En una expedición reciente que podría haberse abortado con suministros dejados por un transporte aéreo regular, un esquiador al Polo Norte fue rescatado por los militares después de que se había quedado sin combustible. La historia tuvo una gran cobertura por los medios de comunicación.
Richard Weber.Fotografías cortesía de www.weberarctic.comClick para agrandar.
En estos días, con los puntos más extremos ya explorados, los aventureros modernos aumentan la dificultad al ir con menos apoyo, más rápido, más largo, más alto, o por medio de rutas “imposibles”. A veces se encuentran en problemas y se vuelven dependientes de otros para salvar su cuello. Está bien pues el rompimiento de barreras es necesario para el progreso humano.
Pero hay una línea entre esto y los imprudentes proyectos sin la preparación suficiente. No sólo ponen en peligro las posibilidades de rescate para aquellos que realmente lo necesitan; también ponen en peligro la vida de los rescatadores. Peor aún: algunos exploradores dramatizar excesivamente situaciones sencillamente para llamar la atención de los medios.
El canadiense Richard Weber, quien tiene el récord de velocidad a ambos polos y con siete expediciones al Polo Norte que lo cruzan por completo, es uno de los diez exploradores polares más importantes del mundo. A menudo, la gente que él guía se llevan todos los titulares. Pero para aquellos que se ocupan de ser mirados más cercanamente, el historial de Richard lo dice todo, y aquí va su opinión sobre las responsabilidades en aventuras polares.
Responsabilidad en Aventuras Polares
Caminar al Polo Norte desde Canadá es u viaje difícil y duro, probablemente la caminata más dura del mundo. Aplaudo a cualquier aventurero que se atreva a afrontar este reto.
Los aventureros eligen estar en el Océano Ártico. Cada aventurero tiene la responsabilidad de llevar comida, combustible y dinero en el lugar para que pueda salir del hielo con seguridad usando los métodos normales (por ejemplo, ser recogido por un avión Twin Otter).
Es responsabilidad del aventurero contabilizar su comida y combustible para asegurarse de tener los suministros adecuados, teniendo en cuenta la naturaleza voluble del Océano Ártico. Los aventureros polares no tienen derecho a quedarse sin comida o combustible y luego llamar al servicio de búsqueda y rescate.
Los rescatistas son profesionales entrenados que arriesgan sus vidas para salvar las vidas de otros. Los aventureros no tienen derecho a pedir a estos hombres y mujeres que arriesguen sus vidas para sacarlos el Océano Ártico.
Es completamente inaceptable quedarse sin recursos en la expedición como para solicitar a los militares a costa de los contribuyentes canadienses. Es decisión personal de un aventurero que elige dramatizar sus propias deficiencias, como congelación de los dedos, caerse al agua o mezclar comida con combustible en un esfuerzo por ganar atención de los medios.
Roald Amundsen dijo una vez: “La aventura es mala planificación”. Una expedición bien planeada y ejecutada no incluye dramatismo.
Cuando un aventurero enciende una baliza de emergencia y llama a Búsqueda y Rescate, ya no es decisión personal. Afecta a la seguridad del personal de búsqueda y rescate, afecta a los contribuyentes canadienses que pagan el costo del rescate y a otros aventureros más responsables.
Este comportamiento se refleja y reflejará en toda la comunidad de aventura polar.
Las autoridades canadienses no aceptarán pagar por tantas búsquedas y rescates innecesarios antes de que establezcan restricciones y reglamentos. En los parques nacionales de Canadá, si una persona pide ser rescatada, ese rescate se evalúa y dependiendo de la evaluación, se le puede pedir a esa persona que pague la cuenta.
El mismo procedimiento debería ser usado para los aventureros polares. Cualquier persona que llama para búsqueda y rescate innecesarios no deberían presentarse como héroes en la CNN, sino como un tonto.
Richard Weber