La austriaca Gerlinde Kaltenbrunner logró el pasado 24 de mayo su décimo tercer ochomil en el Everest, adonde llegó sin el uso de oxígeno suplementario. Al parecer, su esposo Ralf se quedó en su último campamento, a 8,300 metros, sin embargo, de haber subido también, habría entrado a la lista de los hombres que terminan los 14x8000 sin oxígeno. Ralf los terminó el año pasado pero sólo le quedaba por subir el Everest sin oxígeno suplementario.

Gerlinde Kaltenbrunner al pie del Everest, por el lado norte.Fotos cortesía de su sitio web.Click para agrandar.

Para Gerlinde solo queda un ochomil por subir: el K2. Hay que remarcar que los ochomiles que ha conseguido coronar los ha hecho en estilo alpino y con un estilo limpio, además de elegir rutas severas y que implican un gran compromiso en el montañismo.

El Everest, por ejemplo, intentó por el Supercolador, esa vía que une el Colador Hornbein y el de los japoneses hace unos años. Este se lo volvió a plantear en una expedición muy ligera en donde sólo su esposo y él tomaban parte. Lo intentaron una y otra vez pero terminaron por rendirse ante la evidencia clara: la montaña era demasiado peligrosa. Habían estado demasiado expuestos durante toda la ascensión y aunque siempre bajaron bien, era incierto tener tres días de buen tiempo y además, con condiciones buenas de la nieve.

Así que decidieron cambiar de ruta: subirían por la ruta que siguiera Odell hasta el Collado Norte y de ahí toda la cresta hasta la cima. Ralf subiría por su último ochomil sin oxígeno. Gerlinde por su décimotercero. Hasta ahora sólo está confirmado el ascenso de Gerlinde, a quien le faltaría sólo el K2 para terminar los 14x8000.

Estas fotografías se tomaron durante su intento a Supercolador, en la cara norte del Everest. Gerlinde subiría luego a la cima por otra ruta.

Simone Moro y Silvio Mondinelli

El italiano Simone Moro es otro de los que han querido subir al Everest sin el uso de oxígeno. Aunque ha subido tres veces, no ha podido hacerlo sin oxígeno.

“Después de sólo 48 horas de escalada, llegué a la cumbre del Everest el 22 de mayo. Había planeado un ascenso sin oxígeno pero fue imposible debido al frío. De hecho cuando llegué al Collado Sur a 8,000 metros desde los 6,300 del C2, el tiempo empeoró y comenzó a nevar. Después de dos horas, el cielo clareó pero la temperatura bajó. Así que comencé a escalar después de la medianoche sin oxígeno pero también comenzó mi lucha con el frío. A 8,500 metros perdí la sensibilidad de mis pies y manos. Para evitar congelaciones fuertes decidí usar oxígeno los últimos 300 metros. Llegué a las 6:25 y disfruté el momento por cuarta ocasión. Probablemente regresaré por un quinto intento de escalar sin oxígeno, pero también disfruté este ascenso. Tuve una maravillosa vista desde la cumbre y descubrí cuan libre y afortunado soy para disfrutar esta vida…”

También hicieron cumbre el italiano Silvio Mondinelli y su equipo. Mondinelli se convirtió en el 2007 en el 13er hombre en lograr los 14x8000.

Simone Moro por cuarta vez en la cima del Everest. Debajo, el escalón Hillary con gente pasando por él y una panorámica desde la cima.

Más latinoamericanos

El lunes 24, a las 6:14 horas, hora local, también llegaron a la cima del Everest los mexicanos Yuri Contreras y Laura González. Para Yuri se convierte en su cuarto ascenso, dos por cada vertiente. Para Laura, es su segundo ascenso, luego que el año pasado subiera por la ruta sur.

“Era un frío endemoniado, no hacía viento, pero nevaba y además tuvimos problema con dos pendientes… Es que no tiene nada que ver este camino, el lado norte es otra montaña diferente, mucho más difícil”, explicaba Yuri, mientras Laura comentaba “Quedamos muy cansados pues el esfuerzo había estado al cien, aún así bajamos contentos pero al llegar al Campamento 3 vimos con tristeza cómo la nieve había destruido nuestra tienda.”

El 24 de mayo, después del ascenso, la ventana de buen tiempo se cerraba y dejaba en problemas a quienes aún intentaban la cumbre.