Un correo electrónico llegado a nuestra redacción nos conmovió: Kurt Albert había sufrido un accidente que lo dejaba al borde de la muerte. Actualmente tiene 56 años.

“El domingo, Kurt había sido uno de los tres líderes de grupo que quiaban un grupo numeroso por la Vía Ferrata en el Valle Hirschbach, en Frankenjura. La Ferrata va a una altura media por varias rocas, algunas de las cuales se escalan.

Kurt Albert en el Valle de Roraima

“Las circunstancias aún no son claras, pero alrededor de las 12:00 del domingo, Kurt cayó de la Vía Ferrata 18 metros hasta el suelo. Fue rescatado y transportado a un hospital en Erlangen (cerca de Nürnberg), pero había sufrido severas heridas en la cabeza. Ayer falleció en el hospital. Kurt tenía 56 años de edad. La escalada alemana pierde uno de sus más prolíficos escaladores, cuya invención del Rotpunkt (Punto Rojo) ha tenido gran influencia en el escenario de la escalada en todo el mundo.”

Poco después llegaba otro comunicado: “Kurt no está muerto clínicamente, pero al parecer tiene pocas probabilidades de sobrevivir.”

Kurt Albert fue profesor de matemáticas y física pero durante muchos años había sido un escalador profesional y uno de los alpinistas más exitosos del mundo. Kurt fue una leyenda viviente por muchas cosas pero lo que más se recuerda de él es la creación del Rot Punkt (Redpoint o Punto Rojo) que instauró en las zonas de escalada en Alemania y que luego tendría una gran repercusión en el mundo entero y forzaría parte de la evolución de este deporte.

“El Punto Rojo al comienzo de una vía o variante significa la posibilidad de escalar esa vía sin el uso de los seguros como agarres o puntos de apoyo. Clavos, cintas, empotradores, etc., sirven únicamente como aseguramiento. Tampoco se podrá descansar en ellos, aún cuando al continuar se vuelva a la posición anterior.”

Kurt Albert en sus años salvajes. De esta foto habrían posteriormente varias imitaciones, pero no tan impresionantes como ésta.

En realidad era una provocación en un tiempo en que la escalada tendía a ser un trabajo de albañilería cuando comenzaban a abrir las “directísimas” mientras él y sus amigos ni intentaban colgarse de los anclajes. Pero no sólo fue su idea del Rot Punkt sino la gran cantidad de expediciones de primer nivel que hizo mientras vivió lo que le labró su leyenda. Era claro que eso no le ganó popularidad entre ese medio, pero aún así sus ideas germinaron y ahora son la base de la escalada. También fue inventor del Rotpunktgedankens: escalada libre sin ninguna ayuda.

Las leyendas no se crean sólo con ideas, sino con hechos. Kurt comenzó a escalar a los 14 años en las rocas de la Suiza de Franconia y probó el alpinismo a los 16, en las Dolomitas, la Punta Walker y la pared norte del Eiger. Si era una leyenda viviente se debía a la gran cantidad de expediciones que realizó, pero sobre todo, su variedad y siempre siguiendo sus principios de escalada libre. Muchas primeras ascensiones en todo el mundo tienen su nombre. Eso le mereció ser nominado al Premio Eiger 2009, pero no lo ganó. Tampoco esperaba ganarlo.

Kurt se caracterizó por sus propuestas y sus realizaciones, desde sus primeras escaladas, su idea del Rotpunkt y sus expediciones de primer nivel.