El año pasado se sentía un fuerte ambiente de competitividad en el Himalaya: tres mujeres estaban en la recta final para ser la primera en subir los catorce ochomiles. Tres países, medios de comunicación y patrocinadores estaban metidos en ello y se hacían apuestas. Pero pronto apareció una cuarta y luego una quinta competidoras en esta carrera: Austria, España e Italia veían “invadido” su territorio en la carrera por dos mujeres de Corea del Sur.
Pero las cosas cambiaron drásticamente: Nives Meroi debió abandonar su intento en el Kangchenjunga por cuidar de su compañero, Go Mi Sun falleció en el Nanga Parbat y Oh Eun Sun alcanzaba su décimo tercer ochomil en el Gasherbrum I. Así, casi surgida de la nada Miss Oh se ponía a la cabeza de la lista con trece ochomiles mientras Gerlinde y Edurne se quedaban con doce.
Edurne Pasaban en la cumbre del Kangchenjunga con Juan Oiarzábal.
Foto: cortesía de su sitio web.
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La cosa se ponía fea. Edurne declaró que Miss Oh sería la primera y que no quería correr. Pero al decir esto sabía que Miss Oh tiene una gran ventaja: sólo le falta el Annapurna, que piensa hacer esta primavera. Ambas se encontrarán ahí.
Edurne ya está en el Annapurna y está trabajando a todo lo que da. Ha establecido sus primeros campamentos bajo un calor poco común. Apoyada por su propio país y por la gente de Al Filo de lo Imposible, espera ganar terreno para luego dirigirse al Sisha Pangma, adonde se dirige ya otra expedición que seguramente tendrá establecidos campamentos para cuando ella llegue.
Mientras, Miss Oh se está aclimatando en una región cercana, sabedora de que tiene un fuerte apoyo de sus patrocinadores y éstos saben a su vez que si Miss Oh lo logra, sus beneficios serán muy altos. Por eso es que en su expedición al Annapurna, habrá al menos 15 personas de la KBS Korean Network. Su misión es hacer llegar al mundo la expedición en vivo.
Oh Eun Sun en el Gasherbrum I, que se convirtió en su 13er ochomil.
Foto: cortesía de su sitio web.
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En cambio, Gerlinde se lo ha tomado con calma y declaraba que ella no iba dentro de una carrera porque no coleccionaba ochomiles y que iba por su propio estilo. Su próximo ochomil será el Everest, pero no por las dos rutas normales, sino por la ruta más directa: primero el corredor de los japoneses y luego el Couloir Hornbein en la parte alta.
“La combinación de estos dos corredores en la cara norte del Everest es una de las líneas de ascenso más directas en los ochomiles”, dice en su página Gerlinde. “El corredor de los japoneses en la parte baja de la pared norte fue ascendida por primera vez en 1980; el Couloir Hornbein, en la parte superior, en 1963, mientras se realizaba la primera travesía de la montaña.”
Gerlinde con su esposo Ralf Dumjovits, en la cima del Lhotse. Para ella, su cumbre 12, para él, la última: de las 14.
Foto: cortesía de su sitio web.
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Sólo se ha ascendido esa vía directa siete veces, el último el 15 de mayo de 1991 por el sueco Lars Cronlund y los sherpas Mingma Norbu y Gyalbu, todos con oxígeno, “como los primeros ascensionistas” y de esas siete, sólo una vez ha sido escalada sin oxígeno: Erhard Loretan y Jean Troillet lo lograban en 1986 en la temporada postmonzónica y sólo dos vivacs en la vía.
Gerlinde estará acompañada de su esposo, Ralph Dumjovits, quien el año pasado se convirtió en el decimosexto hombre en lograr los 14x8000. Para Ralph este ascenso tiene también importancia personal y no sólo por acompañar a Gerlinde: le falta subir el Everest sin oxígeno. Si la pareja lo logra, Gerlinde habrá logrado su ochomil número 13 y Ralph se convertiría en el décimo hombre en lograr los ochomiles sin oxígeno.
Esas son las posiciones. De las tres mujeres, dos siguen en la brega mientras una se declara montañista antes que espectáculo. Sí, el mundo aplaudirá sin ninguna duda a la primera mujer que lo logre. Pero en el seno del montañismo habrá siempre un lugar para quien renuncia a la gloria por seguir sus principios, tal como lo hizo el año pasado Nives Meroi.
La ruta directa del Everest por el lado norte.
Foto: cortesía de www.amical.de
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