La isla estaba en alerta naranja por los fuertes vientos y lluvias que, decían se dan muy rara vez. Los pronósticos meteorológicos no eran alentadores: fuertes vientos y temperaturas excesivamente bajas. Un día antes de nuestro ascenso, cuatro montañistas tuvieron que ser rescatados en el mismo inicio con síntomas de hipotermia y sumamente agotados. Así que los permisos para la cumbre fueron desaprobados.
"La isla estaba en alerta naranja".
Fotografías: Christian Rodríguez.
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Sin embargo, seguimos preguntando y al final nos dijeron que si subíamos lo haríamos bajo nuestra propia cuenta y riesgo, pues no habría rescates.
Habíamos trazado una ruta desde la playa hasta la cima, pero tuvimos que abandonar esta primera parte porque resultó imposible cruzar la zona baja con la alerta general en la isla: estaba prohibido transitar entre 0-800 metros, pero caminamos desde los 800 hasta los 1,500 bajo lluvia constante. Ahí estaba cerrado ya el paso porque más adelante había derrumbes que incluso llegaron a sepultar casas.
Al día siguiente (19 de diciembre del 2009) el tiempo mejoró y reiniciamos a los 1,900 metros y ya no tuvimos problemas hasta la cumbre. El permiso que llevábamos estuvo de más porque todos los guardias habían obedecido la orden de abandonar el área. Así que estuvimos solos con el viento, sobre todo ya cercanos a la cumbre, donde había rachas de aproximadamente 100 kilómetros por hora. Tuvimos que extremar precauciones. Pero a pesar de ello, el ascenso y descenso, lo mismo que la cumbre, fueron una agradable experiencia para nosotros.
Éramos cinco: dos mujeres y tres hombres. Una de ellas era española y la otra austriaca. De los hombres, habíamos un italiano, un español y yo mismo, de Guatemala.
En la cumbre ondeó la bandera guatemalteca, pero no sólo ella, sino una más con la leyenda: “Guatemala 2009. 800 Mujeres asesinadas. Una de cada tres sufre algún tipo de abuso. ¡NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LA MUJER!”
Este fue el mensaje que quisimos enviar desde la cima del Teide. La violencia de género tiene que ver con la violencia que se ejerce hacia las mujeres por el hecho de serlo e incluye desde malos tratos dentro de la pareja hasta agresiones físicas o sexuales de extraños, mutilación genital, infanticidios femeninos, etc.
Después del ascenso al Teide hemos recibido varios agradecimientos por parte de grupos que luchan por los derechos de las mujeres y personas ajenas que esperan que más montañistas se unan a este tipo de causas. Los montañistas que conformamos este proyecto estamos de acuerdo en que ya no se deberían mostrar pancartas anunciando patrocinadores que no deja ningún mensaje útil para la sociedad.
En la cumbre del Pico Teide, la mayor altura de España.
Fotografía: Santi Yaniz
No más violencia contra la mujer.