Yamemakura Baku y Jiro Taniguchi. La cumbre de los dioses. Volumen 2. Ponent Mon, Madrid. 2007. 336 páginas. ISBN: 978-84-96427-57-0
| Los habitantes de las montañas no deben blasfemar contra ellas, ni quearse de las bajas temperaturas. Me lo enseñaron de niño. Jiro Taniguchi |
En el segundo volumen de La cumbre de los dioses, de Yamemakura Baku y con el arte de Jiro Taniguchi continúa con los mismos personajes: Fukamachi, el fotógrafo que regresaba de Nepal y se había encontrado a Joji Habu, un escalador japonés casi mítico que desapareció de su país sin dejar rastro, había comenzado a investigar sobre su vida entrevistando a las personas que lo habían conocido de cerca.
En el tomo anterior, la historia termina cuando aparece otro escalador japonés que comienza a llamar la atención más que Joji Habu y se dispone a hacer el ascenso invernal solitario a la pared norte de las Grandes Jorasses hasta el espolón Walker.
En este, vemos a Joji Habu adelantándose a su compatriota, pero rival en la montaña. Habu tiene un accidente y solamente la narración de lo que le pasa en la pared después del accidente es una novela por sí misma, llena de detalles y alucinaciones, de esperanzas y resistencia física… hasta que el cuerpo falla y decide ya no pelear más: dos noches en las Jorasses por la norte a la intemperie y en invierno hubieran matado a cualquiera, pero no a Habu, quien es rescatado.
Sus andanzas en las montañas se extienden de repente al Everes, en una expedición por la cara suroeste, también en invierno. Las condiciones meteorológicas hacen que el jefe de expedición titubee y propone que parte del equipo alcance la cumbre por la ruta sur, para complacer a los patrocinadores.
Entonces aparece un Joji Habu que define el espíritu del montañismo:
“¡Todo el mundo sabe que la ruta sureste ha sido culminada con éxito muchas veces en el pasado, incluso en invierno! ¿Qué sentido tiene repetir lo logrado por otros? Es cierto que la pared suroeste está difícil y tal vez no consigamos llegar a la cima por ella. ¡Pero eso no quiere decir que sea imposible! Si dividimos ahora el equipo en dos, ¡las pocas probabilidades que nos quedan resultarán menores aún!” (p. 175)
En esto segundo volumen de La cima de los dioses, Fukumachi se convierte en un auténtico detective de la vida de Habu y parece que sabe hacia dónde irá… que queda para el tercer tomo.
Como el anterior, el libro tiene los excelentes dibujos de Jiro Taniguchi y tienen tal precisión que pareciera estar viendo fotografías y el relato mismo de una expedición. Pero en este tomo, se han escapado algunos errores técnicos, como decir que el primer hombre que subió un ochomil sin oxigeno fue Messner, al Nanga Parbat, cuando el primero fue Hermann Buhl, en el Nanga Parbat. Otros errores de este tipo se deslizan en la historia, pero son mínimos y vale mucho la pena asomarse a esta obra.
Manga es la palabra japonesa para designar historieta en general y este libro, traducido al español por la editorial Ponent Mon, respeta el sentido de la creación artística. El lector tendrá que leer en el sentido en que leen los japoneses: de derecha a izquierda. Uno se acostumbra en las primeras cuatro páginas.
Página 290. Click para agrandar | Página 291. Click para agrandar |
Página 292. Click para agrandar | Página 293. Click para agrandar |