Una pequeña isla volcánica cercana a Madagascar, en el Océano Índico. Es colonia francesa. Hasta ahora, La Isla de la Reunión se considera el paraíso del cañonismo por su cañones de distintos niveles, desde los muy sencillos hasta el más complejo encontrado hasta ahora en el mundo, el Trou de Fer (Agujero de hierro) que es un gran cráter alimentado por seis enormes cascadas.
En el Trou de Fer.
Fotografías: Grupo Unión Excursionista de Catalunya a Tortosa (UEC Tortosa)
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Sólo se puede bajar al cráter por dos ríos: el Bras de Caverne y el Bras de Mazerin. Cada río forma su propio cañón y en cada uno la parte superior es donde están las grandes cascadas. 150 metros, por ejemplo. Pero la caída del Trou de Fer es de casi 300 metros. En la base se juntan. En su mayoría, los últimos rapeles son volados.
Es impensable llevar una cuerda de semejante longitud para hacer un solo rapel, así que ha sido fraccionado. Quien desciende tiene que hacer un péndulo para alcanzar la pared y hacer el fraccionamiento. Algunos se balancean con la mochila colgando por debajo para tener una mayor inercia. Otros lanzan un gancho atado a un cordino; si llegara a atorarse, podrían jalarse de él para alcanzar el punto y seguir bajando.
Bajando la cascada.
En el péndulo.
Esto parece fácil si se lee cómodamente en un asiento, pero ¿cómo es en realidad?: colgado a 200 metros del suelo con un gran volumen de agua cayendo por detrás de ti, un gran estruendo, y vientos naturales o creados por un helicóptero que lleva turistas a ver las cascadas. Los vientos te mueven y te enfrían por haber estado todo un día mojado pero también avientan la cortina de la cascada hacia ti, te mojan más. Ya no parece tan sencillo.
Una vez abajo del Trou de Fer, el Braz Mazerin se une al Bras Caverne en un lugar donde el cañón se estrecha formando la segunda parte llamada El Corredor: un cañón estrecho sin escape alguno y gran caudal; una pequeña lluvia puede hacerlo crecer tres metros. Antes de entrar al Corredor, se puede descansar en un vivac: hay espacio para un par de hamacas bajo un bloque, pero si son más, será necesario un buen toldo.
En el fraccionamiento del rapel.
Vivac.
Al entrar a esta segunda parte se encuentra un mundo oscuro y resbaladizo con desescaladas expuestas y aunque algunas están equipadas para rapeles pero casi siempre los anclajes terminan dañados por las crecidas de la épocas de lluvias. También hay grandes nadadas y algunos rapeles. Todo esto en un tramo de cerca de tres kilómetros, que llevaría de tres a cuatro horas recorrer.
La aventura no termina allí: aún falta caminar por la selva haciendo alguna escalada para poder llegar a la carretera y todo esto con la mochila y todo el peso del equipo a la espalda.
El corredor.
Una de las cascadas.
Cuatro personas experimentadas en cañonismo que quieran descender cualquiera de los dos barrancos, tardan generalmente día y medio a dos días. Algunos grupos han llegado a tardar hasta tres pero cuando pasa de ese tiempo, la gente del poblado más cercano activa la alarma y el helicóptero los busca después de cuatro días del ingreso de un grupo y no tener comunicación con ellos.
En 1989 se hizo la exploración en tres días por un equipo francés liderado por Pascal Colas, quienes lo describieron con tres palabras: “abominablemente difícil superior”. Hasta ese momento la clasificación francesa de barrancos tenía una numeración del 1 al 6 para clasificar la dificultad vertical. Después del descenso de este cañón, se extendió la numeración al 7.
La salida, después de dos días, es en la selva.
Emeric Beaucheron ha trabajado en este cañón desde 1989 colocando un excelente equipamiento para que un mayor número de gente tenga acceso a este cañón de una manera más segura. El inconveniente es que se pueda pensar en bajarle el grado a seis (aún muy respetable), pero se verá esto no le quita valor al enorme y precioso barranco.
En el evento de Gorgs 2010 se presentó un filme de un grupo de cuatro barranquistas de la Unión Excursionista de Catalunya a Tortosa (UEC Tortosa) que descendieron el Trou de Fer por Bras Mazerin. Film ganador de dicho evento muestra un poco de este cañón con las vistas preciosas del Trou de Fer.
La cara amable del abominable Trou de Fer from Saba Productions on Vimeo.
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