El 7 de enero reportan haber hecho el posible primer ascenso al Harris Peak. Habían subido ahí para estudiar la ruta a seguir. Para el 4 de febrero estaban inmovilizados por otro temporal en el Plateau Herbert:
“Hemos llegado al Plateau Herbert procedente del Plataeu Foster. Para cruzar del Foster al Herbert pasamos por una zona que en las cartas británicas se denomina como la Cintura. Hoy nos hemos quedado, en verdad afuera no se puede salir afuera, porque el viento no hace posible mantenerse de pie. Estamos dentro de la carpa, que está protegida por un muro de nieve, y bueno, aquí vamos a pasar el día esperando que mejoren las condiciones.”
El recorrido arrastrando los kayaks no había sido de lo más fácil pues en la nieve se hundían mucho, en ocasiones navegaban prácticamente a ciegas, con poca visibilidad y usando siempre el GPS para seguir un rumbo. Cuando el tiempo se los permitía, veían todo lo que tenían a su derredor.
“…hemos podido observar el entorno en que nos encontramos, los inmensos acantilados que caen desde estos plateaus hacia el Pacifico y el Atlántico, que son realmente magníficos, muy impresionantes, una vista realmente colosal, y a lo lejos hemos podido observar el mar de Weddell, absolutamente saturado de témpanos y con grandes icebergs tabulares, esparcidos en distintos sectores.”
Para el 16 de febrero habían cruzado a pie el Plateau Herbert y se convertían “en los primeros humanos en cruzar plateau este Planeatu a pie, sin la ayuda de medios mecanizados, perros o cualquier otra ayuda externa.” Sólo les quedaba bajar al mar, pero el 18 declaraban que “No encontramos bajada segura al Glaciar Caley. Retornamos a Herbert para bajar por arista a glaciar Bleroit”.
Dos meses después de haber abandonado la costa, volvieron “a sentir las olas” y remaron “sólo” tuvieron que remar unos 500 kilómetros para regresar al punto de partida, donde fueron recogidos por el navío que los había llevado. Los dos expedicionarios
El material foto y videográfico reunido servirían para ampliar lo que se obtuvo en la Expedición Kayak Antártica 2008-2009. La Península Antártica se está calentando cinco veces más rápido que el promedio mundial. A consecuencia de ello, muchas especies adaptadas para vivir en ese ambiente frío, ahora están perdiendo su único hogar.
