La gente que sale continuamente al campo está al tanto de lo difícil que puede ser encender un fuego si los cerillos (fósforos) se mojan porque simplemente dejan de funcionar y la estufa o fogata que debería calentarnos, permanece apagada. Hace varias décadas aparecieron en el mercado los cerillos contra agua (waterproof): si se mojaban, podrían funcionar. Tenían una cabeza más larga y duraban menos pero encendían. Sólo que no siempre funcionaban y esa era una gran desventaja.

Quizá por esto y porque los cerillos son muy perdedizos, muchas estufas incluyen ya un encendido automático y la gran mayoría nos hemos dado la opción de usar un encendedor además de cerillos. Otros cargan diferentes dispositivos para iniciar un fuego. Sea magnesio o cualquier otro. Lo importante es tener siempre un iniciador de fuego.

La tienda de deportes de montaña REI (Recreational Equipment Co-op) vende ahora unos cerillos no a prueba de agua, sino de tormenta. Los videos que aparecen a continuación, lo dicen todos: simplemente, no se apagan sino hasta consumirse. El compuesto químico sigue quemándose aún debajo del agua, lo que es vital para gente que se enfrenta a tormentas sea en montaña o mar.

Estos cerillos están diseñados para gente que realmente necesite el fuego pero podrían ser un serio problema en manos que los arrojen lejos de sí después de encender un cigarrillo, por ejemplo. El resultado sería un incendio “no intencional”.

El anterior comentario no es para desanimar la producción de estos cerillos, sino llamar la atención a que deben usarse correctamente, lo mismo que las cuerdas o los ascensores, por ejemplo. El dispositivo es muy importante pero sólo para ciertas ocasiones.