda conseguir el máximo en cada foto. Espero que en este artículo sea capaz de explicar cómo trabaja cada uno de ellos en términos sencillos y tratar de dar algún sentido a todos ellos que tratan de comprenderlos.

Nota: Este artículo será de utilidad a quienes pueden cambiar manualmente las variables anteriores, la mayoría de cámaras compactas digitales no te dejarán hacerlo.

Velocidad de la película

Ésta me llevó años hasta que ¡ni siquiera quería oír hablar de ella! La velocidad de la película se identifica por un número ISO que va desde 25 hasta... bueno, a algo ridículamente alto hoy en día. Cuanto menor sea el número, más “lenta” será la película. Lo que esto significa es que la película o el sensor tardarán más tiempo para capturar la luz necesaria para producir una imagen correctamente expuesta. La desventaja de esto [un ISO bajo] es que tendrás que mantener inmóvil la cámara durante más tiempo, pero el beneficio es que se reducirá el ruido (digital) o el grano (en la película). (Nota: Las velocidades de la película son a menudo acotadas en escala ASA).

El grano se observa cuando se dispara con una película “rápida”. Como quizá adivinaste, la imagen es más “granulada”. Puede sonar un poco extraño, pero piensa en disparar con una película lenta como el resultado una imagen muy lisa, mientras que disparar con una película más rápida tendrá como resultado una imagen menos lisa (es decir, granulada). La diferencia puede ser muy grande al observar la diapositiva o negativo de cerca.

En cambio, el ruido es el punto diminuto que puedes observar con frecuencia en áreas más oscuras de una fotografía digital. Aunque el ruido es más notorio en zonas oscuras, también se nota en áreas más claras cuando la velocidad de la película es demasiado alta. Gracias a los avances en el ámbito digital, cuando se trata de decidir la velocidad ISO óptima, depende realmente de la marca y modelo de cámara que tengas. Siempre he disparado en ISO 100 tanto en película como en digital. Trato de mantener la velocidad de la película, o ISO, lo más bajo posible aunque hay quienes prefieren el efecto que tiene una película de mayor velocidad.

“Vale la pena mencionar que la película más lenta tiene un grano más fino y puede ser mejor para ampliaciones y también que mucha gente usó película de diapositivas antes que las digitales  porque se mantienen bajas y tienen una saturación de color impresionante. –Clare Danek”.

Así que todo se reduce a decidir qué tan granulada —o “ruidosa”— parecerá tu imagen contra cuánto tiempo puedes permanecer sin moverte o, más importante, el sujeto que estás fotografiando. (Nota: estoy ignorando la apertura aquí y tomándola como fija).

Disparar con un ISO alto puede dar mucho "ruido" en la foto (ISO 3600).

Velocidad de obturación

Llanamente, es la duración en la que el obturador de tu cámara se abre para revelar al sensor o película que hay detrás, exponiéndolo a la luz necesaria para crear una foto antes de cerrarse de nuevo. La velocidad de obturación es una herramienta muy útil cuando deseas un efecto borroso en un escalador o escena. Por supuesto, si lo dejas abierto por largo tiempo, entonces todo lo que se mueva en la escena aparecerá borroso. De la misma manera, si lo mantienes abierto durante poco tiempo, puedes “congelar” la acción (por ejemplo, congelar un movimiento dinámico).

Las velocidades de obturación se indican en fracciones de segundo y van desde 1/8000 de segundo hasta una exposición de duración ilmitada (el ajuste de “bulbo”).

Apertura

La apertura es el iris del mundo de la lente. Controla la cantidad de luz que entra por el objetivo, pasa el obturador abierto y llega al sensor o a la película en la parte posterior de la cámara. El tamaño de la apertura (es decir, el agujero a través del cual pasa la luz) se denota por “pasos F”. Para confundir más las cosas, un paso F alto (generalmente entre 22 y 32) en realidad significa que la apertura es menor, permitiendo que entre menos luz. Por el contrario, un paso F pequeño de 2.8 significa que la apertura es más grande y permite que entre más luz.

Poniéndolo todo junto

Obviamente, las tres variables están muy vinculadas entre sí (dije “obviamente”, pero no es fácil de entender). Empecemos en la parte delantera de la cámara (la lente): cuando la luz entra en la lente, el tamaño de la apertura dicta cuánta luz pasa hacia el cuerpo de la cámara. Entonces el obturador juega su parte y dice por cuánto tiempo se le permite pasar a esa cantidad de luz hasta el sensor de la parte posterior.  Si damos el ISO o velocidad de la película como fija, entonces nos podremos concentrar en cómo se interrelacionan la apertura y la velocidad de obturación.

Para que una imagen llegue a parecer “normal” debes estar seguro de que está correctamente “expuesta”. Una imagen subexpuesta será demasiado oscura, mientras que una imagen sobreexpuesta terminará siendo demasiado clara. Piensa en el término “exposición” en el sentido de “exponer el sensor/película a una fuente de luz”. Por eso, si subexpones la imagen, no estás permitiendo al sensor o película estar expuesta el tiempo suficiente a la luz entrante para formar la imagen.

Foto subexpuesta.

Foto correctamente expuesta.

Foto sobreexpuesta.

La apertura y la velocidad de obturación te permiten controlar la cantidad de luz necesaria para exponer a la película o al sensor. Puesto que vas a necesitar “X” cantidad de luz para exponer al sensor para una imagen correctamente expuesta, puedes jugar con las dos variables. Para usar una analogía de John Hegecoe, es como llenar un vaso con agua de un grifo. Si el vaso representa la cantidad de luz necesaria para exponer correctamente la imagen y el agua representa la luz, entonces puedes ver que la apertura representa la llave abierta y la velocidad de obturación representa el tiempo que dejes el grifo abierto. Cuanto más grande “hagas el agujero” en el grifo (es decir, cuanto más “abierto” esté), menos tiempo tendrás que dejar la llave abierta para que el vaso se llene. Y a la inversa, si abres el grifo de modo que sólo brote un hilillo de agua, tendrás que dejarlo abierto mucho más tiempo para llenar el vaso.

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