Carl Waldman y Alan Wexler. Encyclopedia of Exploration, Volume I: The Explorers. Facts on File, New York. 2004. 710 páginas. ISBN: 0-8160-4676-X
| Los exploradores llevan una vida fascinante y las historias de sus expediciones están llenas de aventura y peligro. Muchos individuos murieron al perseguir sus sueños. Algunos han matado, sea directa o indirectamente, a sus compañeros exploradores o a gente indígena. Puede decirse que los exploradores están a la cabeza de la curva histórica, los precursores de lo bueno o lo malo. También puede decirse que la exploración es el punto de arranque de muchos temas históricos y culturales. (p. xxi) |
Cada vez que hallo un libro de historia de la exploración me surge la pregunta de qué tanto han dejado detrás para presentar una vez más lo mismo que es encontrado en varios otros libros. Por eso fue una auténtica sorpresa que esta obra (compuesta de dos tomos, pero ahora sólo reseño el primero) abarcara lo más posible y que, además, fuera honesta al decir que lo que se presenta es sólo una parte de lo que es.
En el prefacio, los autores definen la exploración como una acción de “viajar y buscar”, pero al cual está añadido el concepto de “descubrimiento” en el sentido de “encontrar” algo. “Pero uno puede “descubrir” conocimiento de esa tierra y regresar a su propio sitio de origen para transmitirlo. La historia de la exploración puede estar caracterizada como el registro de la difusión del conocimiento.” Un conocimiento básicamente geográfico. Así que lo que se presenta es una historia de la exploración en el sentido de conocer cada vez más la tierra en la cual vivimos. Así que encontramos a Tenzing, Hillary y Whymper, pero no a Messner.
En este primer tomo se agrupa a más de 900 exploradores. De unos hay mucha información mientras que de otros es apenas la necesaria pero aún así la extensión va de unas cuantas líneas hasta tres o cuatro páginas para definir a un personaje de esta historia en lo esencial y lo que hizo como exploración.
Los autores reconocen que esta mera descripción de personajes es fragmentaria de una historia más amplia que incluye la historia de la humanidad, nuestro planeta y el universo (ya que andamos yendo al espacio en las últimas décadas), así que se dieron a la tarea de establecer vínculos entre las diferentes entradas. Así, Edmund Hillary estará relacionado con Exploración de Asia, por ejemplo.
También incluye a personas que no fueron en sí exploradores, pero que contribuyeron a la exploración como patrocinadores o con la aportación de algún elemento que facilitara la exploración misma. Enrique el Navegante es un buen ejemplo.
Pero si esto no era suficiente, el tomo tiene al final varios apéndices donde se encuentra a los exploradores según su ocupación relevante, por la región donde estuvieron activos, por nacionalidad (o la nación que los patrocinó) y por fecha cronológica de nacimiento.
El resultado es impresionante. No sólo abarca más de 900 exploradores de todas las épocas sino también de prácticamente cualquier parte del mundo, ocupación (artistas, diplomáticos, marineros, etc.) y con referencias entrecruzadas para facilitar la información que hay entre ellos.
El libro es bastante grueso pero escrito en forma muy sencilla, pero muy interesante y es también admirable que alguien haya puesto los puntos sobre las íes de una manera tan generosa.